Dylan dilatando
La actualidad hoy día pasa por Bob Dylan. El hombre que nos tocó una tórrida noche de verano cordobesa en el Parque Cruz Conde (para ser exactos, el encuentro fue el 11 de julio de 2004, en el Estado El Fontanar). Últimamente no para de generar noticias a un ritmo vertiginoso. Basta echar un vistazo a los cuatro últimos meses para comprobar como se sigue alargando la ya dilatada carrera el artista nacido en Duluth, hace la friolera de 74 años. Hagamos repaso de lo acontecido:
El día 3 de noviembre de 2014 sale a la venta The Basement Tapes Volumen 11: Corría el año 1967, y Bob corría con su moto hasta que tuvo un accidente. Tras besar la gravilla, se encerró en su casa para grabar casettes en el sótano, en lo que llamaron la Habitación Roja, junto a los que luego serían The Band. Era la época en la que Bob absorbía como una esponja el rock, el folk, el country y el blues americano. Apuntes en sucio que posteriormente pasaría a limpio en distintos discos. Se publica en dos formatos, uno compuesto por dos cedés, y otro, para los muy cafeteros, en seis compactos. Como muestra, un Folsom Prison Blues, versioneando a Juanito en Metálico:
https://www.youtube.com/watch?v=GzbzKighGNs
El pasado 22 de noviembre, en un teatro de la ciudad de Filadelfia, el Señor Zimmerman, también conocido por los amigos como Bob Dylan, ofrece un concierto para un único espectador. El autor de como un canto rodao se plantó con toda su banda sobre el escenario, para apuntar con su sonido hacia las dos orejas de este caballero. Se trataba de un experimento basado en pasar en solitario situaciones creadas para ser vividas en masa. Nos asaltan varias dudas sobre la sesión: ¿Dejaría sola en algún momento a la banda para hacer un pis?¿Hubo bis? ¿Y cómo lo pidió? ¿Another, another?. Aquí dejamos el enlace al experimento:
http://experimentensam.com/bob-dylan
3 de febrero. Sale a la venta Shadows in the Night, obra íntegra de versiones de Sinatra. Un disco que arroja más sombras que luces sobre su resultado, ya se escuche por la mañana, por la noche, o a la hora del aperitivo. No se trata de temas clásicos, como New York, New York (Nueva York, Nueva York), o My Way (a mi rollo), ni de su disco de villancicos navideños. Hubiese sido un suicidio comercial, teniendo en cuenta que el disco se publica en febrero. Son temas desconocidos para todo aquel que no sea un experto del cantante apodado La Voz. Con su voz narcótica, Dylan repasa diez temas. Por desgracia, Sinatra está muerto. No sabemos si le gusta, o si, por el contrario, hubiese preferido dejar la cabeza de un caballo muerto sobre la almohada de Bob. Dylan, quiero decir.
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