Sergi Guardiola: “No me perdonaría no dar todo cada vez que me ponga la camiseta del Córdoba CF”
Hablar de Sergi Guardiola (Manacor, 1991) es hacerlo de uno de los mejores goleadores de la historia reciente del Córdoba CF. No por su longevidad, sino más bien por su extrema efectividad en tan poco tiempo. Y es que el ariete fue uno de los grandes protagonistas de la histórica permanencia en la 2017-18, aquella en la que el club, que entre medias vivió el cambio de propiedad entre Carlos González y Jesús León, logró protagonizar una hazaña irrepetible, recuperando una desventaja de 16 puntos con la salvación, tras un mercado invernal más frenético que nunca. El año de Reyes, de la eclosión de Aguado, de los Aythami, Jesús Valentín o Kieszek. De Sandoval, aunque seguramente, sobre todo, del propio Guardiola, máximo goleador del equipo con 24 tantos. Pocos han metido tantos goles con la blanquiverde en una sola temporada en toda su historia.
Un jugador que aterrizó sin cartel de titular y tras un extenso recorrido por Segunda B, con un breve paso por Australia, e incluso, un fichaje fallido en el Barça a raíz de unos comentarios desafortunados. Pero su vida cambiaría por completo en la ciudad califa, tanto en lo personal como en lo deportivo. De eso habla abiertamente con Cordópolis durante un largo rato. Una campaña que le abrió las puertas a siete años seguidos en Primera División. Ahora regresa con otro rol, pero quizá con la misma hambre de entonces. A pocas horas del debut liguero, palabra del que debe ser referente ofensivo del equipo blanquiverde.
PREGUNTA (P). Bueno Sergi, segunda etapa en el Córdoba CF y a punto de empezar la liga de manera oficial. En el momento que salga esta entrevista estaremos a poco más de 24 horas (la charla se hizo el pasado martes) para el debut en Gijón, ¿cómo ves al equipo y en qué punto te encuentras tú personalmente?
RESPUESTA (R). Al equipo lo veo bien, un grupo bastante unido y con muchas ganas de mejorar, que es lo importante. Las pretemporadas están para coger ritmo, coger minutos y, como te digo, lo veo bastante bien, un grupo unido, con muchas ganas. ¿En el punto que me encuentro yo? Personalmente, básicamente lo mismo, me encuentro en el mismo punto. Cogiendo ritmo y sensaciones. La verdad es que me encuentro bastante bien para la altura de temporada en la que estamos y muy contento.
Nadie me ha regalado nada en el mundo del fútbol
P. Hace unos días te estrenaste como goleador en esta segunda etapa, en ese Trofeo Carranza. Imagino que, aunque no sirviera para ganar el trofeo, no sé si hay una parte de presión sobre ti mismo que se quitó. No sé si te liberó un poco o es más cosa del oficio.
R. Bueno, al final no tengo esa presión, o me gusta tenerla, no sé cómo explicarlo. Yo sé que estando bien físicamente voy a hacer goles, porque siempre los he hecho. Entonces, no tengo nada en la mente que me diga que eso no va a ser así. Entonces, ya te digo, estoy positivo, me encuentro bien y sé que voy a hacer goles. Pero lo más importante no es que yo marque, sino que el equipo gane. Eso es lo más importante de todo y yo creo que los goles, evidentemente, llegarán.
P. Siguiendo con esta segunda etapa. Vuelves a Córdoba después de siete temporadas consecutivas en Primera División. ¿Qué te sedujo de la oferta del Córdoba CF para volver? Imagino que valorarías otros sitios, pero por qué el Córdoba CF.
R. Yo quería volver a Córdoba estando bien físicamente para competir. Era una de mis mayores ilusiones. Yo tenía esa ilusión. No quería venir estando mal físicamente, porque, al final, es verdad que le tengo mucho cariño y mucho aprecio al club, y no me lo perdonaría nunca. Entonces, bueno, la base es que yo quería venir estando bien, para darlo todo cada vez que me pusiera esta camiseta y por eso estoy aquí.
P. Si no recuerdo mal, en tu presentación contaste que el fichaje se cerró justamente el día del apagón, ¿fue así?
R. Sí, sí, eso es.
P. ¿Cómo fue eso?
R. Bueno, al final íbamos a reunirnos para hablarlo todo y es verdad que se hizo ese día. También, lo que te digo, fue todo muy fácil porque yo quería venir aquí. Era el único sitio donde quería venir, y aunque parezca una utopía que se diga o que yo lo diga así, pero la gente que está cerca de mí lo sabe. Y bueno, fue en ese momento de la reunión, nos íbamos a ver, pero como pasó no nos pudimos reunir, pero no fue un inconveniente para que yo pudiera estar aquí.
