La vida bajo techo (VII): “¡Que nadie olvide el balcón!”
“Mientras dure la vida, sigamos con el cuento”, animaba la escritora Carmen Martín Gaite. Seguimos recibiendo historias ciudadanas -en formatos diversos- sobre esta crisis desde distintos puntos de Córdoba y del exterior. Éste canal se convierte en un lugar para que los lectores y lectoras relaten sus experiencias en estos días difíciles. Un espacio de denuncia, desahogo, ayuda e inspiración para los demás. Puedes escribirnos aquí.
Marta Morón, desde Córdoba
José Antonio Pérez , desde la barriada de La Paz
Hoy ha sido un día duro, la cuarentena ya no será igual que hasta ahora; la panadería de mi barrio ha cerrado. Vaya palo.
Este virus me ha quitado, espero que temporalmente, mi panadería. Mis teleras auténticas, ese pan de lino, esas barras gallegas, esas tortas apestiñadas y esas palmeras de chocolate.
Maldigo al virus, que no encuentre a nadie en su caza (ni en su casa). Y que su camino esté lleno de espuma de jabón; maldigo al COVID-19.
Guillermo, desde el casco histórico
Haiku 2
Domingo en calma,
dulce trino de pájaros.
Silencio roto
Rafael Llamas, desde Córdoba
A todo el personal sanitario, médicos, enfermeras, técnicos, limpiadoras, especialmente a mi hermana, Inmaculada Llamas y mi sobrino José Manuel.
¡QUE NADIE OLVIDE EL BALCÓN!
A las ocho de la tarde
me da un vuelco el corazón,
todos tocando las palmas
cada uno en su balcón.
¡Que no se sientan solos!
¡Vamos a darles aliento!
Se están jugando la vida
sin dudarlo ni un momento.
¡Qué fuertes! ¡Qué valientes!
Me enorgullece su entereza,
y yo aquí metido en casa
sacando fuerzas de flaqueza.
Que nadie ponga en duda
que lo van a conseguir,
están hechos de otra pasta,
son un ejemplo a seguir.
Están luchando sin medios
pero ninguno abandona,
a veces se tambalean
pero no caen en la lona.
A las ocho de la tarde
me da un vuelco el corazón,
se ponen los vellos de punta
y me embarga la emoción.
A quien os perdió el respeto
ya os pueden pedir perdón,
que tengan vuestras agallas,
vuestro coraje y tesón.
Cuando ganéis esta guerra,
que nadie olvide el balcón,
a quienes nos salvan la vida
nunca más una agresión.
¡Habrá que besarles las manos
y aprender de la lección!
Esperamos tu historia. Puedes escribirnos aquí.aquí
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