El campo cordobés espera con incertidumbre y reclama medidas firmes ante los aranceles de Trump

El campo cordobés espera en medio de la incertidumbre la fecha de entrada en vigor el 1 de agosto de los aranceles anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a los productos que se exporten desde la Unión Europea (UE) hasta el país norteamericano. La vía de la negociación que la UE quiere mantener abierta hasta el último momento, de momento no da certeza al sector agroganadero sobre cómo influirá en la exportación de productos desde Córdoba hasta Estados Unidos, donde el aceite de oliva supone la mitad de lo que la provincia vende al país norteamericano.

Además, si hace unos meses, inicialmente Trump consideraba que los aranceles que impondría a la UE serían del 20%, ahora el porcentaje ha subido hasta el 30% y el campo cordobés espera a ver cómo se producirá finalmente la entrada en vigor de estas tasas y qué medidas tomará la UE, además de las ayudas que puedan promover los gobiernos estatal y autonómico. En Córdoba, el sector del aceite de oliva copa el perjuicio que estos aranceles supondrán, aunque también afectarán a otros productos agro como el ajo o del sector cárnico, además del cobre.

Ante esta situación, las organizaciones agrarias de la provincia de Córdoba afrontan el golpe de los nuevos aranceles de EEUU -Trump ya los impuso a la aceituna de mesa y el aceite a granel en su anterior mandato-, y pide medidas “contundentes y firmes” a la UE que ayuden al sector a paliar este perjuicio.

Desde la organización agraria Asaja Córdoba, su secretario general, Rafael Navas, asegura que, ahora mismo, “hay mucha incertidumbre y lo que le exigimos a la Unión Europea y al Gobierno es que nos defiendan claramente ante estas guerras comerciales”.

Señalan que “todavía hay que ver los detalles” de cómo se pondrán finalmente en marcha los aranceles del 30% anunciados por Trump para todos los productos que lleguen a su país desde la UE “y si hay una respuesta de la Unión Europea con más aranceles”, algo a lo que el presidente de Estados Unidos ya ha advertido que respondería con el incremento de los suyos.

“No es una noticia para el sector agrolimentario, que siempre es utilizado como moneda de cambio”, señala Navas sobre la guerra comercial y la “merma de competitividad” que pueden acarrear estas tasas. “Nos preocupa Trump, pero también la gestión de los que nos tienen que defender, de la Unión Europea y del Gobierno de España”, por lo que reclama medidas “para competir en igualdad de condiciones” y cláusulas espejo para producciones llegadas de terceros países.

Asaja señala especialmente al sector del aceite de oliva en Córdoba como el principal afectado por los aranceles de EEUU, algo que “repercute en la exportación” desde la provincia. Y advierte que “estamos en una situación muy difícil, tanto los productores como los consumidores”, por la posible repercusión en los precios.

“¿Quién necesita a quién?”

Desde COAG, su secretaria general en Córdoba, Carmen Quintero, pide poner en contexto la situación a la que se enfrenta las exportaciones de aceite de oliva de Córdoba a EEUU: “Estados Unidos es el tercer país consumidor de aceite a nivel mundial con alrededor de 360.000 toneladas. Y solo producen un 3% de eso. A ver quién necesita de quién”.

Quintero reclama a la Unión Europea “medidas contundentes y firmes para hacer frente a este ataque de Estados Unidos” y ha defendido “la calidad de nuestros productos y que no se utilicen estos anuncios a costa de los pulmones de agricultores y ganaderos; que no pretendan bajar el precio a los productores porque ya de por sí nosotros apenas llegamos a cubrir los costes de producción”, advierte.

En medio de la incertidumbre y los sucesivos anuncios de Trump y el tira y afloja con la UE, Quintero pide esperar a ver la “aprobación formal” de las tasas para la UE: “Estamos acostumbrados ya a ver gobernantes que solo saben mirarse el ombligo, como Trump o Ursula von der Leyen”, ha afirmado, para reclamar que “se mire por el bienestar de la sociedad y la calidad de los alimentos”, de manera que se pongan en valor los productos del campo cordobés.

Por ello, desde COAG creen que “hace falta una Unión Europea fuerte y unida y no depender de lo que dice una persona incoherente que está haciendo una política perjudicial incluso para los propios ciudadanos de EEUU. Es un despropósito”.

Y, junto a ello, los productos del campo cordobés reclaman que “los gobernantes no utilicen la agricultura y la ganadería como moneda de cambio. La Unión Europea no se puede achantar ni estar bajo estas amenazas”.

Las exportaciones de Córdoba durante el año pasado a Estados Unidos llegaron a un total de 330 millones de euros, según los datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), lo que viene a ser un 10% del total de exportaciones cordobesas al exterior. De los productos vendidos a Estados Unidos, el 60% fue aceite de oliva.

Ajos, vino, productos cárnicos y otros sectores

Aunque el aceite de oliva copa las exportaciones de Córdoba a Estados Unidos, hay otro puñado de productos que también se verán afectados por los aranceles impuestos a la UE. En el sector agro, el ajo, el vino y los productos cárnicos son algunos de ellos, aunque representan una escasa cantidad con respecto a las ventas al exterior cordobesas.

Durante el pasado año, por ejemplo, las exportaciones cordobesas a Estados Unidos de productos cárnicos sumaron 14.000 toneladas y unos 100 millones de euros, mientras que el vino rondó los 500.000 euros.El otro gran producto de las exportaciones de Córdoba al exterior es el cobre y que, en el caso de las ventas a Estados Unidos, mueve más de 8,5 millones de euros al año y está en crecimiento.

La exportación de grupos electrógenos desde Córdoba a Estados Unidos supusieron 60 millones de euros el año pasado y el sector de la joyería vendió unos diez millones de euros.