P. Antes de seguir con tu etapa actual, vamos a echar la vista atrás, a tus inicios. Naces en Manacor, pero futbolísticamente, y entiendo que personalmente, te formas en Lorca y en Jumilla.
R. Principalmente en Jumilla y en la cantera del Real Murcia. En el Lorca solo estuve, si mal no recuerdo, seis meses.
P. Entiendo, entiendo, ¿cómo es eso de que naces en Mallorca y tan pronto vas a Murcia?
R. Sí, nací en Mallorca porque mi familia estaba trabajando allí, pero al tiempo, a los tres o cuatro años, nos volvimos todos para Jumilla, la familia y yo ya me crie allí. Yo me siento de Jumilla, me he criado allí, tengo a toda mi familia y a mis amigos allí. Al final, me siento un jumillano más.
Aunque llegara más tarde a la élite, estoy orgulloso de mi carrera
P. Realmente te sientes jumillano.
R. Sí, sí.
P. Eso es, leía en la prensa de Murcia que directamente allí te sitúan como jumillano.
R. Sí, sí, por supuesto.
P. Vas escalando peldaños como dices, en Jumilla, en el Murcia. En Lorca es donde debutas en Tercera División, si no estoy equivocado, y luego vuelves a Jumilla para debutar en Segunda B, ya más profesional. ¿Cómo recuerdas esos primeros pasos? En tu tierra además, que imagino que sería más especial.
R. Sí, la verdad, creo que era la primera vez que Jumilla jugaba en Segunda B. Entonces, imagínate, salir de la etapa de juveniles y tener esa oportunidad, estar en tu casa, en Segunda B, para mí era algo increíble. Pero es verdad que no fue un año bueno, tuvimos muchos problemas con todo en el club, problemas económicos, estuvimos como siete meses sin cobrar y después el club desapareció. Bueno, muchos problemas, pero después de todo, de todo te llevas un poquito, te llevas una experiencia y para mí fue gratificante poder defender los colores de mi pueblo en la categoría de Segunda B, que nunca había estado.
P. Te vas consolidando en Segunda B. Yo creo que ese primer gran año de reivindicación que tienes, fue en la 2014-15, en el Eldense, con 17 goles. Es el momento que de verdad dices: aquí estoy yo, al menos como profesional.
R. Sí, es verdad que, al principio, antes de eso, estuve en otros sitios, en el Getafe B, pero yo siempre había sido delantero y ahí me ponían en banda y nunca estaba en un sitio donde terminara de estar contento, donde confiaran en mí en la posición donde yo jugaba. Y bueno, el año anterior al Eldense decidí jugar en Tercera División, en el Novelda. Allí es verdad que se dio todo muy bien y, aunque en invierno tuve ofertas para volver a Segunda B, al final soy un tío de palabra y dije que aguantaba hasta final de año pasara lo que pasara. Aguanté, la verdad, contento, y al siguiente año tenía bastantes ofertas para irme otra vez a Segunda B, más lejos, seguramente a clubes entonces mejores que lo que tenía cerca de casa, que era el Eldense, pero ya te digo que yo me guío mucho por mis sensaciones y decidí firmar por el Eldense en Segunda B, y fue un acierto. Como te digo, salió un año muy bueno en lo personal y en lo colectivo también, porque conseguimos la salvación, que era el objetivo principal de la temporada.
P. Justo te iba a decir eso. Tú hiciste un año muy bueno, pero el equipo sufrió. De hecho, de esos 17 goles, tres llegan en la eliminatoria por la permanencia con el Avilés.
R. Sí, sí, por eso digo, en lo personal fue bien, pero en lo colectivo también, porque se logró el objetivo. Es verdad que sufrimos, pero se consiguió la salvación, que era el objetivo. Entonces, en lo colectivo también muy bien. Otra cosa hubiera sido que hubiéramos descendido. Entonces, da igual que metas 13 o 14 goles, o 16, da igual porque el objetivo más importante que es el colectivo, no se consigue. Ahí se consiguió todo y la verdad que contento.
