Las personas con sordoceguera de Córdoba demandan su inclusión plena en la sociedad
Las personas con sordoceguera, 45 en Córdoba, han reclamado este jueves su plena inclusión en la sociedad y han recordado sus necesidades especiales para poder ser ciudadanos de primera en un acto celebrado en la capital cordobesa, en el que estas personas y sus mediadores han dado visibilidad a esta realidad social, aún muy desconocida, en vísperas de la celebración del Día Internacional de las Personas con Sordoceguera.
Tal y como ha indicado la ONCE en una nota, el director de la organización en Córdoba, Francisco Valderas; la delegada de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía en Córdoba, Dolores Sánchez; el delegado de Inclusión, Accesibilidad y Movilidad del Ayuntamiento de Córdoba, Bernardo Jordano, la delegada de Servicios Sociales y Mayores, Eva Contador, y la diputada de Servicios Sociales, Irene Aguilera, han participado en este acto junto a representantes de entidades sociales de Córdoba.
La afiliada a la ONCE con sordoceguera Virginia Barbado y su mediadora María Teresa Osuna han explicado su experiencia vital y han puesto de manifiesto las “dificultades a las que diariamente se enfrentan las personas con sordoceguera, muchas de las cuales provienen del desconocimiento que aún existe en la sociedad hacia este colectivo y de su invisibilidad”.
Por eso han reclamado “mayores avances en sus derechos, más recursos y menos barreras en la comunicación en sus rutinas diarias para lograr una verdadera inclusión”.
La sordoceguera es una discapacidad única que surge como consecuencia de la combinación en una misma persona de una discapacidad visual y auditiva. En Andalucía hay un total de 776 personas con sordoceguera afiliadas a la ONCE, 45 de ellas en la provincia de Córdoba.
Se trata de un colectivo muy heterogéneo, dado que algunas personas sordociegas no oyen ni ven nada, mientras que otras pueden tener algún resto de visión o audición en diferente grado. Asimismo, la sordoceguera puede ser congénita o adquirida, estable o progresiva.
Los problemas de comunicación son los más destacados a los que se enfrentan en su día a día, pero no constituyen las únicas necesidades con las que se encuentra una persona cuando convive con la sordoceguera. La combinación de las dos pérdidas sensoriales repercute directamente en muchos otros aspectos vitales que limitan su desarrollo personal en los diferentes ámbitos de la vida.
La ONCE ofrece cobertura y apoya a estas personas, entre otras, con dos líneas principales de acción: la Unidad Técnica de Sordoceguera (UTS), con tecnología y profesionales que refuerzan su inclusión; y la Fundación ONCE para la Atención a Personas con Sordoceguera (Foaps), que cuenta con más de 140 mediadores que prestan cada año 90.000 horas de mediación y servicio.
Además, trabaja con un amplio programa de innovación, como la puesta en marcha de un nuevo lenguaje para su comunicación, conocido como sistema Dactyls, que permite mayor facilidad de comprensión y acceso a la información y que está ya extendiéndose por todo el territorio.
En este acto se ha presentado también el cupón que la ONCE dedica el próximo martes al Día Internacional de las Personas con Sordoceguera, que se celebra el día 27, y que quiere servir “como altavoz de concienciación para reivindicar la visibilidad del colectivo de personas con sordoceguera en igualdad al resto de los ciudadanos”, según ha destacado el director de la ONCE en Córdoba.
Valderas ha sostenido que las personas sordociegas son una prioridad para los Servicios Sociales de la ONCE, que cuentan con una red de más de 1.500 profesionales en España, de los que 18 de ellos trabajan en Córdoba.
En este sentido, ha subrayado que la ONCE ha potenciado el Servicio de Voluntariado a personas sordociegas con voluntarios conocedores de la lengua de signos gracias a un convenio suscrito entre la ONCE y la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) para derribar las barreras de comunicación que entorpecen la vida diaria de este colectivo.
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