Ana Belén se subirá al escenario del Gran Teatro para reflexionar sobre el paso del tiempo para las mujeres en la cultura
El tiempo no pasa en balde para nadie, a pesar de ese discurso manido de la eterna juventud, cremas mediante. En el cine, en la dramaturgia en general, es uno de los campos donde más se están extendiendo estos prejuicios sobre la vejez. Si ya hay pocos papeles femeninos, no hablemos ya de aquellos dirigidos a actrices mayores de 45 años, tal y como reflejó el último estudio elaborado por la Unión de Actores y Actrices y la Sociedad de gestión de Artistas e Intérpretes AISGE sobre la presencia femenina en las películas y las series de televisión.
Sobre esta cuestión reflexionarán Ana Belén y Mel Salvatierra, quienes protagonizarán el próximo 12 de marzo Eva contra Eva, una adaptación de Pau Miró de la obra Eva al desnudo, de Joseph L. Mankiewicz. Dos actrices, de dos generaciones distintas, deben interpretar a un mismo personaje. En esta coincidencia chocan dos maneras de entender la vida y la profesión. La actriz más joven lucha por conseguir la oportunidad de darse a conocer. La actriz mayor se esfuerza para no permitir que el paso del tiempo la haga desaparecer de los escenarios. Pero esto no las convierte necesariamente en enemigas, sino que tienen miradas complementarias y pueden aprender la una de la otra, sin necesidad de destruirse.
Los cinco personajes de Eva contra Eva (la directora, el crítico, la representante y las dos actrices) utilizan el teatro para hablar de la vida y la vida para hablar del teatro. Se entregan en esta profesión con tanta intensidad y devoción que, a menudo, pierden la capacidad de reírse de sí mismos. Y es en la excesiva trascendencia que otorgan a sus vulnerabilidades, convertidas en simples vanidades, donde encontramos también comedia. Shakespeare decía que el objetivo del teatro es poner un espejo delante de los espectadores para reflejar allí las virtudes y los defectos de cada época. Ojalá que, en el espejo que ofrece Eva contra Eva, podamos ver algunas de nuestras imperfecciones contemporáneas con una sonrisa en la cara.
En palabras de la directora, Sílvia Munt, “los motivos por los que una actriz puede entrar en crisis pueden ser, como para cualquier mujer, aparentemente indiscutibles, pero ¿qué hay de verdad y qué hay de montaje social premeditado y quizás morboso en esta anunciada guerra generacional? ¿Qué o quién hay detrás de este juego devorador, donde primero las criaturas son ignoradas para después ser engullidas, hasta acabar hartos de comer siempre lo mismo?”.
Ana Belén Debutó en el cine con Zampo y yo (1964) junto a Fernando Rey y en 1979 protagonizó su mayor éxito televisivo: la serie Fortunata y Jacinta, dirigida por Mario Camus y emitida por TVE, que también se emitió en Francia, Italia, Países Bajos, República Checa, Argentina y en el resto de América Latina. Considerada una de las principales figuras del cine español, ha aparecido en numerosas películas, como Tormento, de Pedro Olea (1974), La colmena, de Mario Camus (1982), Divinas palabras, de José Luis García Sánchez (1987) y La pasión turca, de Vicente Aranda (1994). Además, debutó como directora en 1990 con la película Cómo ser mujer y no morir en el intento, basada en el exitoso libro de Carmen Rico Godoy.
Por su parte, Mel Salvatierra es una actriz formada en el Colegio del Teatro de Barcelona. Ha estudiado con profesionales de interpretación, dramaturgia, movimiento y danza como Andrés Lima, Álex Rigola, Gabriel Olivares, Andrés Acevedo, José de la Vega, Mercedes Boronat y Helena Tornero y con La Joven Compañía. Ha participado en series de televisión como HIT (TVE, 2020), Valeria (Netflix, 2019), La que se avecina, Les de l’Hockey (TV3, 2019) y Benvinguts a la família (TV3, 2018), entre otras. En teatro ha actuado en la recién estrenada La Gavina (2020) y L’amor del rossinyol(2015). También ha formado parte de la compañía de teatro infantil Catacrack y de la compañía de creación Sargantana del teatro La Vilella. Ha participado en varias lecturas dramatizadas de la Sala Beckett con textos como Teulada (2015), dentro del festival PIIGS.
Las entradas para asistir a esta obra de teatro se pondrán próximamente a la venta.
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