Dice la ONU que para 2050 cerca del 70% de la población mundial vivirá en ciudades. Yo creo que no. De hecho mi apuesta es que para 2050 muchas grandes ciudades se habrán des urbanizado en favor de otras poblaciones más pequeñas.
En primer lugar centremos qué es una ciudad y en qué se basa el fenómeno de la urbanización. Encabezando el ranking de ciudades más pobladas del mundo tenemos a Tokyo con una población de unos 38 millones de personas, seguida de Delhi con cerca de 30 millones. En occidente, encabezan Sao Paulo y México DF, puestos quinto y sexto con cerca de 22 millones cada una, Nueva York esta en el puesto 12 con casi 20 millones. Madrid está el 57 con 6,5 millones y Barcelona el 72 con 5,5 millones. Como dato de tendencia, se estima que Delhi aumenta su población unas 700.000 personas cada año. Imaginaros construir vivienda, alcantarillado, transporte, colegios etc para eso cada año. Sí, allí urbanismo tiene que funcionar bien. Eso es lo que globalmente se entiende como una (gran) ciudad y las tendencias indican lo que dice la ONU.
Por otro lado cabe preguntarse, ¿por qué alguien querría irse a vivir a una ciudad superpoblada para aguantar polución, atascos y precios de fondo de inversión noruego? Bien, la chispa y gasolina que impulsan el fenómeno de la urbanización son 1. Acceso a servicios y 2. Acceso a otras personas con las que hacer negocios y prosperar. Si vives en una zona rural creo que sabes de lo que estoy hablando. Como norma general existe más urbanización en los países cuyos gobiernos tratan de manera más asimétrica el campo y la ciudad. China e India son buenos ejemplos de eso.
En realidad es un pez que se muerde la cola. Si eres un gobierno, ¿por qué vas a invertir en servicios e infraestructuras en sitios que pierden población cada año? Si eres una persona que vive en una zona rural, ¿para qué te vas a quedar si cada vez hay menos servicios e infraestructuras?
Para mí, una ciudad de más de medio millón de personas es un fallo de sistema, un aborto, que diría Ignatius J Riley, un horror, que diría García Lorca. Tiene sus ventajas, pero también sus (muchos) inconvenientes.
La OMS estima que unos 7 millones de personas mueren al año en el mundo por enfermedades derivadas de respirar aire de mala calidad. Seguro que la gran mayoría de estos no viven en las montañas. La gente cada vez es más consciente de la pérdida de tiempo que suponen los desplazamientos intra urbanos. Existen servicios sí, que cada vez menos gente se puede permitir, y la vivienda, que es el grillete del esclavo moderno, cada vez cuesta más décadas y porción de salario pagarla. Eso sí, puedes decir que vives en la gran ciudad. Viva.
Mi visión es que la tecnología y la híper conectividad, de la que vamos a empezar a disfrutar en breve, va a “disrumpir” esta tendencia más pronto que tarde. Cada vez somos más autosuficientes para acceder a servicios, entretenimiento, relaciones personales, compras, hacer negocios e incluso trabajar sin necesidad de desplazarnos a un sitio concreto. Esto va a hacer que la gente empiece a decidir dónde quiere vivir, qué aire quiere respirar y en cuántas décadas va a pagar su casa. Si la gente empieza a distribuirse por el territorio, los gobiernos empezarán a invertir en infraestructuras y servicios por dicho territorio y se invertirá la tendencia.
Ahí dejo mi apuesta.
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