Condenado a un año de cárcel un exmilitar por abandonar durante meses su puesto en la base de Cerro Muriano
El Tribunal Militar Territorial Segundo de Andalucía ha condenado a un año de prisión a un exmilitar de la base de Cerro Muriano de Córdoba por abandonar su puesto durante meses sin justificación alguna. El acusado, a quien se le imputaba un delito de deserción, ha aceptado la pena y ha comunicado que no recurrirá la sentencia, por lo que esta ya ha adquirido firmeza.
Según la sentencia, a la que ha accedido este medio, el soldado estaba destinado en la 8ª Compañía de Fusiles del Batallón Lepanto del Regimiento La Reina nº 2 de Cerro Muriano. El primer día que faltó a su puesto de trabajo fue el 17 de enero de 2022, cuando envió un mensaje de WhatsApp a su sargento comunicando que no se encontraba bien. Tampoco compareció los días 18, 19 y 20 de ese mismo mes, mandando igualmente mensajes por esta aplicación, avisando de su no asistencia y que iría al médico por mareos.
Ante su incomparecencia, la Unidad de la base le envió sendos burofaxs, los días 21 y 26 de enero, a su domicilio declarado como residencia habitual, requiriéndole que se presentara a la mayor brevedad posible para regularizar su situación médica. Ninguno documento pudo ser entregado, aunque el personal de Correos dejó un aviso en su buzón.
Dado que esto no surtió efecto, la Unidad intentó contactar con él a través de los números de teléfono de contacto que disponía del soldado, pero todos estaban apagados o fuera de cobertura. Por otro lado, los órganos judiciales militares también contactaron con él, en condición de investigado, tanto en su domicilio como por correo electrónico y en una requisitoria publicada en el Boletín Oficial de Defensa. Todos estos intentos fueron infructuosos, por lo que se dictó un auto de detención en abril de 2022.
Finalmente, la Policía Nacional de Córdoba lo detuvo el 8 de agosto de 2022 y fue puesto a disposición del Juzgado Togado Militar número 21 de Sevilla, acordándose la libertad provisional para que realizara su incorporación voluntaria en la Unidad para regularizar su situación, haciendo caso omiso igualmente a los requerimientos judiciales.
El soldado acabó acreditando que no tenía intención de reincorporarse a su destino ni de cumplir su compromiso con las Fuerzas Armadas.
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