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El obispo de Córdoba corona a la Virgen de la Cabeza de El Carpio

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, corona a la Virgen de la Cabeza de El Carpio.

Redacción Cordópolis

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El de este sábado 14 de octubre fue un día histórico para El Carpio y todos los devotos de la Virgen de la Cabeza pues el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, coronó canónicamente a la imagen de esta advocación que se venera en esta localidad cordobesa. Lo hizo en el transcurso de una solemne misa pontifical concelebrada por más de una decena de sacerdotes en la que la imagen de la Morenita que veneran los carpeños, y que talló Juan Martínez Cerrillo en 1956, se convirtió en la vigésimo octava de la provincia en ostentar el privilegio de la coronación canónica, que en este caso viene además de Roma pues su coronación ha sido concedida por el Papa Francisco, por lo que es también coronación pontificia. Es, además, la sexta imagen de la Virgen que bajo esta advocación se ha coronado en España.

A primeras horas de la tarde ya empezaba a congregarse público en la plaza de la Constitución, donde tuvo lugar el acto religioso, pero no fue hasta las seis de la tarde cuando comenzó la procesión hacia el altar de la coronación que presentaba un aspecto sencillo y elegante en color rojo exornado con multitud de flores blancas y la iluminación de cuatro grandes faroles y piezas de candelería, a lo que cuando anocheció se unió la luz artificial de unos focos. La plaza se fue llenando poco a poco hasta congregarse allí cerca de 3.000 personas.

Dentro de la parroquia de la Asunción, y mientras salía el cortejo se lanzaron al aire decenas de vítores a la Virgen de la Cabeza, a la Reina de Sierra Morena y a El Carpio. Abrían la procesión las cofradías de la Virgen de la Cabeza que asistieron por orden de antigüedad, luego las hermandades carpeñas como son las de San José Obrero, María Auxiliadora, San Isidro, Borriquita, Prendimiento, Nazareno, Crucificado, Sepulcro, Dolorosa, Soledad, Inmaculada y Ecce Homo. A continuación iban las mujeres con mantilla, todas de negro, el guión de la hermandad, antiguos hermanos mayores, presidentes y hermanos mayores de honor, la comisión honorífica de la coronación, las banderas y el estandarte de la cofradía matriz de Andújar, y el nuevo estandarte corporativo de la filial de El Carpio presentado en abril del año pasado, los hermanos mayores y los ciriales delante del paso de la Virgen, tras el que iba la junta de gobierno de su hermandad acompañada por el obispo.

A las siete menos cinco atravesaba la puerta de la iglesia la Virgen y sonaba el Himno Nacional, poco después el pasodoble Morenita y Pequeñita cuya letra cantaron los asistentes. En solo diez minutos llegaba la imagen al cercano altar levantado para la ocasión entre más vítores a la Virgen de la Cabeza, la Morenita, la Reina de El Carpio, la Rosa de Oro y la Madre de Dios.

Con la Virgen ya en el altar salió la procesión de celebrantes y padrinos de la coronación, que portaban las coronas del Niño Jesús y la Virgen. La del Niño la llevaba María López Velasco junto a Pedro López Velasco. La de la Virgen era portada por Francisca López Velasco que iba acompañada por Juan López Velasco. Estos cuatro hermanos son vecinos de El Carpio que recibieron de sus padres ya desde niños la devoción a la Virgen de la Cabeza.

A las siete y veinte comenzaba la Eucaristía con el canto de entrada. Toda la misa estuvo cantada por el Coro de Ópera y la Banda Sinfónica de Córdoba, que interpretaron la obra compuesta para la coronación por Miguel Romero, carpeño y profesor del Conservatorio Superior de Música de Córdoba.

Las lecturas que se leyeron fueron del Libro de Isaías y de la Carta del apóstol san Pablo a los filipenses. Y la parábola del Evangelio de San Mateo (22, 1-14) en la que Jesús cuenta la boda del hijo de un rey. Sobre ésta habló el obispo en su homilía recordando que “es una imagen bonita para expresar los amores que Dios tiene con cada uno de nosotros. Ese desposorio se ha realizado de manera plena en el seno de María donde el Hijo de Dios se ha desposado con la Humanidad haciéndose hombre”. Siguió diciendo que Dios nos ofrece su amor y una oportunidad continuamente aunque rechacemos su invitación a la boda y que “en esa propuesta que Dios nos hace está María”, que sale a nuestro encuentro de múltiples maneras para invitarnos a la boda. “María Santísima tiene la preciosa tarea de llegar a nuestro corazón con su amor de Madre”, aseveró.

Habló también de la importancia de la corona que le sería impuesta minutos después a la Virgen de la Cabeza, ya que según sus palabras “es el amor de todo un pueblo a María Santísima. Para nuestra Madre queremos siempre lo mejor”. Y es que la corona ha sido realizada con el material que han donado los devotos, desde alianzas de casados a joyas de las familias. Demetrio Fernández también recordó y alabó la obra social que la hermandad de la Virgen de la Cabeza está haciendo con motivo de la coronación de su titular gracias a la que se va a atender a los más pobres porque “nuestra religión tiene como mandamiento el amor a Dios y el amor al prójimo”, señaló.

