Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Lee ya las noticias de mañana
Sobre este blog

Soy cordobesa, del barrio de Ciudad Jardín y ciudadana del mundo, los ochenta fueron mi momento; hiperactiva y poliédrica, nieta, hija, hermana, madre y compañera de destino y desde que recuerdo soy y me siento Abogada. 

Pipí Calzaslargas me enseñó que también nosotras podíamos ser libres, dueñas de nuestro destino, no estar sometidas y defender a los más débiles. Llevo muchos años demandando justicia y utilizando mi voz para elevar las palabras de otros. Palabras de reivindicación, de queja, de demanda o de contestación, palabras de súplica o allanamiento, y hasta palabras de amor o desamor. Ahora y aquí seré la única dueña de las palabras que les ofrezco en este azafate, la bandeja que tanto me recuerda a mi abuela y en la que espero servirles lo que mi retina femenina enfoque sobre el pasado, el presente y el futuro de una ciudad tan singular como esta. 

¿ Mi vida ? … Carpe diem amigos, que antes de lo deseable, anochecerá.

¿Sabe usted lo que son los MASC? Agárrese, que vienen curvas

Magdalena Entrenas

0

Sobre este blog

Soy cordobesa, del barrio de Ciudad Jardín y ciudadana del mundo, los ochenta fueron mi momento; hiperactiva y poliédrica, nieta, hija, hermana, madre y compañera de destino y desde que recuerdo soy y me siento Abogada. 

Pipí Calzaslargas me enseñó que también nosotras podíamos ser libres, dueñas de nuestro destino, no estar sometidas y defender a los más débiles. Llevo muchos años demandando justicia y utilizando mi voz para elevar las palabras de otros. Palabras de reivindicación, de queja, de demanda o de contestación, palabras de súplica o allanamiento, y hasta palabras de amor o desamor. Ahora y aquí seré la única dueña de las palabras que les ofrezco en este azafate, la bandeja que tanto me recuerda a mi abuela y en la que espero servirles lo que mi retina femenina enfoque sobre el pasado, el presente y el futuro de una ciudad tan singular como esta. 

¿ Mi vida ? … Carpe diem amigos, que antes de lo deseable, anochecerá.

Nunca había vivido de manera consciente una sensación de no ser libre como la que tengo ahora. He vivido, amado y ejercido mi profesión en una libertad de derechos, de acción y de omisión completa —aunque no exenta de cortapisas, y hasta de la superación de estereotipos de género— que ahora empiezo a echar de menos.

Y es que la diarrea legislativa de los últimos años va estrechando la esfera de libertad del ciudadano con cada vez más imposiciones normativas. Papá Estado nos comprime poco a poco —dice que para “protegernos”— y a mí me hace sentirme cautiva. Demasiados noes.

Cada vez que abro el BOE es un “No”. No a conducir ni con una cerveza de quinto encima; no a que los niños coman ni un gramo de azúcar; no a pagar en efectivo si la compra supera los 999 euros —el no definitivo al efectivo, aunque sea calderilla, está a la vuelta de la esquina—; no a comprar un simple antihistamínico sin receta; no a emitir facturas que no sean electrónicas y con conexión directa a Hacienda. No, no, no…