La Guardia Civil reanuda la búsqueda con maquinaria pesada de Ángeles Zurera, que lleva 12 años desaparecida
A primera hora de este lunes, varias máquinas de apertura de pozos acudieron a un solar de Aguilar de la Frontera localizado junto a la Cooperativa Jesús Nazareno y a la antigua carretera de Puente Genil. El solar se iba a convertir en una urbanización, pero las diferentes crisis han provocado que sobre el mismo no se haya apenas construido nada aún. Desde este lunes, esa maquinaria pesada sigue las órdenes de la Unidad Orgánica de la Guardia Civil y lo que hace es buscar alguna pista de qué ha podido ser de Ángeles Zurera Cañadillas, la mujer que lleva 12 años en paradero desconocido.
Según han confirmado diferentes fuentes a este periódico, la Guardia Civil sigue desde el año pasado una nueva línea de investigación sobre qué ha podido pasar con Ángeles Zurera. Entonces, pidió al Juzgado de Instrucción de Aguilar permiso para peinar este solar. Pero no ha sido hasta este lunes cuando los agentes han podido empezar a trabajar en la zona. De momento, no hay novedades, cuando están a punto de cumplirse las primeras 48 horas de búsqueda.
Ángeles Zurera Cañadillas desapareció hace 12 años de su casa, de madrugada, mientras uno de sus hijos dormía y el otro jugaba a la videoconsola. Alguien llamó a la puerta, la mujer abrió y nunca más se supo. Sus hijos no la echaron de menos en todo el día. Al día siguiente, cuando no llegó a trabajar fueron sus compañeras las que denunciaron su desaparición. La Guardia Civil siempre apuntó a su ex marido, del que se separó años antes de desaparecer y con el que compartía dos hijos. Los agentes llegaron a detener al hombre, pero por un delito de malos tratos previo a la desaparición de la mujer. Los investigadores nunca pudieron imputarle nada más.
La Guardia Civil no ha parado de buscar a Ángeles Zurera desde hace 12 años. Su hermano, Antonio Zurera, ha cifrado en 14 los dispositivos especiales que recuerda. Se han levantado fincas de olivos y vides, se ha buceado en una laguna, se han abierto zanjas en carreteras y hasta se ha usado el georradar. Nunca se halló nada, ni una sola pista. La última gran búsqueda ocurrió en noviembre de 2011, cuando la Guardia Civil levantó, literalmente, el suelo de una nave industrial de Aguilar de la Frontera. Los agentes sospechaban que en sus cimientos podía estar enterrada la mujer, a la que su familia ya no espera encontrar con vida.
Los agentes califican la desaparición de Zurera como forzada. Desde los primeros días, trabajan con la hipótesis de que algo le pasó a la mujer. Ángeles Zurera salió a la calle sin dinero, sin documentación, sin sus gafas ni lentillas (tenía grandes problemas de visión), sin más ropa de la que llevaba puesta y sin dejar rastro alguno. Nadie vio nada. Nadie escuchó nada. Y así, con la angustia del silencio para una familia que apenas vive desde su marcha.
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