Una cita trascendente antes de un final de año de vértigo
Retomado el pulso a la competición, afronta una cita trascendente. La permanencia en cierto modo pasa por hacer un fortín del feudo propio. Sobre todo cuando en él ya han intervenido los principales clubes de España y a nivel internacional. Tras enfrentarse en Vista Alegre a Movistar Inter, El Pozo Murcia y Barça -así como Oasuna Magna-, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad comienza un periplo muy distinto como local. De entrada, el próximo sábado (19:00) recibe a un rival directo en la lucha por la continuidad en Primera como el Aspil Jumpers Ribera Navarra. De vital importancia es la victoria en este caso. Más si cabe cuando después el conjunto blanquiverde encara un final de año de auténtico vértigo con cinco encuentros en apenas quince días.
El objetivo primero, y en ello centra toda su atención el equipo de Maca, es superar al cuadro navarro. Éste recala en Vista Alegre en situación de necesidad pues con ocho puntos se encuentra igualado con el descenso -con el penúltimo, el Industrias Santa Coloma-. Resulta curiosa la realidad deportiva del conjunto tudelano si se rememora lo que consiguió la pasada campaña. En la 2018-19 acabó séptimo en la liga regular de Primera y disputó el play off por el título, en que cayó en cuartos ante ElPozo Murcia. Ahora pugna por escapar del peligro tras un primer tercio de campeonato pobre en su bagaje. En las diez primeras jornadas apenas ha logrado dos triunfos y otros tantos empates. De ahí que se ubique en decimocuarta posición.
La clasificación del rival no ha de ser sin embargo un dato que propicie confianza en el Córdoba Patrimonio de la Humanidad. Nada más lejos de la realidad. Eso sí, el cuadro califal tiene la oportunidad de hacer daño a un adversario herido. No en vano, el Aspil Jumpers Ribera Navarra le rinde visita después de encadenar tres derrotas. Cayó ante el Jaén Paraíso Interior (5-3), el Jimbee Cartagena (4-1) y el Palma Futsal (2-3). Que esta trayectoria no suponga un arma de doble filo tampoco para los de Maca, que sobre todo están ante una ocasión de oro para mantener su prudencial distancia con el descenso. Si ganan y los resultados acompañan pueden volver a gozar de una renta de cinco puntos. Y además impedir que los tudelanos le tomen la delantera o sigan a menos de un partido de diferencia.
Así, está claro que el choque del sábado es uno de los llamados a ser trascendentes de aquí a final de temporada. Es de esos en los que el triunfo vale más de tres puntos, como suele decirse. Pero además se presenta como una opción de tomar aire antes de un período muy exigente. El Córdoba Patrimonio de la Humanidad, como casi todos los equipos de Primera, debe cerrar el año con nada más y nada menos que cinco partidos en quince días. Por tanto, el conjunto blanquiverde se enfrenta a un diciembre de vértigo. Ese ciclo lo arrancará el viernes 6 del próximo mes con una difícil salida. Entonces visita al Palma Futsal de Carlos Barrón, Lolo Urbano y Rafa López, que es uno de los aspirantes a estar en la lucha por los títulos -ahora mismo es cuarto-.
Tras el encuentro en tierras baleares toca cumplir en Copa del Rey. El cuadro califal accederá a la competición en dieciseisavos, eliminatoria en la que se medirá en duelo único a un viejo conocido. Habrá de jugar en la pista del Software Delsol Mengíbar, la misma en que logró y celebró su ascenso a Primera, el 10 o el 11 de diciembre. Sólo unos días después (el 14 como base) tendrá que afrontar su tercer partido consecutivo como visitante, entonces ante un rival teóricamente de su liga, el Jimbee Cartagena. Sin embargo, los murcianos ya han dado muestras de que no están dispuestos a vivir en la zona baja.
Y de nuevo entre semana tocará a los de Maca jugar otro choque de Primera. En esta ocasión (con el 17 como base) ante un equipo al que está obligado, sí o sí pero con respeto, a superar: el Pescados Rubén Burela, que es colista. Muy importante es también la contienda con que el Córdoba Patrimonio de la Humanidad echará la persiana a 2019. Porque el 21 de diciembre visitará a un Industrias Santa Coloma que también pelea por alejarse del descenso -del que antes tiene que salir-.
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