P. Ese gran año en el Eldense, además, te abre las puertas del fútbol profesional porque te permite fichar por el Alcorcón en Segunda División y ahí debutas. Otro paso más para ti en ese ascenso deportivo.
R. Sí, correcto. Ahí, como todo, la decisión para mí era la mejor, pero luego me di cuenta de que no. Todo pasa por algo. Al final el club confía mucho en mí, me da tres años de contrato, es verdad que tenía muchas ofertas de Segunda B en ese momento, pero decido ir allí porque el club insiste mucho en ese momento, en que yo soy el jugador que tiene que ir allí. Ya te digo, me transmiten una seguridad muy buena. Pero luego voy, juego poco y decido marcharme en el mercado de invierno.
Mi hija nació el mismo año de la histórica salvación
P. Después de esa etapa, antes de llegar al Granada, se produce este episodio con el Barça. Ya es anecdótico. Diez años después, que recuerdos te trae eso.
P. Nada, al final es un recuerdo de que, cuando eres joven, se ponen cosas sin ninguna intención. Como te he dicho, sirve para aprender, para coger experiencia y ya está. Es una etapa que se ha cerrado y ya está.
P. En ese viaje continuo de seguir sumando experiencias, cambios de clubes. De Granada te marchas a Australia.
R. Sí, bueno...
P. La primera vez que sales de España.
R. Sí, en el tránsito ese de que me pasa lo de Barça, firmo en Granada con una propiedad y cuando termina el año, se vende el Granada, lo coge otra propiedad y ahí es cuando viene el problema. Ahí viene gente nueva que directamente dice que no me quiere. Yo hablo con el míster, que era entonces Paco Jémez, y él me dice que cuenta conmigo, que cuenta conmigo, y de hecho me convoca en la primera jornada. Pero el club toma una decisión el último día de mercado y decide dejarme sin ficha. Entonces, yo intento rescindir, no puedo y claro, me queda que se me cierra el mercado y no puedo firmar en ningún sitio.
Entonces, la opción era quedarme sin jugar hasta el mercado de invierno o irme a Australia. Decidí marcharme para seguir haciendo lo que me gusta, que es jugar al fútbol.
P. ¿Y qué tal la experiencia en Australia? Al otro lado del mundo.
R. Al principio, siendo tan joven, te dicen Australia y dices: ¿Australia? ¿Dónde voy yo a Australia? (risas).
Pero todo pasa por algo, luego me llevé una sorpresa muy, muy buena. Es un país encantador, lo recomiendo mucho para ir. La verdad que muy, muy contento. Si no hubiese sido así, no sé si hubiera ido alguna vez a Australia a verlo y a vivir lo que viví allí. Entonces, es lo que te digo, es muy gratificante. La gente de allí es increíble, el estilo de vida de allí me apasiona. Gente con mucho respeto, siempre muy alegre por la calle, intentando ayudar. Lo recomiendo de verdad.
P. ¿Has vuelto?
R. No, no he podido volver, porque la verdad es que está muy lejos y necesitas bastante tiempo. Nosotros en verano no tenemos tanto tiempo como para ir allí, porque perderías todo el verano.
P. Vuelves a España de nuevo después de esa etapa.
R. Al Real Murcia.
Lo que pasa en un vestuario para mí es sagrado
P. Exacto, al Murcia, que también supone una temporada bastante buena. En tu tierra, yo creo que eso también te sirvió para reconectar con el fútbol español.
R. Sí, yo tenía claro que quería volver a casa. Es lo que te digo, en tres o cuatro meses, había sido como un cambio de todo. O sea, me pasó lo del Barça, voy a Granada, hago buenos números hasta final de temporada en el filial, hago pretemporada con el primer equipo, de repente me dicen que no cuentan conmigo desde arriba, hablo con el míster, que me dice que sí cuenta conmigo. Era un poco todo... De repente me encuentro en Australia.
Y entonces digo: voy a poner un punto y aparte en todo esto tan intenso que me ha pasado en tan poco tiempo. Era un no parar. Digo: me voy a ir, me voy a casa, voy a estar centrado, con mi gente, con mi familia, y al final salió todo muy bien. Se jugó un ascenso con el Murcia que al final no pudimos pasar la eliminatoria, pero la verdad que fue increíble. Todo el estadio a reventar. La afición respondiendo. Guardo muy, muy, muy buenos recuerdos de esa etapa y así fue un poco todo. La idea de volver fue por eso. Llevaba como ocho meses o un año, que no paraba nada. Ahora esto, ahora lo otro.
