Una cooperante de Cruz Roja regresa tras seis semanas en Nepal
Cristina Alcántara estuvo integrada en la Unidad de Respuesta a Emergencias de Saneamiento Masivo para evitar infecciones y brotes epidémicos
La cooperante Cristina Alcántara ha regresado a Córdoba tras pasar las últimas seis semanas en Nepal, participando en el operativo especial puesto en marcha por Cruz Roja Española tras el terremoto que -junto a las posteriores réplicas- ha provocado la muerte de más de 8.000 personas y ocho millones de afectados, informa una nota de prensa.
Alcántara estuvo integrada en la Unidad de Respuesta a Emergencias (ERU, en sus siglas en inglés) de Saneamiento Masivo que la institución humanitaria desplegó en el distrito de Rasuwa -uno de los más afectados por los seísmos- con el propósito fundamental de evitar infecciones y brotes epidémicos.
En este sentido, ha relatado que se considera “una persona afortunada por haber podido compartir vivencias con la población de Nepal y haber aportado capacidad de trabajo a su recuperación”, a lo que añade que “han sido seis semanas complejas en las que la actitud de los nepalíes ha sido todo un ejemplo de superación”.
Pese a los esfuerzos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que ha impulsado una operación sin precedentes en Nepal a través del envío de una docena de ERU y otros equipos de emergencia y que cuenta con el papel clave de la Cruz Roja Nepalesa -que intervino desde el primer momento con más de 6.600 voluntarios-, el impacto de los terremotos que han sacudido a Nepal es de tal magnitud que se tardará años en lograr una cierta 'normalidad', y siempre en función de la ayuda que se reciba.
Así, Cristina Alcántara asegura que es “consciente” de que su labor en el terreno ha sido “un pequeñísimo grano de arena para un país al que le queda un largo camino por recorrer y cuyos retos, que ya eran muchos antes del terremoto, se acentúan a lo largo de estos meses de monzón”.
La inminente llegada de este fenómeno supone una grave amenaza para una población que sufrió dos fuertes terremotos en un periodo de 15 días e innumerables réplicas. Cruz Roja está muy preocupada por el impacto de los monzones, y por ello ha acelerado la distribución de toldos plásticos y de tiendas de campaña entre los afectados. Hasta el momento se ha dado cobijo a más de 221.000 personas y se espera que en las próximas semanas se cubra esta necesidad de albergue para alrededor de medio millón de personas.
“Me traigo muchos recuerdos de amabilidad, de agradecimiento de la población, de conocimientos adquiridos con ellos y a través de ellos”, comenta la delegada cordobesa de la institución humanitaria, quien no obstante recuerda que seguirá colaborando desde la distancia. “Mi estancia acaba, así son las misiones, pero el compromiso persiste, por lo que ahora toca seguir la estela empezada en terreno desde mi lugar de residencia”, destaca.
Las últimas cifras que se manejan sobre el impacto del terremoto dejan patente la necesidad de ayuda que tiene Nepal, con 530.000 casas destruidas, 300.000 severamente afectadas; más de 8.000 muertos, ocho millones de personas afectadas. Todo esto en uno de los países más pobres y menos desarrollados del planeta, con aproximadamente el 25% de su población viviendo bajo la línea de pobreza, apunta Cruz Roja.
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