Un paseo por la memoria fósil escondida en los muros y suelos de Córdoba
Rodean la Mezquita, se esconden entre las piedras del casco histórico y acompañan nuestros pasos sin que reparemos en ellos. No son cristianos, ni judíos, ni musulmanes. No son humanos ni animales, pero un día tuvieron vida en lo que hoy pisamos y también en lo que fueron aguas. Son fósiles: testigos silenciosos de un mar antiguo que aún palpita en los muros y suelos de Córdoba. Un patrimonio (in)visible que invita a pensar la ciudad en movimiento, a no quedar atrapados en la historia oficial, sino a escuchar aquello que permanece bajo capas de tiempo.
Coincidiendo con las Jornadas Europeas del Patrimonio, que se celebran el 13 y 14 de diciembre, la asociación Plata continúa el desarrollo del proyecto Tocar el mar, una iniciativa subvencionada por el Ayuntamiento de Córdoba (Casco Histórico) que comenzó el pasado 8 de noviembre con un paseo didáctico junto a Miguel Ángel Núñez —editor de la guía de fósiles urbanos de la ciudad— y una conferencia performativa de la escritora Valeria Mata en Objetodardo.
Para esta nueva cita, el proyecto presenta tres acciones que abren la mirada a los fósiles desde distintas disciplinas artísticas y performativas, invitando a sentirlos en tiempo presente.
El sábado 13, a las 19:00 en la Puerta del Puente, la artista Cristina Mejías, reciente Premio Ojo Crítico de Artes Plásticas 2025, realizará junto a Ignacio Tejedor la acción Fábula vibrante: un paseo en espiral que invita a confabular a la sombra del cometa 3I/ATLAS, visible esa misma noche. Una experiencia que enlaza los restos marinos del pasado con la posibilidad —y la pregunta— de vidas en otros mundos.
El domingo 14, a las 12:00 en la Plaza de Jerónimo Páez, el artista Antonio Moreno presentará FOSILFOSILFOSILFOSILFOSIL, una acción coral donde cuerpo y voz se dejan atravesar por los distintos pavimentos de la ciudad. Las vibraciones transforman el espacio urbano en un escenario estratigráfico donde las guajiras del XIX y las soleares de Córdoba hacen “bailar” los tiempos superpuestos.
La jornada culminará a las 13:00 con Frotar marino, un encuentro-taller impartido por el artista Javier Arce en Jugo. La propuesta combina dos gestos complementarios: el frottage sobre la presencia pétrea de los fósiles urbanos y el gyotaku realizado con especies marinas actuales, como las que pueden encontrarse en cualquier mercado. Una manera de trazar puentes entre la vida que fue y la vida que es.
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