Bajo el sol que arde: las mascotas también sufren golpes de calor en verano

Con la llegada del verano aparece también el calor extremo en gran parte de la península. Todos los años se escuchan consejos para combatir las altas temperaturas, pero, ¿cómo dañan estas a nuestras mascotas? Golpes de calor o quemaduras en las patas son algunas de las consecuencias que sufren.
Desde la Clínica Veterinaria Gran Capitán afirman que el calor afecta a los animales de igual forma que a las personas. Además, explica la importancia de no dejar a las mascotas dentro de los vehículos: “Todos los años viene algún perro con un golpe de calor porque lo han dejado solo en un coche”.
Valentín Fernández, veterinario de la Clínica Alfaros, enumera los signos de calor en un perro, animales que, según el experto, son los más propensos a sufrir un golpe de calor: “Jadeo excesivo, mareos, vómitos y pérdida de conocimiento”. Además, advierte de que hay que ir revisando si la piel del animal está muy caliente.
Aconseja que los animales, al igual que los humanos, se encuentren en un ambiente fresco y con sombras, y que dispongan de agua a libre disposición. También, recuerda que hay otras mascotas como los pájaros, y que debemos suministrarles agua e intentar que no les dé mucho la luz solar. “Los pájaros también tienen calor, hay que tener mucho cuidado porque los tenemos en un balcón y, a veces, se nos olvidan. Pero, si les da el sol les puede dar un golpe de calor y llegar a morir”.

Problemas de respiración y de corazón
El veterinario de la Clínica Gran Capitán explica que las altas temperaturas perjudican en especial a los braquicéfalos, que son los perros “chatos” como por ejemplo los bulldogs, y a los cardiópatas, es decir, los que sufren alguna enfermedad del corazón. Fernández también afirma que los perros braquicéfalos “suelen ser más propensos a los golpes de calor porque no pueden respirar bien”.
Y es que los perros “se acostumbran al calor como nosotros”, por lo que, los caninos cordobeses no tienen ni más ni menos calor que las mascotas gallegas, por ejemplo. “No depende de donde viva, sino de la temperatura”, ha sentenciado.
Además, el experto advierte de la importancia de sacar a pasear a los caninos a horas en las que el ambiente térmico descienda. Esto influye directamente con la temperatura del pavimento: “Si nosotros ponemos la mano en el asfalto de la calle no aguantamos ni cinco segundos, por lo que, tenemos que ser conscientes de que ellos se queman las patas”.

Un golpe de calor en plena ola de altas temperaturas
Juan, cuyo perro de agua de 14 años sufrió un golpe de calor en plena ola de altas temperaturas hace unos días, y una madrugada se despertó con los jadeos y la respiración agitada de Afro. Tuvieron que atenderlo y refrescar su cuerpo. Cuenta que él lo saca a las siete de la mañana, antes de comer aprovechando las sombras de su calle y a las nueve de la noche cuando las temperaturas bajan un poco. “Mi perro es muy mayor y ya no me pide salir, por lo que, los paseos que hago siempre son muy cortos”.
Del mismo modo, el centro veterinario Gran Capitán desmiente el mito de que pelar a los animales es bueno para ellos: “Las personas les cortamos el pelo porque a nosotros nos da la sensación de calor, pero el pelaje es un aislante del frío y del calor, cortárselo puede ser contraproducente”.
“Sabemos que pelar al perro justo antes de verano es peligroso porque lo dejas desprotegido”, cuenta Juan. Asimismo, explica que en su caso le cortan el pelo a su can dos veces al año: “Cuando acaba el invierno y antes de que empiece el verano, en abril o mayo”.
El especialista en animales de la veterinaria Gran Capitán señala que en la época de primavera y verano los casos más comunes que llegan a su clínica son las alergias, espinas clavadas y accidentes provocados por peleas con otros perros, ya que, como puntualiza, salen más en este tiempo.

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