Córdoba, Bujalance y Montilla: la zona 'cero' provincial de los enganches para cultivar marihuana
En el pasado mes de junio, la Guardia Civil descubrió una gran plantación de marihuana en Montilla gracias a que Endesa notó que algo no iba bien. La compañía de suministro eléctrico había notado que de repente se había multiplicado el consumo de luz en una zona en concreto de Montilla. Pero no ocurría lo mismo con los recibos. Algo iba mal. Había un enganche ilegal que alimentaba a una gran plantación de marihuana donde se localizaron cientos de plantas casi listas para la cosecha.
Un mes antes, la Guardia Civil localizó en El Higuerón, una barriada de Córdoba capital, otra gran plantación en el interior de una parcela. También se detectó un enganche ilegal a la red eléctrica, que mantenía con vida a las plantas ocultas gracias a un complejo sistema de cultivo. En primavera, en Bujalance, los agentes también se toparon con otro gran cultivo de casi 300 plantas. También estaba enganchado ilegalmente a la red eléctrica.
Son tres de los 33 enganches ilegales que Endesa ha desconectado en lo que va de año en la provincia de Córdoba y que alimentaban plantaciones de marihuana, según ha informado la propia compañía. La empresa señala que se trata de uno a la semana y destaca que es en Córdoba capital, en Montilla y en Bujalance donde más enganches ilegales se detectan de toda la provincia. También en Puente Genil, aunque en menor medida.
La energía consumida por las plantaciones detectadas entre enero y junio de este año ascendió en Córdoba a 1,5 millones de KWh, suponiendo el 14% de la energía consumida de forma fraudulenta. El resto correspondió a grandes consumos vinculados a la actividad industrial, negocios y al sector residencial, aunque es destacable que sólo el 2% se localizó en las viviendas con un consumo más bajo, con una potencia contratada inferior a los 3KW.
La incidencia de los enganches ilegales se duplica en un año
El año pasado, el 7% de la energía que Endesa perdía se correspondía con los enganches ilegales para el cultivo de marihuana. Ahora es el 14%. Es decir, las plantaciones se habrían duplicado en la provincia de Córdoba en el último año, atendiendo a estos datos.
Cada plantación consume, en promedio, como 80 viviendas con lo que el impacto de estas instalaciones fraudulentas en las pérdidas del sistema eléctrico y en el deterioro de los equipamientos y de la calidad de suministro en zonas con elevado porcentaje de fraude es evidente.
De hecho, en provincias como Sevilla y Granada este tipo de instalaciones ya han provocado una sobrecarga en la red, averías en las subestaciones eléctricas y constantes apagones. Los sistemas de iluminación y ventilación utilizados para acelerar el crecimiento de las plantas funcionan 24 horas al día mediante enganches ilegales que causan estragos en la red eléctrica. La sobrecarga de potencia activa las protecciones de los centros de transformación y provoca interrupciones de suministro que afectan a los vecinos de la zona.
Estas conexiones ilegales provocan incendios en las instalaciones generales, pero también en los edificios y viviendas en los que se ubican las plantaciones, originando graves riesgos tanto para las personas que manipulan las instalaciones como para los vecinos del entorno, que sufren además problemas en su suministro eléctrico.
En algunos puntos de la red gestionados por e-distribución se ha incrementado la potencia para intentar evitar las interrupciones en el suministro a los vecinos, pero, aunque la potencia instalada multiplica hasta por doce la que sería necesaria en función al número de habitantes, las incidencias se suceden, lo que evidencia un alto volumen de enganches a la red.
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