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Proyecto del Grupo Tremon: ¿inversión o especulación?

Antonio López

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Sin lugar a dudas, la principal noticia con la que desayunamos la semana pasada fue la supuesta inversión que el Grupo Tremon tiene previsto realizar en nuestra ciudad. Según la información obrante en los distintos medios de comunicación, la entidad que preside el sevillano Hilario Rodríguez -cuya presencia en la ciudad fue más notable tras adquirir varias propiedades de Rafael Gómez una vez que el empresario cordobés se declaró en concurso- pretende impulsar un macroproyecto que abarcará 40 de las 300 hectáreas que contempla el Plan Especial de la Fuensanta, el cual fue aprobado en su momento por el Ayuntamiento para albergar el ya extinto proyecto de la Ciudad del Ocio y trasladar el recinto ferial del Arenal de su actual ubicación al otro lado de la Autovía.

Según informó el Presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, el popular Luis Martín, la ambiciosa actuación, que supondría una inversión para la ciudad de más de 218 millones de euros y la creación de hasta 7000 empleos, contempla la construcción en la referida zona de un centro comercial, cines, gimnasio con piscina cubierta, restaurantes, un hotel de cuatro estrellas, un campo de golf, instalaciones de padel, etc. No obstante, para que este idílico sueño pueda ser una realidad, es necesaria una innovación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) consistente en la recalificación de suelo no urbanizable a suelo urbano o, en su caso, urbanizable sectorizado. Para que la citada modificación se lleve a efecto, será necesaria una aprobación inicial, una provisional y, finalmente, una aprobación definitiva. Mientras que las dos primeras corresponden al Ayuntamiento, la última recae en la Junta de Andalucía. Como primera piedra de este largo camino, la Gerencia Municipal de Urbanismo aprobó el pasado 13 de febrero la referida modificación del PGOU con los votos del Partido Popular y las críticas de la oposición, la cual ha catalogado el proyecto como “un pelotazo” urbanístico.

Debates políticos al margen, en mi opinión, el anuncio de inversiones de este tipo en Córdoba es motivo de regocijo pues nuestra ciudad, ahora más que nunca, necesita de actuaciones públicas y privadas que sirvan como motor económico para generar empleo y riqueza. No obstante, debido principalmente a los continuos casos de corrupción que han rodeado la actividad urbanística municipal a lo largo y ancho de la geografía española, la ciudadanía suele recibir este tipo de noticias con recelo y desconfianza, sensaciones que, ya sea por ignorancia, por falta de información o por cualquier otra causa, se encuentran justificadas en el caso que nos ocupa por una serie de interrogantes no suficientemente aclaradas que seguidamente voy exponer.

En primer lugar, la situación financiera del Grupo Tremon presenta más sombras que luces. En el año 2008, la entidad presidida por Hilario Rodríguez reconoció una deuda de 1400 millones de euros que en mayo de 2012 quedó reducida a 600 tras la aprobación de un plan de pago a acreedores -entre los cuales se halla Cajasur-. Si las cuentas del Grupo Tremon están en números rojos, ¿cómo es posible que esta sociedad pueda financiar una proyecto de más de 218 millones de euros?

En segundo término, hay que reseñar que, si bien la innovación del PGOU aprobada por la Gerencia es necesaria para que esta iniciativa pueda llevarse a término, el simple cambio de calificación en la naturaleza del suelo va a originar un incremento patrimonial del Grupo Tremon sin necesidad de que éste invierta aún un solo euro en la ciudad. Por tanto, si una vez aprobada la recalificación no se lleva a cabo el proyecto que la justificaba, ésta sólo habría servido para enriquecer a Grupo Tremon que, sin contraprestación alguna, obtendría recursos con los que satisfacer las deudas que mantiene con sus acreedores -¿con alguna entidad financiera con sede en Córdoba, por ejemplo?-

Otra de las dudas que se suscitan en torno al objeto de este artículo reside en la inusitada rapidez con la que se ha sustanciado el expediente de innovación del PGOU en el seno la Gerencia Municipal de Urbanismo. Grupo Tremon presentó su proyecto en el Registro del citado organismo el pasado 28 de enero de 2013 y ha sido aprobado el 13 de febrero del mismo año. Huelga detallar que toda persona que haya padecido los plazos de tramitación de un asunto cualquiera en la Gerencia sabe a ciencia cierta que 16 días naturales no es la media que frecuenta el referido ente municipal para resolver.

Finalmente, la relación existente entre Grupo Tremon y Rafael Gómez respecto a la titularidad y traspaso de determinadas propiedades también suscita ciertas inquietudes que deben ser aclaradas. Dicha relación no se circunscribe sólo al ámbito del Plan Especial de la Fuensanta, sino que también hallamos vínculos en el Plan Especial de la Carretera de Palma donde se ubican las Naves de Colecor que, una vez más, fueron objeto de polémica la pasada semana. ¿Casualidad o subyace en todo este asunto un trasfondo mucho más profundo y complejo?

A lo largo de este artículo he planteado muchas cuestiones que ojalá sean resueltas más pronto que tarde. El propio Luis Martín ha confirmado que, como requisito previo a cualquier actuación, será necesario determinar la titularidad de los terrenos y la viabilidad del proyecto. Así pues, confío en que Tremon sea noticia en esta ciudad por su inversión y no por una actividad especulativa que, en caso de producirse, sólo serviría para satisfacer intereses particulares sirviéndose para ello de una institución como el Ayuntamiento cuyo objetivo primordial es la consecución del interés general. En cualquier caso, sean mis últimas palabras para una nueva reflexión: ¿Por qué la mayoría de macroproyectos que se presentan en esta ciudad están vinculados a una recalificación de suelo?

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