El plan para que la alta velocidad circule a 350 kilómetros por hora dejaría el viaje de Madrid a Córdoba en una hora y media
Una hora y media. Ese es el tiempo que se tardaría en un viaje en alta velocidad entre Madrid y Córdoba si fructifica el plan anunciado por el ministro de Transportes, Óscar Puente, para elevar la velocidad máxima de los trenes a 350 kilómetros por hora. La empresa pública ADIF está desarrollando una inversión cercana a los 700 millones de euros para renovar de forma integral la línea de alta velocidad entre Madrid y Sevilla, la primera que se puso en servicio en España en 1992. Cuando concluyan los trabajos, habrá numerosos tramos en los que, desde el punto de vista técnico, se podrá circular a esa velocidad.
Este proyecto se enmarca dentro del denominado Plan AV350, presentado por el Gobierno en noviembre con un objetivo prioritario: reducir el tiempo de viaje entre Madrid y Barcelona a menos de dos horas mediante el incremento de la velocidad comercial de los trenes. Aunque el anuncio inicial se centra en la línea catalana, el Ejecutivo ha dejado claro que su intención es extender progresivamente este estándar al conjunto de la red de alta velocidad española, incluida la línea Madrid-Sevilla, de la que forma parte el tramo que conecta con Córdoba.
En el caso concreto de la capital cordobesa, no existe todavía un calendario oficial para que los trenes circulen comercialmente a 350 kilómetros por hora, ya que la prioridad técnica inmediata se sitúa en el corredor Madrid-Barcelona, cuyo trazado es más moderno y favorable para este salto de velocidad. No obstante, la profunda modernización en marcha en la línea andaluza apunta a que el escenario es viable a medio plazo. Si se aplicara una proporción similar de ahorro de tiempo a la prevista en la línea catalana —donde el aumento de 300 a 350 kilómetros por hora permitirá recortar alrededor de 30 minutos—, el trayecto entre Madrid y Córdoba podría reducirse entre 10 y 15 minutos respecto a los aproximadamente 1 hora y 42 minutos actuales, situándose en torno a la hora y media.
700 millones de inversión
Las actuaciones que está ejecutando ADIF abarcan prácticamente todos los sistemas que componen la infraestructura ferroviaria. En el ámbito de la infraestructura propiamente dicha, se están reforzando viaductos, túneles y sistemas de drenaje para adaptarlos a mayores exigencias técnicas. En las vías, se trabaja en la renovación de traviesas, desvíos y balasto, elementos clave para garantizar la estabilidad y seguridad a altas velocidades. La señalización es otro de los pilares del proyecto, con la implantación del sistema ERTMS nivel 2, considerado el más avanzado del mundo y esencial para operar trenes a 350 kilómetros por hora.
A estas actuaciones se suman mejoras en telecomunicaciones, con el refuerzo de la fibra óptica y la renovación y duplicación del sistema GSM-R, así como en electrificación, mediante la modernización de la catenaria y de las subestaciones eléctricas. El plan incluye también trabajos de protección y de integración de la línea en su entorno, con el objetivo de minimizar el impacto ambiental y mejorar la convivencia con los territorios por los que discurre.
Uno de los mayores retos del proyecto es compatibilizar esta profunda renovación con el intenso tráfico ferroviario que soporta el corredor andaluz. Para ello, las actuaciones se están ejecutando por fases y, principalmente, durante la noche, en la denominada banda de mantenimiento, las horas de madrugada en las que no circulan trenes comerciales. Esta planificación permite mantener el servicio con normalidad pese a la magnitud de las obras, en un contexto de demanda récord.
De hecho, el corredor de alta velocidad a Andalucía cerró 2024 con un nuevo máximo histórico de tráfico, con un crecimiento del 18,5%, que se sumó al incremento del 24,3% registrado ya en 2023. En 2025, además, se ha convertido en el tercer corredor de alta velocidad del país en el que operan tres empresas ferroviarias, dentro del proceso de liberalización del transporte ferroviario de viajeros impulsado por ADIF. Los datos del primer trimestre del año apuntaban ya a un nuevo aumento del 12,4%, lo que refuerza la importancia estratégica de esta línea y da aún más sentido a las inversiones para prepararla para velocidades de hasta 350 kilómetros por hora.
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