Salas cerradas y aperturas con un sólo empleado: denuncian la situación del Museo de Bellas Artes de Córdoba
Una veintena de trabajadores de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Córdoba se han concentrado este jueves para denunciar la situación que se está viviendo en el Museo de Bellas Artes de Córdoba por la falta de personal y la cantidad de plazas que hay sin cubrir.
Concretamente, según ha explicado a los periodistas el presidente del Comité de Empresa, José Ortega, el Museo de Bellas Artes de Córdoba sólo tiene cubiertas 10 de las 23 plazas previstas en su Relación de Puestos de Trabajo (RPT). Esta falta de personal está provocando situaciones indeseables como la apertura del museo con salas cerradas o sin atención al público.
“Se ha llegado a abrir el centro con una sola persona, lo cual es imprudente tanto por la seguridad de esta persona como por la seguridad de las propias obras”, ha señalado Ortega, que ha lamentado que la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, “haya dejado olvidado al Museo de Bellas Artes de Córdoba”.
Un museo en el que, en las últimas semanas, se ha contratado a personal de seguridad privada, lo cual desde el Comité de Empresa leen como un paso hacia una posible privatización del servicio. “Para meter un vigilante jurado sí hay dinero, a pesar de que cuesta más que tener personal propio”, ha señalado Ortega, que añade que el Bellas Artes no cuentan con personal técnico propio (la que hay va desde el Museo Arqueológico), ni de administración (usan un funcionario de la Delegación Provincial de la Junta de Andalucía).
Y todo mientras, a su juicio, “la Junta eterniza los concursos de acceso”, la plantilla va envejeciendo y se dejan sin dotar las jubilaciones. De manera que, según han denunciado este jueves, “una de cada tres plazas en la Delegación de Cultura está sin cubrir y los trabajos extras acaban en manos de empresas externas”.
En su relación con la Consejería, cuya titular Patricia del Pozo afirmó este miércoles que se está “dejando la piel” para “arreglar” las relaciones de puestos de trabajo (RPT), Ortega señala que la única respuesta que reciben es que “la cultura no es un servicio esencial”. Por su parte, el nuevo director “comprende lo que estamos reivindicando aunque no nos apoye abiertamente”, dice el presidente del Comité de Empresa.
Tras esta concentración, el personal ha convocado una segunda el próximo 10 de febrero en la puerta de la Sinagoga, donde se está funcionando, según Ortega, “con dos personas prestadas por el Museo Arqueológico”.
El Museo de Bellas Artes de Córdoba acogió a 32.164 visitas en 2022, superando en más de diez mil la cifra alcanzada el año anterior (21.614).
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