Ruta por Oporto
La forma más elegante y digna de ser ibérico es ser portugués, un precepto que tengo metido en mi ADN, quizás por cercanía geográfica a mi Huelva natal, quizás porque veía desde pequeño los dibujos de la tele portuguesa o quizás por los continuos viajes que de mayor he ido haciendo hacia este maravilloso y pequeño país. Ser lusófilo implica entre otras cosas: amar la tranquilidad, la buena comida, los paisajes y las ciudades con personalidad. Oporto, Porto, para nuestros vecinos, une todo en un único y gran conglomerado urbano que se esparce entre las riberas del Duero, niveladas en pendientes y un espectacular y menos conocido frente marítimo. Ofrezco a continuación algunos puntos dignos de parada y que pasan por el paseo, las compras, el condumio o la simple contemplación. Allá voy:
-Avenida dos Aliados. Esta alameda, corazón de la ciudad, es una gran muestra de la arquitectura del primer tercio del XX. Una vía elegante, europea y portuguesa, todo al mismo tiempo. La preside el Ayuntamiento y hace las veces de salón principal de la ciudad. Su ubicación, entre la medieval Ribeira y el centro, hará que pases por allí más de una vez. Aconsejo que te detengas, al menos unos minutos.
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