Córdoba CF

— Segunda División

La jerarquía no se negocia: Iván Ania sigue confiando en su 'vieja guardia' para el arranque de liga

El primer once del Córdoba CF en el arranque de su segunda temporada consecutiva en Segunda División dejó una lectura tan clara como contundente: Iván Ania confía plenamente en el bloque que el curso pasado logró el objetivo de la permanencia. A pesar de un verano con un gran número de fichajes y la llegada de piezas teóricamente importantes para el proyecto, el técnico asturiano apostó por la continuidad en El Molinón, enviando un mensaje de meritocracia y respeto a la 'vieja guardia'. Los recién llegados tendrán que ganarse el puesto, porque, de momento, la base del equipo de la campaña 2024-25 sigue siendo la que manda.

Los datos respaldan esta idea de forma abrumadora. De la alineación titular que saltó al césped del estadio asturiano, hasta ocho futbolistas ya defendían la blanquiverde la pasada temporada. La portería y la defensa contaron con Carlos Marín, Carlos Isaac y Rubén Alves; y el centro del campo fue un calco del de la campaña anterior, con Isma Ruiz, Álex Sala y Pedro Ortiz en la sala de máquinas, junto a los extremos Carracedo y Jacobo. De hecho, echando la vista más atrás, gran parte de este 'nucleo de confianza' de Ania se remonta, incluso, a la temporada de Primera RFEF, donde jugadores como Carlos Marín, Albarrán, Isma Ruiz, Álex Sala o Carracedo ya eran importantes para el asturiano.

En contraparte, tan solo tres de los fichajes de este verano encontraron hueco en el primer equipo titular de la temporada. A las novedades del central Fomeyem y el lateral izquierdo Ignasi Vilarrasa -una de las más sorprendentes al contar, apenas, con una semana de entrenamientos- se sumó la del delantero y fichaje estrella, Sergi Guardiola, que se convirtió en la nueva referencia ofensiva. Un claro ejemplo de que, para Ania, la química del pasado es clave, reforzada con piezas estratégicas.

El banquillo, una amalgama de fichajes con minutos contados

La fotografía no cambió en exceso al mirar al banquillo y analizar las sustituciones. En la recámara esperaban un gran número de fichajes: Iker Alvarez, Juan María Alcedo, Álex Martín, Requena, Del Moral, Kevin Medina, Diego Bri y Adri Fuentes. Sin embargo, su participación fue limitada. El primero en saltar al campo fue Álex Martín, y lo hizo por la lesión de Rubén Alves al descanso. Ya en el tramo final, con el equipo buscando la remontada, Ania dio la alternativa a Kevin Medina y a Alcedo.

Por otra parte, los otros dos cambios realizados por el técnico fueron para recurrir, de nuevo, a hombres de confianza. Carlos Albarrán y Nikolay Obolskii, dos habituales del curso pasado, fueron los elegidos para intentar cambiar el signo del partido. De este modo, de los 16 jugadores que participaron en el encuentro, un total de 10 ya formaban parte de la plantilla de la pasada temporada, manteniendo así columna vertebral del proyecto intacta desde el pasado año. De esta manera, aún restan por debutar como blanquiverdes Iker Álvarez, Dani Requena, Diego Bri y el lesionado Dalisson, además de una vieja cara conocida como la de Alberto del Moral.

Por todo ello, la decisión de Iván Ania se podría interpretar como un doble mensaje. Por un lado, es un premio y un voto de confianza a los artífices de la sólida temporada anterior, en la que se consiguió la permanencia con cierta holgura. Por otro, establece un listón de exigencia para los recién llegados: la titularidad no se regala, se conquista demostrando en los entrenamientos ser mejor que un grupo que ya ha demostrado su valía y adaptación a la categoría. Si bien es solo la primera jornada y la temporada es muy larga, la primera batalla por los puestos la ha ganado, con diferencia, el bloque del año pasado.