Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
La ilusión
A estas alturas, en la que le hemos dado la vuelta al jamón (jamás una metáfora más perfecta sobre el paso del tiempo), llevo ya unas cuantas campañas electorales encima. Y será, quizás, la repetición, supongo, pero dudo que haya otra con menos tensión que la actual. Bueno, me equivoco. Aquella en la que se hizo un referéndum para ratificar el segundo estatuto de Andalucía. Y otra sobre la Constitución Europea.
Desde hace años preocupa la abstención. Entiendo que es un fracaso de la democracia que la gente pase de votar. Y la que más preocupa es la de los barrios pobres. Está demostrado que la abstención ante cualquier elección es inversamente proporcional a la pobreza de un distrito, como publicó Manuel Trujillo, sociólogo del IESA. Y que eso es algo que se agudiza con los años.
Espero equivocarme pero percibo un ambiente electoral escasamente ilusionante a mi alrededor. El domingo de elecciones es, además, el segundo fin de semana de la Feria de Córdoba, un momento en el que muchos cordobeses aprovechan para cogerse unos días de vacaciones antes del último arreón laboral previo al verano. La campaña, además, va a coincidir con el Mayo Festivo, por lo que va a ser complicado movilizar el voto entre fino y rebujito, entre sevillanas y rumba, entre patio y cruz de mayo.
La política, además, abusa del marketing y de los gurús electorales, y es algo que les acaba funcionando. Hemos visto cómo se construyen relatos ganadores, que a veces poco o nada tienen que ver con la realidad, y cómo acaban calando y triunfando. La ideología, además, ha quedado en un segundo plano en muchos casos. Y las luchas por el poder nos parecen tan habituales como las series políticas que tanto hemos visto en nuestras plataformas favoritas.
El desencanto político acaba generando monstruos. No inmediatamente pero sí a medio plazo. Si persiste entre la ciudadanía la percepción de que los políticos son un problema y no una solución (lo dice el CIS) o eso de que todos son iguales al final se entenderá que las elecciones son eso por lo que nos molestan cada cuatro años para tratar de convencernos de que son buenísimos.
Hace algo más de diez años, durante el 15M, se gestó una nueva conciencia política cuando atravesábamos, precisamente, otro periodo de desencanto. Hubo un movimiento de abajo hacia arriba que transformó a todos los partidos. Pero de aquello solo quedan documentales, recortes de prensa y algún pequeño rescoldo. El 15M surgió sin que nadie se lo esperase. Lo que venga no lo puede pronosticar tampoco nadie.
Sobre este blog
Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
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