Los policías piden “firmeza y dureza” ante la agresión al compañero atacado fuera de servicio
Alrededor de un centenar de agentes de la Policía Nacional se han concentrado a las puertas de la comisaría de Campo Madre de Dios en repulsa por la agresión sufrida por un compañero fuera de servicio el pasado fin de semana y que le llevó a ingresar en la UCI del Hospital San Juan de Dios de la capital cordobesa. Los policías, convocados por el Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Confederación Española de Policía (CEP), la Unión Federal de Policía (UFP) y Alternativa Sindical de Policía, han pedido “firmeza y dureza” contra las agresiones a agentes.
“Pedimos firmeza y dureza ante estos casos. Que no se queden impunes, que se cumplan las condenas y que no salga barato cometer este tipo de delitos”, ha explicado el secretario provincial de UFP, Rubén Torres, quien ha señalado que el agente agredido se encuentra “anímica y físicamente muy mal”. El policía fue agredido, en la noche del pasado pasado cuando estaba fuera de servicio y se encontraba caminando solo por la vía pública. “Al ser reconocido por su condición de agente, fue brutalmente agredido por varias personas de una misma familia”.
La investigación de los hechos ha hecho posible la detención de tres personas, dos de ellas han ingresado en prisión mientras que una tercera se encuentra en libertad con cargos. Además, se mantiene la búsqueda de una cuarta persona relacionada con el suceso.
Los policías concentrados han querido mostrar su repulsa por la agresión, “que cada vez se produce con mayor asiduidad”, según el secretario regional de la UFP, David Montes. “Tenemos carencias de operativos policiales, de efectivos y se deben cubrir los puestos que se necesitan”, ha dicho sobre la situación a nivel regional, donde se calcula que la plantilla de Policía Nacional está cubierta solo al 57%.
“Las agresiones que se están dando no se deben producir bajo ningún concepto. Cada vez son más y más visibles”, por lo que han pedido “la implicación de todas las administraciones” en este asunto. “Que todo el peso de la ley y la justicia caiga sobre ellos”, piden desde los sindicatos policiales.
“Hacer nuestro trabajo no tiene que conllevar un riesgo en absoluto para nuestra vida. Podemos entregar nuestra vida en nuestro trabajo, pero este tipo de agresiones por el mero hecho de ser policía son inadmisibles”, argumentan.
Los agentes defienden que los agresores “no van a ganar, nosotros vamos a seguir haciendo nuestro trabajo y no vamos a salir con miedo”, pero advierte de “la situación muy desagradable” que viven por estos hechos y por la “falta de respeto a la autoridad” que se da en estos casos.
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