La pérdida de población en varios pueblos de Córdoba afectará a sus ingresos y reducirá su número de concejales
La pérdida de población no solo es un drama social. También un problema para los ayuntamientos de los municipios que la sufren. A menos habitantes, menos ingresos estatales y también un menor número de concejales, según firma la ley de Administraciones Públicas.
Córdoba tiene dos casos concretos que de mantenerse el 1 de enero de 2027 provocará que su reparto en los ingresos del Estado se reduzca y también el número de ediles de su Corporación municipal. A fecha de 1 de enero de 2025, los dos ayuntamientos que ya se enfrentarían a ese problema son Cabra y Torrecampo.
El caso de Cabra es el más significativo. El municipio ha dejado de tener más de 20.000 habitantes, una especie de cifra psicológica que suele indicar la diferencia entre lo que se considera ciudad y lo que se considera pueblo. Según los datos oficiales del censo a fecha de 1 de enero de 2025, Cabra tiene 19.986 habitantes. Eso provoca que la corporación municipal del 2027 se reduzca. Actualmente, en el Pleno del Ayuntamiento de Cabra se sientan 21 concejales. Si se mantiene esta pérdida de población serán 17, cuatro menos.
Esta reducción de ediles no es baladí, ya que en muchos casos inclina mayorías plenarias. O las sobredimensiona, dependiendo de los umbrales de votación. Pero la gran pérdida se produciría en el presupuesto municipal. El Estado reparte un 75% de los ingresos con los que se financian los municipios según la población de estos. El otro 25% tiene más que ver al propio sistema fiscal de cada ayuntamiento o a otros factores. La pérdida de esos 20.000 habitantes supone también una reducción presupuestaria. Y la salida, incluso, de algunos programas de ayudas y subvenciones.
Actualmente, en la provincia hay otro municipio que cambiaría también la composición de su corporación local: Torrecampo. Este pueblo de Los Pedroches tiene ya menos de 1.000 habitantes. Eso supone que en vez de nueve concejales su futuro pleno tendría solo siete. Sus 991 habitantes a fecha de 1 de enero de 2025 supondrían también una pérdida de ingresos estatales.
Por otra parte, hay varios municipios más en los que puede ocurrir algo similar. O, excepcionalmente, cambiar. Palma del Río tiene actualmente 20.535 habitantes y una tendencia de pérdida poblacional. La clave estaría en no perder esos 535 vecinos antes del 1 de enero de 2027. Su corporación actual es de 21 concejales.
En una situación similar se encuentra Peñarroya-Pueblonuevo. Este municipio, corazón del Valle del Guadiato, lleva décadas con una tendencia negativa en el censo. Tanto que a 1 de enero de 2025 su población se ha reducido a tan solo 10.252 vecinos (en los años 40 del siglo XX llegó a superar los 30.000). Si pierde los 10.000 habitantes, pasaría de 17 a 13 concejales, y sus ingresos sufriría una importante merma.
Pero también hay casos contrarios. Fuente Palmera tiene actualmente 9.932 habitantes y una tendencia positiva en la que año a año gana población. Si superase los 10.000 habitantes pasaría de 13 a 17 concejales, y sus ingresos aumentarían de manera significativa.
En Córdoba hay otros dos municipios que están ganando población de manera notable: La Carlota y Puente Genil. La Carlota está ya en 14.520. Eso sí, superar los 15.000 habitantes no supone cambios en la Corporación. Puente Genil, por su parte, está ya en 29.977 habitantes. Pasar de 30.000 tampoco aporta cambios en la Corporación. El siguiente escalón está en los 50.000 habitantes. Salvo la capital, el único municipio que podría superar esa cifra es Lucena, pero aún está lejos. A 1 de enero de 2025 en Lucena estaban empadronadas 43.410 personas.
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