P. Buscabas la estabilidad, al final.
R. Eso es. Busqué eso yéndome a casa y la encontré.
P. De toda esta etapa que estamos hablando, problemas, que al final la mayoría no dependen de ti. Lo que te vendría, consolidarte en el fútbol profesional, llegar a Primera División. Con todos esos problemas que surgían, ¿lo veías cada vez más lejano?
R. No, yo siempre he tenido claro que iba a luchar por ello. Entonces, con todos los “palos” que yo he tenido en el fútbol, me entiendes, al final lo he conseguido por mi trabajo. A mí nadie me ha regalado nada. Al final, para jugar en Primera División he tenido que marcar 24 goles en Segunda División. O sea, no he metido 10 goles y he llegado a Primera, sabes. Yo si tengo algo claro en mi carrera es que nadie me ha regalado nada. Entonces, como todo, habrá opiniones que dirán que sí, que dirán que tal.
P. Los números están ahí.
R. Al final, la gente, la opinión es totalmente respetable, pero yo personalmente sé lo que te estoy diciendo. Estoy orgulloso de mi carrera, porque me la he peleado.
P. Hablabas de esos 24 goles en Segunda División. Ese buen año en Murcia es lo que te permite fichar en Córdoba.
R. Ese año creo recordar que en medio año, entre la liga y el play off, hago 10 goles. Entonces, es lo que te digo, he tenido que hacer números para tirar hacia arriba.
Al final, por eso digo que estoy contento y satisfecho con la carrera que he tenido, aunque haya llegado un poquito más tarde, porque lo he peleado mucho y para mí es muy gratificante.
P. Como digo, firmas con el Córdoba CF tras un gran año en Murcia. A día de hoy sigue siendo tu mejor temporada a nivel goleador. Un curso en el que se juntaron astros para ti personalmente.
R. Es verdad que después he jugado en Primera División y hacer 24 goles en Primera División...
Ronaldo tenía una relación muy cercana con nosotros en Valladolid
P. Es complicado (risas).
R. Complicado no, muy poquitos lo hacen. Incluso gente de mucho nivel que está en grandes equipos, no lo hace. Es mucho más complicado, evidentemente.
P. Esa temporada aquí en Córdoba será recordada por muchos motivos. Dentro y fuera del césped. Buenos y malos momentos. Hay un vaivén de entrenadores, los resultados no son buenos, pues prácticamente en Navidad os daban por sentenciados. Luego cambia ese chip. ¿Cómo recuerdas el momento previo al mercado de invierno?
R. Muy bien no me acuerdo, hace mucho tiempo. Pero a mí no me gusta hablar nada de vestuario. Yo creo que el vestuario es sagrado para un jugador. Lo que pasa ahí, se tiene que quedar ahí. Tampoco recuerdo mucho, pero es verdad que vino gente en el mercado de invierno que nos dio ese salto de calidad que necesitábamos. Entre todos lo sacamos. Fue algo único, bonito, ver Córdoba volcada con el equipo, el campo lleno...(se para a recordar).
Fue algo que aún, fíjate (se señala el brazo con el vello de punta), la sensación me viene y la verdad que muy bonito.
P. Es algo que difícilmente se podrá repetir en ningún otro sitio. Pasar de esa desventaja que teníais hasta esa recta final increíble. Solo hablando de ese periodo, eran números de play off. Y como dices, fichajes como los de Reyes, Aythami. El equipo cambió el chip. Parecíais invencibles en esos partidos.
R. Sí, la verdad que nos sentíamos muy fuertes. Todo son dinámicas. Enganchamos una dinámica muy buena con gente con mucha experiencia, como Aythami, Reyes. Los fichajes que vinieron. Todo sumó y supimos afrontar los últimos partidos, que en la situación en la que estábamos no era nada fácil.
P. Ese año imagino que tiene un hueco muy especial en ti.
R. Sí, sí, en general por todo Córdoba es muy importante. Mi hija también nació aquí en ese año. He estado viniendo casi todos los años. Evidentemente, tiene un hueco muy grande en mí. Es muy difícil que se te borren esas imágenes y la verdad que a todo el mundo en la vida se le quedan cosas marcadas. A mí aquello se me quedó muy marcado y lo tengo bastante presente.
P. En lo institucional también fue curiosa. Empiezas con un presidente y acabas la temporada con otro. Desde la plantilla qué contactos o qué se hablaba de todo eso.
