¿Os acordáis de mí? Soy Florin Andone
El delantero internacional rumano afronta como pieza clave del Córdoba el partido ante el Villarreal, que le dejó libre el verano pasado tras unos años de formación en su cantera
Pisar el césped de El Madrigal como futbolista de Primera División. Con ese instante soñó durante años Florin Andone (Joldesti, Rumanía, 1993). Lo hará finalmente, pero de una forma que no podía ni imaginar hace apenas unos meses. El pasado verano, el Villarreal le dejó libre para buscar su porvenir después de formarle en su cantera. Aquel brillante punta que había deslumbrado en el Vinaroz y el Castellón no logró superar la exigente criba del club amarillo, en cuyas divisiones inferiores se pulen algunos de los mejores talentos de España y de Suramérica. Pasó por los juveniles y el Villarreal C, pero no subió más escalones.
Su último examen lo pasó en el Atlético Baleares, de la Segunda B, donde anotó 12 goles en 34 partidos y dejó un sello de esfuerzo y honestidad brutal. No fue suficiente. Le abrieron la puerta del Villarreal y punto. El rumano, con 21 años, agarró un contrato por tres años para empezar en Segunda B con el filial del Córdoba, un club del sur que acababa de regresar a Primera después de 42 años. Una nueva oportunidad. Nueve meses después, Florin Andone se ha hecho un nombre en la Liga. Y vuelve a Villarreal con ganas de demostrar quién es.
Florin Andone es, hoy por hoy, el jugador más venerado por la castigada afición del Córdoba, que ha encontrado en el joven rumano -acaba de cumplir los 22- una referencia futbolística y moral. El chico no se ha arrugado ni se ha escondido pese a la contundencia del desafío que se la planteaba: sostener a un club en Primera sin haber pasado ni siquiera por la Segunda División. Con cinco goles y una asistencia en 14 partidos jugados -un promedio excelente, de largo el mejor del equipo y uno de los mejores entre los delanteros de Primera-, Florin Andone ha elevado su cotización, que ronda los dos millones de euros. Su nombre aparece en la agenda de varios clubes y desde el momento en que el Córdoba ha dado por hecho su descenso se ha especulado, con fundamento, sobre su posible venta. “Sólo pienso en el Córdoba, no miro nada más”, dijo recientemente en la sala de prensa a propósito de su futuro. Se espera un verano caliente.
Este domingo, Florin saltará al Madrigal con la cabeza alzada. Añadirá uno más a la lista de retos cumplidos en un curso mágico, en el que logró debutar en Primera División, marcar el gol más rápido en la historia del Córdoba y cuarto en la de la Liga (ante el Éibar, 9 segundos), ser convocado por la selección absoluta de su país y reivindicar sus condiciones como futbolista válido para la elite. Tiene la vida por delante.
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