Una mirada ucraniana sobre Julio Romero de Torres
Los artistas ucranianos Mikhail Korobkov y Olga Korobkova ya son un poco más cordobeses. Aunque llevan meses instalados en la ciudad, a la que llegaron primero con un proyecto tras la invasión rusa de su país y después de forma permanente, ahora han centrado su mirada sobre el pintor más universal de Córdoba, Julio Romero de Torres, del que se celebra este año el 150 aniversario de su nacimiento.
Así, desde este pasado jueves se puede ver en el restaurante Amaltea, en La Ribera, una pequeña exposición en la que este colectivo ucraniano ha mostrado una serie de trabajos inspirados y dedicados a Julio Romero de Torres.
La pareja de artistas ha centrado su objetivo en uno de los cuadros más universales del pintor cordobés, La chiquita piconera, que han recreado a partir de su personal forma de entender el arte. Así, en las semanas previas, Mikhail Korobkov ha trabajado con una modelo en su estudio de Córdoba, que le ha servido como inspiración para entregar distintas variaciones de este cuadro inmortal, que se podrán ver durante todas las navidades en el restaurante de La Ribera, y estarán a la venta, por si interesan a algún coleccionista.
El colectivo Korobkov tiene, a solo unos metros de Amaltea, un mural sobre la guerra ucraniana en la fachada del edificio donde, en el siglo XV, estuvo la Casa de la Aduana.
Mikhail y Olga llegaron a Córdoba hace un casi año por segunda vez dejando atrás Kiev (Ucrania) y un país sumido en la incertidumbre de la guerra y la triste disputa entre su país y Rusia. Su primera experiencia en Córdoba fue en mayo del 2022 cuando estuvieron invitados como creadores becados en la segunda convocatoria de Córdoba Ciudad de las Ideas un proyecto cultural de la fundación Artdecor.
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