R. Nosotros éramos jugadores, nos debíamos al Córdoba CF y lo que pasara fuera no teníamos nada que ver ahí.
Me he encontrado un Córdoba CF más estable y profesionalizado
P. Ese gran año te abre las puertas del Getafe en Primera División. Imagino que era tu gran sueño desde pequeño. ¿Qué sientes en ese momento?
R. Como todo el mundo, siempre quieres un poquito más. Era el momento de dar el salto a Primera División. Además, el club recibió un dinero por mi cesión y después por la venta. Todas las partes que estábamos involucradas en la operación...
P. Ganaron.
R. Exacto, ganaron.
Para mí era muy importante que el club quedase bien con todo lo mío. Al final todas las partes quedamos contentas y salió todo bien en ese aspecto.
P. Pero el primer paso por el Getafe no fue realmente bueno.
R. Sí, es verdad, yo llego y en el primer partido pretemporada me lesiono, con una rotura de gemelo y de sóleo, que me hace estar parado prácticamente toda la pretemporada. Llego muy justito para el inicio de temporada, ya te cuesta arrancar, ya era un poco todo que no había entrado con buen pie.
A partir de la jornada 10 u 11, el Valladolid ya se mete conmigo en mi operación. Quieren que vaya sí o sí, y ya se empieza a maquinar todo eso. Yo hablo con el míster, porque a mí me gusta ser claro. Le digo las cosas que pienso, que me había llamado en verano y no me había puesto. Entonces, evidentemente, yo quería jugar, y si no era ahí, pues me estaban llamando de otros sitios y que quería salir.
Yo se lo transmito y en el mercado invierno se hace el traspaso al Valladolid. Como te digo, incluso para el Getafe, que se llevó una cantidad buena de dinero, y para el Córdoba CF, pues al final contento porque aparte de que saliera bien con el tema del traspaso, que se necesitaba el dinero, pues yo también salí beneficiado.
P. Allí en Valladolid vuelves a sentirte futbolista ya con rango de Primera.
R. Sí, allí sí, tengo que agradecer al míster, a Sergio González, que desde que llegué confió en mí. Llegué el viernes y el domingo ya estaba jugando el primer partido contra el Celta. Después de una dinámica mala, ese partido ganamos 2-1 en casa. Y ya te digo, llegué un viernes y dos días después ya estaba jugando. Me transmitió mucha confianza y cuando me transmiten esa confianza, yo rindo mucho mejor y es verdad que por eso también he estado mucho tiempo con él. He estado en varios equipos con él porque confía mucho en mí. Y nos ha ido bien.
P. Como delantero, imagino que tener a Ronaldo de presidente debe molar.
R. Sí, la verdad es que sí (risas). Hablar de Ronaldo es hablar de otro nivel. Para mí es lo mejor que yo he visto desde pequeño y en mi vida. Hablar de él es algo de otra dimensión y tenerlo ahí tan cerca, al final también impresiona. Pero él muy bien, muy cercano, muy humilde.
Cuando me transmiten confianza rindo mucho mejor
P. ¿Tenía relación con la plantilla?
R. Sí, sí, tenía relación con la plantilla. Se acercaba, charlaba contigo. Muy bien. Un tío de lujo.
P. Después de eso creo que llegan dos cesiones más, al Rayo y al Cádiz.
R. Al Cádiz no fue cesión. Fue cesión con opción a compra.
P. ¿Qué recuerdos tienes de esas etapas?
R. La primera en el Rayo fue muy buena porque, al final, llego al final del mercado y quedo máximo goleador del Rayo ese año. Ese año en Primera meto 10 goles y quedo máximo goleador y la verdad que muy bien. Al siguiente año me intenta firmar otra vez el Rayo, pero no llegamos a un acuerdo, y me quedo en Valladolid. Y después cuando llega la cesión al Cádiz, que estaba Sergio (González) de míster, pues bueno volvemos a contactar y vuelvo allí. La verdad que muy bien en Cádiz. Espectacular. Me han tratado muy bien. He sido muy feliz, excepto la lesión que tuve, que es un poco lo que merma.
Pero estoy contento porque la lesión viene por querer ayudar y por dejarme todo en el campo. Habían confiado en mí en el mercado de invierno, en una situación que yo no estaba bien en Valladolid. Ellos me vuelven a meter en la rueda, de volver a jugar y a sentirme futbolista, como aquel que dice, y yo soy muy comprometido para eso.
