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Una segunda oportunidad para encontrar un futuro laboral cuando el paro ahoga

Irene Pavón, en su taller de cerámica ‘Lalfarera’

Carmen Reina

27 de julio de 2025 21:06 h

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Irene tiene 36 años y lleva un tiempo en paro, “desesperada por no encontrar nada”. Formada en la Escuela de Arte Dionisio Ortiz, había encontrado trabajos sueltos de recepcionista en una clínica o de teleoperadora, que nada tenían que ver con su vocación. Hasta que dos oportunidades se cruzaron en su vida: la primera fue la posibilidad de comprar un horno de segunda mano que una ceramista vendía por jubilación; y la segunda le llegó para realizar el programa de inserción laboral T-Acompañamos de la ONG CIC Batá en Córdoba.

Sus ganas de encontrar un futuro laboral, de volver a dedicarse a su vocación artística y el asesoramiento que pudo recibir en este programa, fueron los ingredientes perfectos para que, al cabo de unos meses, Irene sea el alma de un taller propio de cerámica, donde realiza trabajos por encargo y, además, ofrece clases de esta disciplina tanto a adultos como a niños.

Como ella, personas con especiales dificultades de inserción laboral han sido objeto de este programa de CIC Batá en el que han participado 158 usuarios, a los que se ha ofrecido orientación laboral, formación y acompañamiento personalizado. De todos ellos, han encontrado trabajo 87, incluidas las 24 personas que han emprendido con un negocio propio.

Irene imparte clases en su taller de cerámica ‘Lalfarera’

La experiencia de Irene muestra que, para ella, fue vital poder obtener los conocimientos que le faltaban para poder emprender y montar un negocio por su cuenta. Relata cómo aprendió todo lo relacionado con la gestión de su taller de alfarería, los impuestos, el trato con proveedores o cómo solicitar un crédito a un banco, además de saber dónde dirigirse para conocer las ayudas e incentivos que pudieran ayudarla en su negocio.

Ahora, sube cada día la persiana de su taller -Lalfarera- en el barrio de la Colonia de La Paz, da clases, realiza encargos y ofrece fines de semana monográficos de distintas técnicas, y en su primer año de experiencia le da cierta garantía no haber tenido pérdidas y que la empresa vaya hacia adelante. Pero, sobre todo, ha cambiado su estado de ánimo: “Estoy contenta, cansada porque todo lo llevo yo, pero muy contenta”.

“Quería encontrar un trabajo, tener estabilidad”

Ese cambio en su vida es el mismo que también experimentó con este programa de inserción laboral Mateo. Él, con 31 años y jardinero de formación, también estaba en el paro. “Quería encontrar un trabajo, tener estabilidad”, dice sobre la situación en la que se encontraba.

Formación del programa en soldadura, metal y carretilla elevadora.

En el programa de la ONG aprendió a mejorar su curriculum desarrollando toda la experiencia que había sumado trabajando como jardinero para particulares y también a saber afrontar una entrevista de trabajo. El resultado fue que pudo presentarse a algunas ofertas de empleo como jardinero y, finalmente, encontrar un trabajo para estas labores en un club de la ciudad.

Y, como él, otros “casos de éxito” que el programa ha podido conseguir, como Antonio y Youssouf, ambos con formación de auxiliar de taller que fueron contratados y son plantilla en una empresa del sector. O los casos de Sara -que encontró trabajo como personal en un supermercado- y Soledad -que pudo empezar a trabajar como limpiadora en el Hospital Reina Sofia con la empresa que presta este servicio.

Son las historias que ponen rostro a las segundas oportunidades para encontrar un futuro laboral y que, en el caso del programa desarrollado por CIC Batá, ha cambiado la vida de todas estas personas entre enero de 2024 y junio de 2025. En su objetivo, ayudar a personas con especiales dificultades de inserción laboral, como desempleados de larga duración, mayores de 45 años, personas desempleadas con discapacidad, personas en riesgo o situación de exclusión social, personas migrantes y personas perceptoras de prestaciones, subsidios por desempleo y Renta Activa de Inserción (RAI).

“T-Acompañamos ha representado para estas personas una oportunidad significativa para mejorar su formación, sus habilidades y su autoconfianza”, sostienen desde CIC Batá, que destaca el 63% de inserción alcanzado entre los usuarios de este programa. Itinerarios personalizados para facilitar la búsqueda de empleo, recursos y herramientas para la búsqueda activa de empleo, acciones formativas para adquirir conocimientos técnicos, competencias laborales y habilidades que mejoren la empleabilidad y asesoramiento en materia de autoempleo, han sido las claves que se les ha ofrecido y que, han acabado por ofrecerles esa segunda oportunidad.

Formación de auxiliar de taller en SP Group
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