El fútbol base cordobés, entre la tragedia y la indignación

El fútbol base está sufriendo una temporada donde las desgracias parecen que están a la orden del día. Este fin de semana se ha conocido que el menor asesinado en El Arenal era jugador del CD Azahara Guadalquivir. Este suceso ha hecho que los clubes tanto de la provincia como de la capital se movilicen en forma de solidaridad. Y es que el Séneca CF no dudó en suspender su encuentro de Segunda Andaluza Cadete que le enfrentaba al Córdoba CF. La entidad blanquiverde no le puso ningún tipo de problema para posponer dicho encuentro. Pero, en cambio, hay que analizar qué está sucediendo en los últimos meses.
El balompié vive unos momentos de más crispación que en anteriores tiempos. Esto hace que la agresividad traspase el terreno de juego hasta llegar a la grada. De hecho, el colectivo arbitral ya se ha puesto más duro con este tipo de situaciones, parando el partido si fuera necesario según el reglamento. Sin embargo, esto no evita que ocurran acciones violentas en los campos de fútbol, como la ocurrida el pasado noviembre.
Este periódico se hizo eco de una agresión a un árbitro en un partido de juveniles en Córdoba. El entrenador del Atlético Espeleño se encaró con el colegiado y le impactó un cabezazo. Dicho caso se hizo mediático y obligó al técnico del conjunto espeleño a dimitir días más tarde. Aunque no es lo único que ha sucedido en este sentido. Hace apenas una semana, un colegiado denunció amenazas físicas y verbales durante un encuentro en Hinojosa.
Por otro lado, Cordópolis también ha publicado en estos últimos días la detención de un entrenador de fútbol base por un delito de corrupción de menores. A pesar de que el técnico quedó en libertad horas después, existe una investigación en curso para determinar qué sucedió exactamente. Asimismo y dos semanas antes de que la DANA atizara al territorio valenciano, la delegación de Córdoba de la Real Federación Andaluza de Fútbol suspendió una jornada entera por las precipitaciones, en busca de salvaguardar la salud de los deportistas.
Todo ello han sido una concatenación de desgracias y desdichas que siguen acumulándose en apenas tres o cuatro meses. Ahora, el fútbol base cordobés se enfrenta a la dolorosa pérdida del joven de tan solo 16 años apuñalado en la noche del pasado sábado en El Arenal.
0