Susana llega, Griñán se va, Nieto se descarta y yo me despido
Lo que era un silencio a voces se ha confirmado. Las primarias socialistas no lo han sido tanto y, finalmente, Susana Díaz, actual Consejera de la Presidencia que ha tenido como mentor al mismísimo Griñán, será designada por aclamación como próxima candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía por el PSOE, circunstancia que, para los que conocemos algo este mundillo, no ha supuesto sorpresa alguna pues sabemos que las estructuras internas de las formaciones políticas no fomentan precisamente la crítica interna al aparato.
Esta semana, además del ascenso de la joven política sevillana, también hemos conocido que el máximo referente de nuestro gobierno regional, José Antonio Griñán, dimitirá como Presidente de la Junta de Andalucía a final de agosto en beneficio de su pupila preferida sin que, por el momento, tenga pensado convocar elecciones autonómicas ni renunciar a la Secretaría General del PSOE andaluz. Ignoro aún si una hipotética imputación futura en el caso de los ERES irregulares ha sido uno de los motivos que han impulsado a Griñán a tomar esta decisión pero, en cualquier caso, lo cierto es que, al igual que sucedió con Joaquín Almunia y Josep Borrel a nivel nacional o con el propio Griñán y Manuel Chaves en la esfera autonómica, el PSOE vivirá en Andalucía una bicefalia cuyos antecedentes no han sido excesivamente halagüeños. Para quienes defiendan lo contrario argumentando que el duonvirato no dará lugar a conflicto alguno por el estrecho lazo que ha unido y une a Susana Díaz con, les recuerdo que éste y Chaves también eran íntimos amigos hasta que se suscitó un panorama idéntico al que próximamente tendremos la oportunidad de asistir. Por tanto, aunque el momentáneo líder socialista ha anunciado que no tiene previsto convocar elecciones anticipadas, créanme cuando les digo que éstas se vislumbran ya en el horizonte pues Griñán no querrá experimentar en sus propias carnes las tensiones y problemas que él mismo generó a su antiguo compañero. Mi apuesta personal es que los comicios coincidirán con las elecciones al parlamento europeo, allá por el mes de junio, una vez que Susana Díaz sea investida Presidenta de la Junta y logre, desde el poder, consolidarse en el cargo.
Si éste es el panorama por el que atraviesa el PSOE, no es menos inquietante la coyuntura que experimenta el PP al que el devenir de los acontecimientos apremia para designar al candidato o candidata que disputará a Susana Díaz la presidencia de la Junta de Andalucía. Muchos son los nombres que se han barajado pero este semana, que por lo visto ha sido prolija en noticias autonómicas, hemos sabido que una de las apuestas más seguras al respecto se ha autodescartado para este cometido. José Antonio Nieto, alcalde de Córdoba y uno de los fijos en todas las quinielas populares, ha declarado públicamente que “no quiere ser candidato a la Junta de Andalucía por el PP”, dejando entrever que éste será nombrado antes de que el presente año culmine. Así pues, el círculo se va reduciendo pero lo que sí parece claro es que, en última instancia, la cabeza de cartel será decidida al alimón entre Sevilla y Madrid.
En cualquier caso, tal como reza en el título del presente artículo, no podré escribir sobre estos u otros asuntos. Los dos intensos años de estudio recluido en mi domicilio dieron su fruto y hace ya un año que aprobé unas oposiciones cuyo nombramiento oficial fue publicado en boletín la pasada semana. En breve me incorporaré a mi puesto de trabajo y su contenido y dedicación son incompatibles con la colaboración que semanalmente he estado llevando a cabo con sumo gusto en este medio. Confío en que mi opinión haya servido para aportar mi particular punto de vista sobre ciertos asuntos y, en caso de haber molestado a alguien por las manifestaciones vertidas, pido perdón de antemano pues, bajo ningún concepto, mi intención era ofender. Por último, quiero agradecer a la dirección de Cordópolis que, en un determinado momento, se acordara de mi persona para, una vez cada siete días, poder introducirme en sus ordenadores a través de esta página. En cualquier caso, la vida es muy larga, el mundo un pañuelo y, tal como he llegado a escribir en más de una ocasión, esto no es un “adiós”, sino tan sólo un “hasta luego”. Un fuerte abrazo.
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