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Sobre este blog

Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.

Veraneos 28: El Regreso

operario

Juan José Fernández Palomo

14 de septiembre de 2024 20:06 h

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Arrastro una maleta trolley camino de las escaleras mecánicas que me llevarán a la terminal de la estación poco intermodal de Bahía Sur San Fernando (Cádiz).

Subo. Regreso. 

Ha pasado el mediodía. No entiendo que para coger un tren tenga que subir escaleras, pero me da igual; algún ingeniero habrá tenido que salvar algo del terreno, construir una joroba o algo sobre la capa freática de la bahía, sus esteros, sus aves migratorias, las garzas y esos ibis plateados chiquititos... yo qué sé, habrá razones. 

Arrastro mi maleta antes de llegar a las escaleras y paso junto a un operario que lleva medio cuerpo alzado de la cota del suelo. Sale de una alcantarilla, lleva un traje azul, un chaleco fluorescente y un casco. Y manipula llaves y cables gruesos. De dónde vendrá.

Mi trolley casi le roza las narices y le doy las buenas tardes. Él me responde también buenas tardes

Está acabando su turno; pronto llegará a casa, se quitará el mono de trabajo y el casco amarillo, antes, es posible, que se tome una cerveza en el bar de la esquina y luego ataque unas papas con choco servidas en la mesa del salón. Besará tal vez a sus dos hijos y a su mujer y verá sin mucho afán el telediario que la tele expande por la habitación principal de esa casa de la calle General Lebrón, de San Fernando. 

A nadie le importa quién fue aquí el General Lebrón. Un tipo con una pierna amputada que, afortunadamente, volvió a casa tras una trifulca naval frente a un faro cercano. Demediado, pero bien; por decir algo. 

El regreso.

Yo vuelvo a mis cosas y arrastro ropa con arena y memoria encerradas en el puto trolley que pugna por desatascarse en las escaleras mecánicas. 

Y nunca olvidaré al operario que asomaba medio cuerpo desde un agujero en el asfalto. Su regreso. 

¿Quién de los dos estará más cansado de todo esto?

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Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.

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