Un muestrario de 'abrigos' para los yacimientos arqueológicos en Medina Azahara
Una ruina no es un edificio ruinoso, sino una obra afectada por las inclemencias, que se protege por razones estéticas, éticas o políticas. Y estas ruinas, que suscitan nostalgia de la supuesta grandeza de los tiempos pretéritos, necesitan de un cobijo, de un abrigo que las cubra y, en definitiva, que las proteja. De esta idea surge la exposición 'El abrigo de las ruinas' en el Conjunto Arqueológico de Medina Azahara, una muestra que invita a conocer algunos ejemplos de cubiertas, modernos o contemporáneos, sobre yacimientos arqueológicos.
Esta muestra, que podrá visitarse en el Conjunto Arqueológico hasta finales de diciembre de este año, consta de una serie de paneles explicativos en los que se combinan textos y fotografías para ofrecer una panorámica de diversas soluciones arquitectónicas -o abrigos-, nacionales e internacionales, al problema fundamental de cómo cubrir con estructuras efímeras o permanentes distintas zonas arqueológicas.
Comisariada por el arquitecto Pedro Azara Nicolás, de la Universidad Politécnica de Cataluña, y producida en Barcelona para el Centro para el Centro Cultural El Born, la muestra se centra en los tipos de cubiertas para los yacimientos arqueológicos, las cuales cumplen una doble función, utilitaria y estética, sugiriendo, de manera no mimética, lo que fueron los edificios.
Durante muchos años los vestigios arqueológicos se han ido cubriendo con lonas tensadas y soportes metálicos, ajenos a las ruinas, que no siempre casaban con los restos a los que cubrían. Se daba respuesta un problema técnico, el de cubrir los retos, sin abordar estas coberturas desde la arquitectura. Y es, precisamente, lo que pretende analizar esta exposición, las diversas fórmulas en la que se aúna una protección perdurable con el respeto a la dignidad de los restos.
Para ello, en la exposición se encuentran ejemplos de cubiertas como el que protege las ruinas del castillo medieval de Jorba (Barcelona), sostenida por vigas de madera, o el que abriga los restos de la iglesia medieval de Gutenwerth, en Eslovenia. También se pueden contemplar casos como el proyecto de cubierta para las termas griegas de Morgantina -del siglo V a. C.-, en Sicilia (Italia), inspirado en el perfil de las montañas y en al orientación de la trama urbana, o la protección del yacimiento arqueológico de Praça Nova, en Lisboa, un perímetro elevado de acero que permite la contemplación del yacimiento.
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