LA LOCURA DE LA FERIA
Paranoia, irrealidad, enajenación, obnubilación, barbaridad, lagunas
mentales, temperaturas que ni frío ni calor. Se abre la
veda de la caza de zorras y cerdos. Risas hasta morir,
enfermedades tifoideas, mononucleosis infecciosas, viajes a lo “Thelma y
Louise“ hacia el Gran Cañón del Colorado.
Estilismos que ni de boda ni de casual, bakalas con sus bugas tuneados
con música chimpun chimpun. Chonis que se colorean y relucen sus
mejores leggins de destellos. Marujas asesinas que danzan
en corros gallináceos hasta el amanecer. Melenazas de titis con las
puntas cortadas. Mamis fashion de la aristocracia borrachas de litros de
kalitmoxo rozando la ordinariez.
Nuevos titis petados por el buyaka, nuevas tijeras de bollos bien
horneados. Mojigatas dobladas de petas. Despepite. Macarras con
sentimientos puros que aman. Horas que pasan como segundos.
Fiestas molonas donde lo más normal es cortar una cabeza
al primero que te irrite.
Hipocresía, absurdez, fingimiento.
Papis que no te saludan habitualmente y te invitan a
copas. Buena y vomitiva música. Conocidos de la niñez que
te la pelan y te saludan ¿o eres tú el que saluda?
Fariseísmo, titis con técnicas de ligar mediocres con micro y
macromachismos. Pelos fritos cardados de tanto polvo.
Zapatos cubiertos de tierra manchada de alcohol, pis y vómito.
Corazones rotos por amor que se parten de risa de
sus desdichas modernas. Ojeras azuladas con bolsas matutinas
que aseguran que tienen pelas. Lobas diabólicas con su reloj biológico
activo que luchan por su macho. Manos pegajosas pálidas cogidas a otras
manos sin fuste. Macarras fumando marihuana que echan droga a las
copas de plasticorro. Modern@s independientes que sólo muestran
carencias. Amigos envenenados.
Cenicas graciosas en agradable compañía, confusión,
peña que no se entera. Bailes a tu bola hasta el amanecer.
Criaturas que pasan de ir alcoholizadas a ir mamadas.
Sudor mezclado con polvo y perfume penetrante dulzón.
Imprudencia, ojos que te vigilan, excentricidad.
Engominados y hipster que no aman a quien deben de
amar. Copas de garrafón con veneno de serpiente. Cantantes que ponen
palote por su manera de moverse. Heavies preferidos que mandan
solicitudes por Facebook fantasmas. Problemas estomacales,
hipoglucemias, lujuria, sexo vomitivo donde sea y con quien sea.
Concupiscencia. Polis que no te multan. Integrales y ecuaciones.
Lascivia, marranería y más marranería.
Ortigas que te pinchan cuando saltas ribazos para ir al
baño. Niños que podían ser tus hijos y te intentan ligar.
Desenfreno, libertinaje inmoralidad, liviandad…
Aroma a apestosa nicotina que se impregna en tus
cabellos cardados del polvo del pecado. Héroes caballerescos por cuidar
a damas desvanecidas.
Masificación de abuelos que quieren “de” ver, “de” saber, “de”
saludar. Mamis colonas emperifolladas con estilismos provincianos
cuidadoras de niños y ancianos. Papis con riñoneras que pasean con
las manos cogidas a su espalda. Mamis coraje que montan con sus
peques en atracciones mareantes llevando el cuerpo como lo
llevan. Mamis chupi guays molonas que se saben todas
las canciones del canta juego con coreografía incluida.
Parejas con hijos que ya no se aman, que ya no se ríen,
que ya no hablan, que ya no se comunican, que ya no tienen
complicidad… Sin embargo, siguen juntos…
Esposas guapetonas que ascienden en la vida mientras observan
como a sus esposos engordan y como se hacen más horteras y con mal
humor.
Churros aceitosos, mazorcas que se meten entre los
dientes, juguetes de imitación que a los 20 segundos o se
rompen o se quedan sin pilas. Patatas refritas y refritas en
fritanga. Gofres pringosos de chocolate…
Eso y mucho más es la FERIA de mi pueblo… Tal cual y como
la recordaba… (Me lo he pasado genial).
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