Las idas y venidas de La Pérgola: el gran centro cultural de Córdoba que no llegó nunca a despegar

Ha sido una biblioteca republicana, una caseta de feria, una sala de exposiciones, varios bares, un 'coworking'. También ha sido un refugio para personas sin hogar y una cueva para los enamorados. Ha sido litigio contencioso-administrativo, fuente de disputa y un interrogante continuo entre la ciudadanía de Córdoba: ¿Por qué no funciona nada en La Pérgola?
Ubicada en los jardines del Duque de Rivas, en los Jardines de la Victoria, La Pérgola es una joya arquitectónica neoclásica que ha sido todo eso y más. Ha sido testigo de la evolución cultural y social de la Córdoba moderna desde su misma construcción, que data del año 1930. Diseñada por el arquitecto Carlos Sáenz de Santamaría, que lo ideó como un ejemplo del romanticismo neoclásico, su propósito original era dotar a los jardines de un cierre armónico por la Avenida de la República Argentina, ocultando así la presencia de los pabellones militares que se encontraban detrás.
En 1931, con el empuje cultural de la Segunda República, La Pérgola albergó la Biblioteca Popular Duque de Rivas, complementando la ya existente Biblioteca Séneca en los Jardines de la Agricultura. La Guerra dio al traste con los planes y, de hecho, en el Archivo Provincial hay fotos en las que se aprecia su uso para un desfile militar fascista, como prueba de que el régimen que acabó con la República no buscaba un pueblo más culto, sino más atemorizado.
Así, durante décadas, su estructura, con un cuerpo central clásico y fuentes laterales, permaneció en estado de semiabandono, utilizándose ocasionalmente como espacio de descanso y, durante la Feria de Mayo, como sede de varias casetas. También como espacio para ferias comerciales -el archivo, de nuevo, muestra imágenes de la empresa automovilística Ford haciendo uso de La Pérgola-.

De Le Musiqué a MODO
Tras décadas de abandono, fue en los años 90 cuando se planteó en serio una intervención. Se enmarcó dentro de los programas de reacondicionamiento de los jardines de la Victoria. En 2002, el Ayuntamiento invirtió 800.000 euros para rehabilitar el espacio, transformándolo en el bar y sala de exposiciones. Se llamó Le Musiqué, bajo la gestión de la empresa La Pérgola XXI S.L. Este nuevo concepto incorporó una oferta cultural con conciertos y veladas jazzísticas que dotaron de vida al recinto. Sin embargo, el proyecto no tuvo la continuidad esperada y, en 2008, La Pérgola cerró sus puertas nuevamente.
Aquel cierre impulsó la idea de que convertir La Pérgola en una especie de sede para la Candidatura de Córdoba a la capitalidad cultural europea de 2016. Como el avión que, aún hoy, el Ayuntamiento quiere quitarse de encima, aquel edificio modernista iba a ser un contenedor cultural y unas oficinas. Pero, no fue nada. El proyecto de la Capitalidad naufragó antes de tiempo y La Pérgola siguió durmiendo el sueño de los justos.
No obstante, parte del proyecto sí lo rescató la UTE Ciudad Creativa, que en 2014 ganó el concurso público para explotar el espacio. Habían planteado convertir La Pérgola en un edificio multiusos, con la parte central destinada a la cultura y la gastronomía, y los laterales destinados a acoger empresas y oficinas. Se llamó MODO aquel proyecto, que abrió en 2015, pero que tampoco cuajó.

El litigio
Prácticamente a los tres años, cesó la actividad cultural en el edificio. Con el cambio de Gobierno municipal, la Gerencia de Urbanismo quiso recuperar el espacio y aquello acabó en un pleito que se inició en 2019 y que culminó en 2022. El entonces presidente de Urbanismo, Salvador Fuentes, convocó a los medios para anunciar que se había recuperado la titularidad del espacio y anunciar un nuevo plan de rehabilitación y uso, que implicaba rechazar el uso hostelero.
Poco después se anunciaría el plan para La Pérgola: trasladar allí la sede de la Delegación de Turismo, ubicada en el edificio municipal de Rey Heredia, y convertirlo en un punto turístico, dada su ubicación, a un paso de la estación de trenes y la de autobuses. Sin embargo, el edificio se encontraba en un proceso de deterioro progresivo, con materiales expoliados y signos de abandono evidentes.
Este estado es el que explica que el traslado de Turismo a La Pérgola tenga que esperar todavía más de un año, entre trámites administrativos, obras de remodelación y mudanza de mobiliario. Eso si no se cruza por el camino un nuevo episodio que conduzca a la eterna (y cordobesa) pregunta: ¿Qué pasa en La Pérgola?
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