El Fogasa devuelve a los trabajadores las 'mordidas' que entregaron a la Fundación Guadalquivir
El Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) ha comenzado a devolver en la mañana de este viernes el dinero que trabajadores de la Fundación Guadalquivir entregaron en forma de mordidas a esta institución, según han confirmado a este medio varios de los empleados. Las cantidades que se les han devuelto son aquellas que dejaron de percibir de sus nóminas, algo que denunciaron posteriormente en los juzgados.
El Juzgado de lo Social número 3 de Córdoba condenó a la Fundación Guadalquivir Futuro, presidida por Ángeles Muñoz, a devolver 5.755 euros a tres extrabajadores acogidos a un programa de promoción del empleo juvenil de la Junta de Andalucía y que entregaron parte de su sueldo a la citada entidad, dentro del caso de supuestas mordidas. La Fundación no ha asumido su compromiso y ha tenido que ser el Fogasa el que finalmente ha entregado el dinero debido. Las cantidades son 1.932, 1.587 y 2.236 euros.
En concreto, se da por probado que la fundación procedió al “desvío de la parte de la subvención obtenida para el pago de los salarios” a favor “de la propia empresa” mediante “un sistema que pretendía dar apariencia de legalidad a la actividad” para, “de manera fraudulenta, conseguir el fin prohibido por la norma”.
A pesar de los argumentos de la fundación, que afirma que solo existen “donaciones voluntarias”, el juez percibe “comportamiento doloso del empresario”, que, “de manera intencionada”, aprovechando su “superioridad”, “maquina un sistema que obliga” a aceptar “donar un 25%” del salario, y los empleados, “por miedo a perder su puesto”, no tuvieron “más remedio que aceptar”. El magistrado dice que “el documento de donación voluntaria” es “parte del fraude”.
La sentencia relata que a los trabajadores se les explicaba que, aunque el contrato reflejaba una jornada de 40 horas, trabajarían 30, información “facilitada por Cristian Menacho” en una entrevista. Según el fallo, Menacho “les manifestó que tenían que aceptar la devolución de las cantidades previamente percibidas si querían conservar su trabajo”.
Además, la resolución indica que los que no aceptaron fueron amenazados o despedidos, y los que sí, “lo entendieron como una condición necesaria si querían trabajar”, a lo que añade que cuando recibieron el primer salario, la empresa les pidió que devolvieran en mano el 25% y, a los que exigieron pruebas, les entregó “un documento de donación cuyo beneficiario era la fundación”.
Mientras tanto, el Juzgado de Instrucción número ocho de Córdoba, que investiga las supuestas mordidas por parte de la Fundación Guadalquivir Futuro a los salarios de desempleados a los que contrató con subvenciones finalistas de la Junta de Andalucía, ha decretado ampliar en seis meses la instrucción.
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