Yo estaba perfecto, pero llego y la primera semana entrenamos en un campo que teníamos arriba, en la Ciudad Deportiva, que estaba más duro. Y yo como que me empiezo a notar como que me duele el abductor o el isquio. En ese momento no me saben sacar lo que tengo, paro una semana para intentar recuperarme. Después empiezo otra vez, pero juego con dolor, con dolor, con dolor y ya las últimas 11 o 12 jornadas, prácticamente ni entreno. Llega el partido, Voltaren y a jugar con dolor. Los siguientes tres días no me podía mover, cojo. Lo pasé mal, pero bueno, estoy orgulloso porque al final se consiguió lo que queríamos, que era la salvación.
Es verdad que me tuve que operar, pero salió de mí. Es lo que te digo, yo soy así. Si hubiera parado, no me hubiera operado, bueno... Pero eso sale de uno mismo. Yo decidí que no podía fallar y es lo que tenía que hacer. Luego me operé y bueno, es lo que tocaba. Pero en Cádiz, tanto mi familia como yo, fuimos muy feliz.
P. Un buen sitio para vivir.
R. Muy buen sitio, sí.
Estoy orgulloso de haber aportado en una temporada histórica del Rayo
P. Después de lo que Cádiz, segunda etapa en Vallecas esta última temporada. Quizá en lo individual no has podido tener la continuidad que te hubiera gustado, pero en lo colectivo ha sido histórico.
R. Sí, es lo que dices, en lo individual no he disfrutado de los minutos que me hubiera gustado, pero en lo colectivo ha sido histórico. Es verdad que llego tarde, en la jornada 6 o 7, con la pretemporada ya hecha, el equipo ya rodando, con partidos en liga. Te cuesta mucho adaptarte. Pero me quedo con la experiencia de que ha sido una temporada histórica, que la he podido vivir con todos mis compañeros, con la afición, y estoy orgulloso de haber podido aportar mi granito de arena, aunque no fue como me hubiese gustado.
P. Después de estas etapas en Primera, vuelves al Córdoba CF. ¿Cómo te has encontrado al club?
R. Un club mucho más estable y mucho más profesionalizado. Yo te diría que esas son las dos palabras clave. Se nota que el club quiere crecer, está en continuo crecimiento y, al final, eso se palpa, se nota en muchos aspectos. Al club se le ve con ambición. La gente también desde fuera lo nota, y creo que esos son los dos puntos más fuertes que yo recalcaría.
P. Tu rol también ha cambiado. Entonces llegaste con 26 años y queriendo demostrar que podías consolidarte en Segunda División. Ahora eres el veterano, con una trayectoria en Primera, y dentro de un equipo plagado de jóvenes que buscan lo mismo que tú en aquel entonces. Tratando de inculcar eso también, entiendo.
R. Sí, yo he venido a ayudar en todos los aspectos, en todo lo que pueda. Y como dices, también aportar mi experiencia a la gente más joven. Hay un vestuario bastante sano y muy humilde, y yo creo que esa es la base del equipo. Tenemos que seguir por esa dirección, porque así es como se consiguen los resultados.
P. ¿Qué podemos esperar de Sergi Guardiola este año? ¿Qué puede esperar la afición de ti?
R. (Se queda pensando) Bueno, al final es una pregunta un poco abierta.
Vengo al Córdoba CF a aportar todo lo que pueda
P. Hasta que no se vea.
R. Claro, eso es, hasta que no se vea... Pero bueno, como te digo, cada vez que me pongan. Bueno, pregúntale al míster. La pregunta mía se la puedes hacer a él. O a César.
(En ese momento pasaba Iván Ania por los pasillos del estadio, justo por donde estaba teniendo lugar la entrevista)
P. Iván, ¿qué esperas de Sergi?
Ania. ¡Qué meta goles!
P. Eso es (risas)
P. Ya la última Sergi, ¿cuál dirías que es el primer objetivo obligatorio para el club esta temporada?
R. El primer objetivo es afianzar al club en el fútbol profesional, mantenerse. Eso hay que tenerlo claro todos. Por el bien de todos, el objetivo es ese. A partir de ahí, por supuesto que todos somos ambiciosos, tanto tú en tu trabajo, como tú (señala al fotógrafo). Todos somos ambiciosos, pero tenemos que tener los pies en el suelo e ir paso a paso. El objetivo principal y el más importante es la permanencia, evidentemente.
0