Córdoba Futsal
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Crónica
El Córdoba Patrimonio grita que sigue muy vivo
Habrá que seguir sufriendo. Pero así, los finales son mucho más satisfactorios. El Córdoba Patrimonio de la Humanidad viajó este sábado hasta Manzanares para otro duelo vital con el que seguir tomando oxígeno en una tabla clasificatoria cada vez más delicada. Sin embargo, los blanquiverdes han vuelto a demostrar que aún les quedan muchos latidos y que tienen todavía cosas que decir en la competición. En un encuentro de tú a tú frente a un adversario que aspiraba a recortar en la parte alta, los de Josan González se han hecho con tres puntos de oro para volver a gritar de rabia.
El contexto empezó realmente bien el Córdoba Patrimonio, que en los primeros segundos ya hizo temblar a algunos aficionados en su asientos, así como tembló la portería local con el potente disparo de Saura que se estrelló en el larguero. Eso sí, no tardó mucho en responder el Manzanares, que poco después quiso también dejar claras sus intenciones de ir a por los tres puntos, y en este caso fue Manu Diz el que impactó un fuerte chut que detuvo bien Fabio.
Con todo, lo cierto es que tras ese inicio absolutamente vertical por parte de ambos, fueron los manchegos los que se mostraron más incisivos en ataque, acumulando acercamientos de peligro en el área cordobesista. Ninguno, eso sí, terminaba de encontrar portería. Pero las oportunidades seguían sumándose en la estadística, pues poco después fue Ismael el que puso a prueba a Antonio Navarro con un disparo lejano que el meta tuvo que despejar con una gran intervención, al tiempo que también seguía luciéndose Fabio, quien tuvo que estirarse al máximo para evitar el gol de Matamoros.
No había tregua. Los dos querían los puntos y el duelo se jugaba a pecho descubierto. Con un golpe tras otro. Eso sí, el marcador seguía intacto. Y tal que así se mantuvo tras otra doble buena ocasión para el Córdoba Patrimonio, primero con un disparo de Miguelín en jugada ensayada tras saque esquina, y en el rechace fue Viana el que golpeó, pero tampoco logró encontrar las redes locales.
Sea como sea, el partido olía a gol en todos sus frentes. Además, aunque con escaso margen, lo cierto es que el dominio estaba prevaleciendo en el equipo de Juanlu Alonso, que logró acertar con el primero de la tarde en una acción de mala fortuna para los cordobeses, ya que Fabio consiguió detener otro buen disparo de los locales tras saque de banda. Sin embargo, el rechace se convirtió en un balón muerto que remató Cortés prácticamente solo, ahora sí batiendo al guardameta califa por bajo.
El tramo final del primer acto continuó por el mismo sendero que toda la primera mitad, con intentos continuos. Fabio seguía teniendo trabajo bajo palos, así como también lo tuvo Navarro en el área contraria con internadas de Osamanmusa o Jesulito. Pero ninguno encontró de nuevo el gol y ambos planteles macharon camino de vestuarios con esa mínima desventaja para los blanquiverdes.
Necesitaban los de Josan González un impulso para revitalizar el duelo tras el descanso, y lo cierto es que ese intento de tener el colmillo más afilado se notó sobre la pista. Más intensidad en la presión y más verticales de cara a puerta. Tanto que en apenas tres minutos, el luminoso ya reflejaba un empate, gracias una excelente acción de Viana en la que él mismo la robó en campo contrario, encaró y batió al portero con un ajustado disparo al palo opuesto. El gol dio otra marcha más al equipo califa, tanto en lo deportivo como en lo emocional. Ahora eran los visitantes los claros dominadores del encuentro, frente a un Manzanares mucho más sometido en defensa. Y con ese mayor impacto tuvo lugar también un mayor acierto, pues Saura quitó completamente las telarañas de la portería manchega con un preciso y fuerte disparo en jugada ensayada junto a Miguelín.
Eso sí, muy poco le iba a durar la alegría al Córdoba Patrimonio, que en su mejor momento encajó el gol más imprevisible posible. Lo había detenido prácticamente todo, aunque no pudo atajar un disparo mordido y que se coló en la portería casi sin fuerza de Deivao, que subió el empate solo un minuto después. Todo de nuevo en el escenario inicial, aunque ahora con mayor empeño local, pues hasta dos manos a manos sumaron los manchegos en los siguientes minutos, aunque en ambos casos el esférico se marchó fuera.
Había que creer hasta el final, y lo hicieron los de Josan, que en un contragolpe perfecto llevado por Pablo del Moral, éste sirvió una magnífica asistencia para que Viana tan solo tuviera que empujarla a portería, poniendo a los suyos otra vez por delante. Fue entonces cuando Manzanares puso en escena el portero-jugador. Con poco más de tres minutos. Emoción a flor de piel. Ahí, los cordobeses tuvieron varias acciones para sentenciar, pero no encontraron portería. Eso sí, aguantaron todas las envestidas rivales a base de orgullo y mucho corazón para sumar otros tres al casillero. Un triunfo vital.
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