Fidel, la mente limpia y el objetivo inexcusable
El onubense confiesa que está “convencido” de que el curso 15-16 será “completamente diferente” para un Córdoba que “está llamado a pelear arriba” en Segunda
“No vamos a esconderlo: somos uno de los equipos favoritos. Todos nos ven así y tenemos que asumirlo como un reto”, dice Fidel Chaves, poco antes de realizar un apunte que, aunque archisabido, conviene recordar: “Esto es Segunda, una categoría muy larga y en la que puede haber sorpresas”. El Córdoba está dispuesto a que con él no vaya esa maldición de la categoría de plata. No quiere sorpresas, al menos en su casa, y eso significará estar arriba. Si el equipo es consecuente con las expectativas que genera, debe situarse entre los candidatos. “Asi nos consideran porque hemos descendido de Primera”, dice el zurdo de Minas de Riotinto, que ha estado dos campeonatos completos en la élite: con el Elche -en sus filas logró el ascenso- y con el Córdoba. Ahora vuelve a Segunda, con 25 años y una carrera por relanzar. Si el año que viene es clave para el club, para el onubense resulta aún más trascendente en el aspecto personal. Después del éxodo de jugadores tras la debacle de Primera, Fidel queda como uno de los supervivientes y con una etiqueta de referencia. Debe ser uno de los líderes.
“Yo fui uno de los primeros críticos conmigo mismo. Hicimos una temporada muy mala, no estuvimos a la algura y ya lo dije en más de una ocasión. Lo único positivo fue la afición, que se volcó con nosotros pese a lo que sucedió”, ha relatado Fidel a los periodistas en la concentración de Campoamor, donde se preparan para una labor de reconstrucción a fondo. En lo futbolístico y también en lo mental. “Hay que hacer borrón y cuenta nueva, como se suele decir. Todos tenemos que poner de nuestra parte para limpiar esa imagen que se quedó y que no es buena para nadie. Tenemos más nivel del que dimos y ahora el fútbol nos da una nueva oportunidad. Tenemos que aprovechar y estoy convencido de que lo vamos a hacer. Estoy totalmente seguro”, ha dicho.
Uno de los factores que debe dar una dimensión nueva y mejor al Córdoba se encuentra precisamente en el vestuario. “Es importante partir de cero y hacer un buen grupo, algo que el año pasado en algún momento nos faltó”, reconoció Fidel, quien no eludió la condición de aspirante a subir del Córdoba. Ya vivió un ascenso con el Elche, aunque recuerda que en aquellos tiempos “estaban el Almería, el Villarreal, Las Palmas...” y los ilicitanos no eran “de los favoritos”. Ahora, en El Arcángel se respira otra sensación y, sobre todo, los adversarios perciben al Córdoba como un enemigo poderoso. “Somos conscientes de que se nos va a exigir desde el primer momento”, ha afirmado.
La llegada al grupo del chileno Jean Paul Pineda no la entiende Fidel Chaves como una amenaza, sino como una ayuda a un proyecto común. “Lo colectivo debe estar por encima de lo invididual y eso hay que tenerlo muy claro”, reflejó a propósito del aterrizaje del punta suramericano. “Es un chico que viene de fuera y habrá que ayudarle. Aquí le recibimos con los brazos abiertos. Competiré sanamente con él como con todos para que juegue el que el míster decida y será un compañero durante todo el año. Ojalá venga y nos meta quince o veinte goles”, dijo.
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