La Junta suelta perdices en una finca privada de Córdoba para la supervivencia del águila imperial

El delegado de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía en Córdoba, Rafael Martínez, ha participado en una suelta de perdices en una finca privada ubicada en el término municipal de Córdoba, que se efectúa a través del convenio de colaboración suscrito entre el propietario y la Consejería para la mejora del hábitat del águila imperial ibérica y de sus principales presas, como son el conejo de monte y la perdiz roja. 

Las sueltas de perdices se realizan entre septiembre y octubre por parte del personal del Plan de Recuperación y de los agentes de Medio Ambiente de la provincia, quienes, posteriormente, realizan un seguimiento de las mismas. Dentro de estas actuaciones se incluyen las sueltas en fincas públicas de la Junta de Andalucía ubicadas en territorios tradicionales de águila imperial. 

“Esta medida incrementa la disponibilidad de presas para las parejas de águila imperial de nuestra provincia y favorece la implicación de propietarios y gestores de fincas en la conservación de la especie”, ha explicado el delegado. 

En este sentido, ha explicado Martínez, “desde el Plan de Recuperación del águila imperial se fomenta el reforzamiento de las poblaciones de perdiz en fincas donde esta rapaz nidifica, sean públicas o privadas, con el fin de incrementar la productividad de estos territorios de nidificación”.  

“Hay que sumar el hecho de la disminución del conejo a partir de los años 80, a causa de las diferentes cepas de la enfermedad hemorrágica vírica”, ha señalado el delegado. Por tanto, destaca Martínez, “es de vital importancia realizar una gestión adecuada en las fincas que redunde en la mejora de las poblaciones de conejo y de perdiz”. 

La actuación ha consistido en la liberación de ejemplares juveniles de perdiz producidos en la misma temporada reproductora. En este sentido, “las perdices -que provienen de la Estación de Referencia de la propia Consejería-, tienen una calidad genética y sanitaria garantizada y no generan en ningún caso efectos negativos sobre las poblaciones naturales de perdices, sino todo lo contrario”, ha dicho el delegado. 

Las sueltas se llevan a cabo directamente en el medio o en parques de aclimatación provistos de comederos y bebederos donde las perdices permanecen varios días, una vez liberadas los comederos y bebederos se mantienen abastecidos para favorecer su supervivencia tras la liberación. 

“Se ha observado que las perdices han llegado en muy buen estado físico, mostrando en las sueltas duras una elevada capacidad de vuelo y un comportamiento de reagrupamiento en bandos a las pocas horas de la liberación”, ha indicado Martínez. Además, añade, se ha marcado gran parte de las perdices con anillas plásticas para poder realizar un seguimiento de su población a lo largo del tiempo.  

Supervivencia de perdices liberadas años antes

Por último, el responsable territorial ha resaltado que “se tienen datos de la supervivencia de las perdices, por parte de comunicaciones de los propietarios”. Al mismo tiempo, que “se ha comprobado cómo en sueltas anteriores se integran en los bandos de perdices locales, y como perdices hembra con anilla han producido pollos”.  

En definitiva, se hace un seguimiento y por la lectura de anillas de diferentes colores -ha explicado el delegado- se ha constatado también la supervivencia de perdices liberadas años antes. 

El delegado ha finalizado felicitando al personal del Plan de Recuperación y los Agentes de Medio Ambiente de la provincia que han llevado a cabo la suelta de perdices y serán quienes realicen su seguimiento.  

El águila imperial ibérica (Aquila adalberti) es una rapaz emblemática, catalogada en peligro de extinción, tanto en el Catálogo Nacional como Andaluz de Especies Amenazadas, y cuenta con un Plan de Recuperación con el que se lleva trabajando intensamente desde hace tiempo con el objetivo de mejorar su estado de conservación.