Una encuesta sitúa a Córdoba como “observatorio” clave en la denuncia de delitos de odio

A la espera de que el Ministerio del Interior publique su estadística anual de delito de odio, este año se ha publicado la Encuesta sobre Delitos de Odio (2024): Víctimas y Testigos, que ofrece una visión detallada sobre la experiencia de las víctimas y, por primera vez de forma específica, de testigos de este tipo de incidentes en España. Así, aunque las cifras nacionales están fuertemente concentradas en Madrid, un análisis de los datos muestra a Córdoba como una de las provincias donde más testigos relatan haber presenciado delitos de odio.

El informe ha sido elaborado por la Oficina Nacional de Lucha Contra los Delitos de Odio (ONDOD) del Ministerio del Interior, y recoge el resultado de una encuesta anónima y voluntaria en formato web y papel que contó con la participación de 1.025 personas, en la que se definieron dos grupos principales: por un lado las víctimas, un total de 602 personas que reportaron haber sufrido al menos un delito de odio entre 2019 y 2024; y testigos, 778 personas que presenciaron al menos un delito de odio en el mismo periodo. En este último grupo, un número importante, 558, fueron tanto víctimas como testigos.

Al desglosar los datos para Andalucía, se observa que la comunidad autónoma, en general, presenta números significativamente menores en comparación con la provincia de Madrid, que concentra la mayor parte de las residencias de víctimas. En el caso de Córdoba, del total de víctimas, cuatro residen en la provincia, que sitúa en mitad de la tabla, por encima de Jaén (1), Almería (3) y Cádiz (3), y por debajo de Huelva (5), Málaga (8) y Sevilla (9). A su vez, Córdoba fue la provincia en la que se registraron dos de los incidentes de odio reconocidos en la encuesta.

No obstante, la singularidad de Córdoba en este informe reside en el grupo de Solo Testigos, que son aquellas personas que presenciaron delitos de odio pero no fueron víctimas directas. Así, de las 199 personas identificadas con este rol a nivel nacional, 11 personas (un notable 5,5%) residen en la provincia de Córdoba. A nivel andaluz, solo Sevilla supera este dato, con una población que triplica a la de Córdoba.

Además, el informe destaca que la mayoría de los testigos de este grupo en Córdoba, como en el resto de la muestra, reside en un ámbito urbano (92%). Del informe se infiere que, el hecho de que Córdoba tenga una proporción relativamente alta de personas que actúan como “solo testigos” podría indicar una mayor sensibilización ciudadana o una mayor disposición a observar y participar en la visibilización de estos fenómenos.

En la última estadística de delitos de odio, publicada en agosto de 2024, consta que en Córdoba se conocieron en 2023 un total de 27 casos de delitos de odio (por los 15 del 2022), se detuvo a ocho personas (el año anterior fueron cuatro) y se atendió a 26 víctimas.

El informe

El informe destaca, a nivel general, que tanto víctimas como testigos perciben un aumento significativo de los delitos de odio (91% de las víctimas y 83.4% de los testigos) y el discurso de odio (91.5% de las víctimas y 85.9% de los testigos) en los últimos 5 años. La mayoría de las víctimas (83.1%) y testigos (95%) saben que los delitos de odio están castigados en el Código Penal. Sin embargo, un gran número de ellos iidentifican erróneamente las características físicas como motivo de delito de odio, y las víctimas también mencionan la profesión.

Asimismo, la encuesta revela que existe un bajo conocimiento de los recursos disponibles: la mayoría de las víctimas no conoce la aplicación AlertCops, la ONDOD, ni las Oficinas de Asistencia a las Víctimas, lo que es extensible a los testigos.

Además, la mayoría de personas que han sido objeto de un delito de odio han sufrido más de uno y, de hecho, el 59.1% ha sufrido 10 o más delitos de esta naturaleza. Las motivaciones discriminatorias más frecuentes identificadas por las víctimas son la orientación sexual/identidad de género (68.6%) y el racismo/xenofobia (60.1%). Por su parte, las conductas delictivas más frecuentes sufridas por las víctimas son los comentarios o gestos ofensivos en persona (68.1% los sufrieron cinco o más veces) y las ofensas o amenazas por redes sociales o internet (67.4% las sufrieron 5 o más veces)

Por otro lado, el lugar más común donde ocurren los delitos de odio es la vía pública (41.9%) y, aunque nueve de cada diez víctimas cuenta que había testigos, la mayoría, el 40%, percibió que estos no hicieron nada.