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Los efectos del calor en Córdoba que acaban con una visita a Urgencias

Entrada a Urgencias del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba

Claudia Murillo

27 de julio de 2025 21:06 h

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Un hombre de 72 años que se encontraba en su casa es la víctima más reciente por golpe de calor en Córdoba. Este verano, a este caso se han sumado el de un hombre de 75 años que realizaba actividades de ocio al aire libre y el de otro de 58 años que trabajaba en la calle. Los tres pertenecían a grupos de riesgo: mayores, enfermos crónicos y personas expuestas al sol durante las horas más largas del día. La ciudad, acostumbrada a convivir con veranos abrasadores, no deja de registrar consecuencias trágicas cuando el calor aprieta.

Según Rafael Calvo, jefe de sección de Urgencias del Hospital Reina Sofía de Córdoba en declaraciones a Cordópolis, este verano no ha supuesto un repunte significativo de golpes de calor respecto a años anteriores, a pesar de haber superado los 40 ºC mucho antes que el año pasado. “Lo que sí tenemos como siempre por estas fechas son muchas personas afectadas por las altas temperaturas”, señala. La mayoría de los casos que llegan a Urgencias no son técnicamente golpes de calor, sino complicaciones derivadas de las altas temperaturas, conocidas como patologías por calor.

Aviso por calor en Córdoba

Calvo explica que los golpes de calor son menos frecuentes pero más peligrosos. Ocurren cuando el cuerpo no logra enfriarse a través de la sudoración y se dispara la temperatura interna, provocando desorientación, confusión, mareos, fatiga, calambres e incluso la muerte si no se actúa con rapidez. “Puede pasarle a cualquiera, tanto a un bebé, a un joven haciendo deporte en las horas centrales del día, o a un trabajador en la calle”, advierte.

No obstante, lo que más se atiende en Urgencias en estos días en el Hospital Reina Sofía son pacientes crónicos: personas con enfermedades cardíacas, renales o respiratorias, que llegan tras haber sufrido deshidratación o algún desequilibrio metabólico. “En personas con demencias, por ejemplo, es muy común que no pidan agua, no se hidraten, y eso genera un deterioro rápido”, dice Calvo. Estos casos suelen estabilizarse con tratamiento en el área de observación del servicio de urgencias y si todo va bien, se les da el alta en uno o dos días.

La escena se repite cada verano en la ciudad: mayores solos, trabajadores expuestos o jóvenes que hacen ejercicio a pleno sol. El calor, aunque previsible, sigue cobrando víctimas. Desde el hospital incitan en los consejos básicos: hidratarse constantemente, usar ropa ligera y holgada, evitar el sol entre las 12:00 y las 18:00 y tener especial cuidado con los colectivos vulnerables. “Todos los años vemos tragedias por dejar a un niño o una mascota dentro del coche. Hay que insistir en lo obvio porque sigue pasando”, recuerda el doctor.

Este año, las altas temperaturas han llegado antes, pero el sistema sanitario ha podido responder sin refuerzos extraordinarios. “La plantilla habitual de verano, reforzada para cubrir vacaciones, está siendo suficiente para afrontar estos días de calor”, afirma Calvo. Aun así, insiste en no bajar la guardia. En Córdoba, donde los veranos pueden convertirse en una amenaza silenciosa, la prevención sigue siendo la herramienta más poderosa.

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