“Viajamos todos los meses a Málaga para visitar las tumbas de nuestras mascotas”

Manolo Luna y su pareja, Pilar Manchón, son enfermeros ejercientes en Córdoba. Son amantes de los animales y hasta hace muy poco convivían con dos perras y una gata. Formaban una familia de cinco que a partir del pasado mes de septiembre se resquebrajó con el fallecimiento de Tani, su perra dálmata. En noviembre perecía Minina, como cariñosamente llamaban a su gata. Actualmente, ambas están enterradas en el cementerio público de mascotas de Málaga ante la falta de alternativa en Córdoba.

Tal y como han confirmado este periódico desde fuentes del Ayuntamiento malagueño, esta es la primera pareja cordobesa que hace uso de este servicio, puesto en marcha el pasado mes de junio. Desde entonces, este cementerio ha prestado 82 servicios: 62 incineraciones, 17 enterramientos y tres cenizas han sido depositadas en urnas en los jardines habilitados para ello.

Entre esos 17 enterramientos se encuentran los de Tani y Minina, que tenía 16 y 18 años, respectivamente. Además, fueron adoptadas por esta pareja. Cuando Tani falleció, tanto Manolo como Pilar comenzaron a buscar alternativas de enterramiento, ya que la decisión de ambos era no incinerarla. Manolo cuenta a Cordópolis que, tras mantener varias conversaciones con la empresa pública Cecosam, vio que la “construcción de un cementerio de mascotas iba para largo”.

Y así es. Según los presupuestos de Cecosam para este año, se han destinado 250.000 euros para la construcción del cementerio y crematorio de mascotas. Hace cerca de cinco años que esta idea se encuentra en la agenda política cordobesa bajo una propuesta de Podemos que no se llegó a pactar con el gobierno de Bellido hasta diciembre de 2022. Aunque fue en febrero de 2023 cuando se aprobó el proyecto de construcción del cementerio para mascotas, nunca más se volvió a saber de él... Hasta los presupuestos para este año, donde se llega incluso a afirmar que la segunda fase se presupuestará para 2026.

Sin embargo, para esta pareja de Córdoba -y para otras tantas que hayan tomado la decisión de incinerar a sus mascotas, enterrarlas en otros cementerios de España o hacerlo de forma ilegal-, esta previsión presupuestaria llega tarde. “Es una enorme tristeza que por los sucesivos retrasos de Cecosam hayamos tenido que irnos a Málaga para enterrar a sus mascotas”, lamenta este hombre. “Es sorprendente que una ciudad de tamaño medio como es Córdoba, tan volcada con el cuidado de animales y con el medio ambiente, cuestiones apoyadas por las instituciones, no tenga un cementerio municipal de mascotas todavía. Salvo para toda la publicidad que le dieron, proceso electoral de por medio incluido, no han hecho absolutamente nada”, expresa.

Hay quien pueda pensar que la pareja ha optado por enterrar a sus animales en el cementerio malagueño por alguna relación que pueda tener con la capital de la Costa del Sol, pero nada más lejos de la realidad. “Nosotros no tenemos casa allí y si vamos es alguna vez de veraneo, por lo que ahora vamos todos los meses y visitamos las tumbas”; un viaje que para ellos es sanador, ya que han compartido muchos años con Tani y Minina, “y han dejado un vacío muy grande”.

Manolo agradece al Ayuntamiento de Málaga tanto el servicio que ofrece en el cementerio como la atención, “puesto que incluso hay un apoyo psicológico”. El camposanto se encuentra en plena naturaleza por la Carretera Colonia de Santa Inés y es “un lugar tranquilo y con acceso fácil desde la autovía”, ubicación digna de agradecer para este enfermero que viaja “desde Córdoba expresamente” para visitar el cementerio. Además, enfatiza en la calidad humana de todo el personal, “que entendió que para nosotros, ellas forman parte de nuestra familia”. Sobre el coste económico que ha supuesto para esta pareja enterrar a sus dos mascotas, apenas llega a los 50 euros anuales, incluyendo la inhumación, el servicio de mantenimiento de las tumbas y la emisión del certificado de enterramiento.

Después de su experiencia, este amante de los animales reitera que la falta de un cementerio local de mascotas en Córdoba fomenta que la gente “recurra a ilegalidades” para dar sepultura a sus mascotas, “y eso no se puede consentir, con una población cada vez más urbana, con pisos como el tipo de vivienda predominante y con una tendencia cada vez mayor a la adopción de animales. El problema, por ello, no es pequeño precisamente, por lo que no queremos más promesas y que el cementerio municipal de Córdoba se haga una realidad”, concluye.