Francia y la Iglesia

Hace 110 años, al otro lado de los Pirineos, en Francia, se aprobó una ley que aún hoy en España es utópica. La ley fue llamada de Separación entre la Iglesia y el Estado. A día de hoy, sigue en vigor y está considerada intocable por cualquiera que se atreva a entrar en política en Francia. La ley de la laicidad del Estado francés es sagrada para los franceses.

Tiro de wikipedia para exponer algunas de las cosas que Francia aprobó en 1905 y que a día de hoy en España son ciencia ficción: “Puso fin al financiamiento de grupos religiosos por el Estado. Al mismo tiempo, declaró que todos los edificios religiosos serían propiedad del estado y los gobiernos locales; el gobierno pone tales edificios a disposición de las organizaciones religiosas sin costo para estas, siempre que sigan usando esos edificios con fines de culto. Otros artículos de la ley incluyen la prohibición de fijar símbolos religiosos en edificios públicos”.

De esta ley, surgió otra a mediados de la década pasada en la que Francia prohibía el uso de símbolos religiosos en colegios y universidades. La ley prohibía, entre otras cuestiones, el uso del hiyab por parte de las mujeres en los colegios. El laicismo fue aprobado por una amplia mayoría y aún hoy recibe el respaldo de cerca del 80% de los franceses.

Esta semana, en Sevilla principalmente ha estallado una polémica telúrica por la propuesta de Podemos de que la Giralda y la Mezquita sean de titularidad pública. Antes ya lo había planteado IU y a su manera la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, también con su famosa declaración: “Mezquita Catedral de titularidad pública, gestión como hasta ahora”. Es decir, el edificio, de todos. La gestión, de la Iglesia Católica. Más o menos como ocurre en Francia con Notre Dame y sus centenares de catedrales católicas.

Cualquiera que haya ido a Francia aunque sea de vacaciones y haya viajado por sus pueblos habrá comprobado el excelente estado de conservación de sus iglesias. Todas, absolutamente todas, son de titularidad pública. ¿De verdad que es tan radical la propuesta de que también lo sean la Giralda o la Mezquita?