El AVE Córdoba-Málaga, a 80 por hora por un problema en Santaella
El desplome de un terraplén que costaría arreglar unos tres millones de euros provoca que los trenes tengan que circular más despacio de lo previsto como medida de seguridad
En diciembre de 2007, los trenes pasaban a 300 kilómetros por hora en el tramo entre Santaella y Fuente Palmera, con una distancia aproximada de cerca de 40 kilómetros. Entonces, el primer tren que lo hizo transportaba al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en un AVE lleno de cargos públicos y periodistas que inauguraba la línea de alta velocidad entre Córdoba y Málaga. Aquel día, estas dos ciudades, tan cercanas pero a la vez tan alejadas por unas defectuosas comunicaciones hasta iniciado el siglo XXI, estaban separadas por un viaje en AVE de 45 minutos. Ahora, el trayecto no es mucho más largo, pero los trenes ya no pueden circular a más de 80 kilómetros por hora a la altura de Santaella.
El problema: el derrumbe de un terraplén, que el Ministerio de Fomento no tiene dinero para arreglar. Según publicó en su edición de ayer el diario Vozpópuli, el derrumbe se produjo hace ya ocho meses. Cuando el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias se percató del desperfecto, los trenes pasaron a circular a 160 kilómetros/hora. Luego a 120. Después a 80.
Según los distintos informes técnicos, arreglar el derrumbe cuesta tres millones de euros. Sin embargo, la falta de presupuesto adicional para atender estos inconvenientes ha motivado que los trenes vayan más despacio de la cuenta. De hecho, los trenes ya no tardan los famosos 45 minutos (alguno llegó a tardar 40), sino 50.
Los documentos describen la problemática que acontece al tramo Fuente Palmera-Santaella, y revelan un lenguaje enrevesadamente técnico, según el periódico Vozpópuli. Hablan de “asientos de coronación del terraplén”, un hundimiento de las dos vías en una zona muy sensible a los cambios al encontrarse en las proximidades del PAET (Puesto de Adelantamiento y Estacionamiento de Trenes) de Santaella. Las causas parten, según el informe, de la defectuosa construcción del terraplén hace ya 10 años: fue levantado sobre el cauce de un arroyo sin realizarse las labores de drenaje, sustitución y cimentación del terreno. “El terraplén tiene un notable espesor de balasto de entre 1,30 a 1,50 m de potencia máxima. Se observa un brusco aumento del espesor de balasto desde el paso inferior después del PAET de Santaella”.
En 2004, cuando se estaba construyendo la vía, los técnicos del Ministerio de Fomento ya se las vieron y desearon en Puente Genil y Santaella por un problema con las arcillas expansivas. Este terreno, de grandes oscilaciones por los cambios de temperatura y humedad, provoca auténticos quebraderos de cabeza a los ingenieros. Ya en 2004, los constructores del AVE decidieron tirar por la calle de en medio y construir unos gigantescos terraplenes para evitar futuros desplomes. Lo hicieron en Puente Genil, pero no kilómetros antes, donde ahora vuelve a aparecer el problema.
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