Soy cordobesa, del barrio de Ciudad Jardín y ciudadana del mundo, los ochenta fueron mi momento; hiperactiva y poliédrica, nieta, hija, hermana, madre y compañera de destino y desde que recuerdo soy y me siento Abogada.
Pipí Calzaslargas me enseñó que también nosotras podíamos ser libres, dueñas de nuestro destino, no estar sometidas y defender a los más débiles. Llevo muchos años demandando justicia y utilizando mi voz para elevar las palabras de otros. Palabras de reivindicación, de queja, de demanda o de contestación, palabras de súplica o allanamiento, y hasta palabras de amor o desamor. Ahora y aquí seré la única dueña de las palabras que les ofrezco en este azafate, la bandeja que tanto me recuerda a mi abuela y en la que espero servirles lo que mi retina femenina enfoque sobre el pasado, el presente y el futuro de una ciudad tan singular como esta.
¿ Mi vida ? … Carpe diem amigos, que antes de lo deseable, anochecerá.
Respeto y apoyo que se promocione de manera decidida el comercio de Córdoba e, incluso, que haya emplazamientos históricos de la ciudad que puntualmente hayan de ser prostituidos en beneficio de ese comercio, siempre que ello redunde y promocione a Córdoba, y tenga que ver con nuestra identidad.
Un comercio cuidado al máximo en la elección de su estructura y diseño visual si está comprometiendo un edificio, o un emplazamiento singular e histórico. Y un comercio que, por supuesto, promocione lo que fuimos, lo que somos y hacia donde vamos. Porque, en según qué sitios, no todo vale. Más bien diría que solo caben ciertos productos.
Se me ocurren, por ejemplo, los vinos de Montilla-Moriles, los quesos de la Subbétic o del norte de la provincia con todos sus matices y microclimas; un comercio donde hubiera cerámica de La Rambla, de esa que encargan las estrellas de la restauración o las de cine; oro puro en forma de aceite virgen extra y por supuesto joyería del otro oro y también de plata; cueros repujados, guadamecíes, cordobanes y hasta productos lácteos, jamones, mantequillas y cafés … Todo 100% made in Córdoba.
Dicho esto, añado. Lo que han colocado en la puerta del Alcázar de los Reyes Cristianos, uno de los monumentos icónicos de Córdoba, que alcanzó el récord de 706.401 visitas el pasado año 2024, es una auténtica infamia con todas las letras. Un atentado gravísimo a la gestión responsable de nuestro patrimonio histórico y cultural y, de paso, una horterada en toda regla.
Mercado junto al Alcázar de los Reyes Cristianos.
¿Quién ha dado la autorización? ¿Quién ha emitido los informes favorables para semejante esperpento? ¿Quién ha podido pensar que tenderetes de ropa ibicenca, de frutos secos, de camisetas frikis y peladores de pepinos son el atrezzo perfecto en la puerta por donde entraban los Califas Omeyas y los Reyes Católicos a su alcázar? ¡Ay si alguno de estos levantara la cabeza! ¡Pepinos cortarían, pero de algunos!
El domingo pasado estaba todo el entorno del Alcázar y San Basilio abarrotado de turismo. No cabía un alma. Pues ni aun así los turistas mostraban interés en semejantes tenderetes. Cualquiera sabe que lo que ahí se vende, lo encuentra más barato en el mercadillo de turno de su ciudad. El turista no es tonto, señores y, gracias a dios, sabe que los productos de Córdoba para llevar no son esos.
¿Quién habrá sido el responsable político al que le ha parecido una gran idea semejante mercadillo? ¿Tan mal andan las arcas municipales como para “subastar” uno de los enclaves más emblemáticos de esta ciudad para la venta ambulante de productos corrientes que nada tienen que ver con Córdoba? Quiero saberlo y quiero saber si la nefasta idea es perpetuar semejante deshonra.
Con todos los respetos para quienes dignamente se ganan su pan en el comercio ambulante, pero este tipo de comercio no puede estar en según qué sitios. En la mismísima puerta del Alcázar de los Reyes Cristianos no es de recibo casi nada y, menos aún, semejante batiburrillo… ¿Camisetas de Nirvana, artículos de “piel de Ubrique” en letras grandes, perfumes baratos, picadoras de verduras y bisutería en oro vegetal? ¿Oro vegetal en la ciudad de la joyería? Un no rotundo.
Una infamia, un descrédito, una vileza para Córdoba, sus esencias, nuestra cultura y los productos que nos hacen ser lo que de verdad somos.
Sobre este blog
Soy cordobesa, del barrio de Ciudad Jardín y ciudadana del mundo, los ochenta fueron mi momento; hiperactiva y poliédrica, nieta, hija, hermana, madre y compañera de destino y desde que recuerdo soy y me siento Abogada.
Pipí Calzaslargas me enseñó que también nosotras podíamos ser libres, dueñas de nuestro destino, no estar sometidas y defender a los más débiles. Llevo muchos años demandando justicia y utilizando mi voz para elevar las palabras de otros. Palabras de reivindicación, de queja, de demanda o de contestación, palabras de súplica o allanamiento, y hasta palabras de amor o desamor. Ahora y aquí seré la única dueña de las palabras que les ofrezco en este azafate, la bandeja que tanto me recuerda a mi abuela y en la que espero servirles lo que mi retina femenina enfoque sobre el pasado, el presente y el futuro de una ciudad tan singular como esta.
¿ Mi vida ? … Carpe diem amigos, que antes de lo deseable, anochecerá.
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