Antes de todo había felicitado a los carpeños por esta “fecha señalada en la que expresan a la Virgen el amor de un hijo a su madre. Hoy la coronamos con un beso de amor y gesto simbólico de la devoción y gratitud de todos sus hijos. El Carpio tiene Madre y es la Virgen de la Cabeza”, apuntó para seguidamente recalcar que este sábado estaba todo “un pueblo unido en torno a la Virgen, y hemos de buscar la unidad, más en este momento. Un acto como éste une a un pueblo entero por encima de las diferencias de la convivencia normal. Todos coincidís en el amor a Nuestra Madre la Virgen de la Cabeza y Ella es feliz por ver a sus hijos reunidos y se alegra profundamente. Para terminar pidió a los asistentes que ”no pase un día de vuestra vida sin rezarle un Ave María o la salve o un misterio del rosario o un rosario completo. Ella no os fallará nunca“.

Tras la homilía llegó el momento más esperado y deseado durante años por todo El Carpio y los devotos a la Virgen de la Cabeza. El obispo coronó al Niño Jesús primero y a la Virgen a continuación, como establece la liturgia. Eran las ocho y cuatro minutos de la tarde, aunque ya no había luz de día. Subieron entonces al aire fuegos artificiales que iluminaron el cielo de la localidad y sonó el Himno de la Coronación con letra de Miguel León López mientras el pueblo entero aplaudía emocionado y exultante. Los vivas que se escucharon tras ese momento iban ya dedicados a “la Virgen de la Cabeza coronada”.

Las coronas de la Virgen y su Hijo son piezas en plata sobredorada que han sido diseñadas por Jesús Zurita y Felipe Gutiérrez y ejecutadas por el orfebre Manuel Valera, al igual que el rostrillo que estrenaba la imagen como también llevaba por primera vez el manto conocido ya como “de las Luces”, cuyo dibujo también ha correspondido a los mismos autores de las coronas mientras que el bordado ha corrido a cargo de Pedro Palenciano.

La corona de la Virgen cuenta con ocho caras cada una de las cuales tiene un diseño distinto, todo con mucha vegetación y muchas piedras de colores. Entre los detalles con los que cuentan estas piezas, la del Niño parte de una corona de espinas y en el interior de la corona de la Virgen cuelga una perla como símbolo de pureza. Por su parte, el manto, que fue bendecido hace pocos días por el obispo de Jaén, Amadeo Rodríguez Magro, es de color verde, un color muy relacionado con la cofradía filial de El Carpio y que representa a Sierra Morena y la esperanza, en palabras de su diseñador. Su dibujo está compuesto por siete soles, cada uno por un día de la Creación, y en el centro aparece el Árbol de Jesé, árbol genealógico de la familia de Cristo. Los mismos motivos y color tiene el vestido que estrenaba el Niño Jesús.

En los días previos a este sábado, del 7 al 11 de octubre, la Virgen ha presidido en la parroquia de la Asunción un quinario en su honor durante el que se le ha impuesto la Medalla de Oro de la Villa de El Carpio concedida por el Ayuntamiento de la localidad, que estuvo presente ayer en la misa pontifical como también estuvieron representadas la Diputación, la Guardia Civil y la Casa de Alba. También ha recibido recientemente la Virgen la Medalla de Oro de la hermandad de la Virgen de la Cabeza de Rute, igualmente coronada canónicamente. Asimismo, a finales de septiembre, el día 30, se celebró el pregón de la coronación en el Teatro Municipal de El Carpio que estuvo a cargo de Miguel León Muñoz, oriundo de esta localidad, con lo que la cofradía demostró una vez más querer contar con los carpeños para todo lo relacionado con esta cita histórica como ya había hecho al encargar a personas del municipio el diseño del ajuar de la Virgen y la música de la misa de este sábado, a la que han antecedido durante meses una gran cantidad de actos de evangelización, caridad y piedad.

El pontifical concluyó con la intervención de Pedro Jurado, presidente de la cofradía filial, la número 30 de todas las que tiene la Virgen de la Cabeza de Andújar, así como con la interpretación una vez más del Himno de la Coronación y vítores a la imagen. Eran las nueve menos diez minutos de la noche y tras la bendición del obispo lo que quedaba por delante era otra muestra de amor a la Virgen y de júbilo por lo que había acontecido pues se inició una procesión por las calles de El Carpio que con tal motivo estaban especialmente engalanadas e iluminadas.

Ya sin cortejo y con todos los devotos y fieles alrededor del paso, exornado con clavellina, rosas y nardos blancos, recorrió la Morenita la plaza de la Constitución, calle Jesús, plaza de Fray Luis Cabello, Ancha, calle la Feria, avenida de Andalucía, Paseo de la Circunvalación, calle el Río, Cristóbal Colón, Ramón y Cajal, calle el Horno, Concepción, plaza del Triunfo, Colegio y plaza de la Constitución de nuevo.

A lo largo del recorrido estuvo la Virgen acompañada por la banda de música de Rute. Hubo varias petaladas, subieron de nuevo al cielo los fuegos artificiales y le cantaron a la venerada imagen los actuales y antiguos componentes de su coro. Fue, sin duda, una noche que El Carpio nunca olvidará y quedará enmarcada en su historia.

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