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Pacma ante la posibilidad de ser “bisagra”

Protesta de Pacma contra la caza | ÁLEX GALLEGOS

Juan Velasco

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Sacaron seis veces más votos que Vox en las últimas Elecciones Generales en Córdoba y critican que no tienen ni la mitad de cobertura mediática. Lo primero es indudable: Pacma sacó unos 4.200 votos en las generales de hace dos años en la provincia, mientras que Vox sumó 700 apoyos. La segunda afirmación es dudosa. Los animalistas son en Córdoba una fuente de noticias a la que la prensa local da pábulo y que, además, suelen venir acompañadas de furibundos debates sobre el animalismo.

Pacma nació como Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal. Todavía hoy mantiene esas siglas aunque desde hace años se define como animalista a secas, puesto que no se puede ser animalista sin ser antitaurino. Su crecimiento electoral en todo el país ha sido vigorosísimo en la época de mayor inestabilidad política desde la transición, aunque insuficiente en muchos casos, lastrado por la Ley Electoral, de la que es uno de los principales damnificados. Por ejemplo, en las últimas generales consiguió más votos que Coalición Canaria y EH Bildu y sólo 3.000 menos que el PNV, y sin embargo no consiguió escaño.

En Córdoba, su crecimiento ha sido parejo al que ha tenido a nivel nacional. De los 413 votos que obtuvo en las Elecciones Andaluzas de 2012 ha multiplicado por 10 sus apoyos hasta obtener su techo electoral hace dos años. Y le ha salido barato.

“Somos el partido al que menos dinero le cuesta el voto”, sonríe Javi Luna, número 1 de Pacma por Córdoba al Parlamento Andaluz, en una entrevista con CORDÓPOLIS. El candidato no es capaz de precisar cuánto le va a costar la campaña al partido, pero duda de que supere “los 3.000 o 4.000 euros a nivel autonómico”.

Será una campaña basada en el reparto de octavillas con unas escuetas pinceladas de su programa político. Apenas concretan los compromisos del partido con los animales (prohibir la compraventa de animales de compañía; acabar con las corridas de toros, circos, zoos y acuarios; oposición a la caza), y esboza, sin aportar medidas concretas, otras áreas de actuación a nivel medio ambiental y para las personas, éstas ya a nivel abstracto.

También habrá actos más vistosos, como el que tendrá lugar este domingo, un paseo con perros para fomentar la adopción de animales, y que contará con la presencia de la presidenta de Pacma, Silvia Barquero. “Son actos que no son muy ostentosos pero con los que intentamos llegar al mayor número de personas”, especifica Luna.

Huyendo de la ideología

Emprendedor en el sector de gestión y animación sociocultural y fundador de la Asociación Protectora Galgos del Sur, Luna, de 42 años, ha sido secretario del Consejo de la Juventud de Cordoba y ha estado presente en movimientos vecinales desde 1998. Su relación con el animalismo también viene de lejos, como la de la mayoría de sus compañeros. Este martes, en Las Tendillas, son varios los que reparten octavillas, a las que los viandantes responden con poco entusiasmo. “En el centro es complicado, nuestros votantes están en los barrios”, explica Ana, una sociosanitaria que participa en el reparto.

Junto a ella está también Manuel, un celador del Reina Sofía; otro chico que prefiere no decir su nombre y la última que se incorpora es Miriam, una nutricionista que llega con su hija -“la futura presidenta de Pacma”, bromea- y se pone a repartir volantes. El hilo que une a todos ellos es la defensa de los animales y del medio ambiente. Aunque eso no es todo. “La mayor parte de la gente nos achaca que somos meramente un partido animalista y no es así, tenemos propuestas para las personas”, señalan.

En frente tienen también la incomprensión de muchas personas. “Me da coraje que haya gente que trate mejor a los animales que las personas. Los animales son animales. Hay humanos miserables, pero un perro es un perro”, señala Francisco sobre el colectivo animalista. Su testimonio es el habitual cuando se publican noticias relacionadas con este colectivo. También lo son las bromas, aunque lo cierto es que el animalismo crece en las urnas europeas desde hace diez años en cada elección.

“Es la primera vez que tenemos opción real de conseguir parlamentarios. De hecho, las encuestas del CIS nos dan un 3,7% en Málaga y un 3% en Jaén, lo que significa que entraríamos ya en el reparto. Otra cosa sería conseguir un parlamentario”, reflexiona Luna, que critica que en la última encuesta telefónica del CIS ni siquiera se les daba entre las opciones de voto.

PREGUNTA. ¿Cuál es, según tú, la clave en esta subida?

RESPUESTA. Sobre todo que cada vez la conciencia sobre el respeto a los derechos de los animales está subiendo. La gente ya ve a los animales de forma diferente. Y hay una población cada vez más sensibilizada hacia el problema.

P. También recogéis mucho desencanto electoral, ¿no crees?

R. Sí. Hay otra parte importante que es porque la gente está dejando de creer en otros partidos políticos, los que año tras año prometen que van a hacer mejoras para las personas. Mejoras en el empleo, mejoras en la vivienda... Y luego no lo cumplen. La gente está votando ya por ideales. La gente cree en la defensa de los animales y votan a un partido.

Ideológicamente, Luna desvincula a Pacma de cualquier espectro. “De hecho, siempre decimos que el movimiento animalista y ecologista no entiende de izquierdas o de derechas. Lo único que nos mueve en común es la defensa de los animales. Situarnos en un margen u otro, desde luego sería un error”, sostiene el candidato, que cita a Equo como ejemplo de este error estratégico. “¿Cómo te puedes aliar con un partido como Podemos o el PSOE, cuando la mitad de tu electorado es de derechas? Eso no te lo van a perdonar. Vas a perder muchos votos”, señala Luna, que aclara que Pacma no tiene relación con Adelante Córdoba.

“Ningún empleo justifica jamás el maltrato animal”

Si hay un caballo de batalla para el animalismo en España, ése es la tauromaquia. Pacma lo lleva en su nombre. Su propuesta pasa por la abolición del toreo, una tradición en declive, pero que sigue generando debates muy polarizados, muchas veces sin datos a los que agarrarse. Una de las claves a las que se alude para su mantenimiento son los datos de impacto económico, que un informe de la la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos cifran en el entorno de los 1.600 millones de euros anuales.

En cuanto al empleo, según datos oficiales de 2017 recogidos por la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal, los profesionales de la tauromaquia han crecido en la última década, al tiempo de descienden los festejos. El año pasado eran casi 11.000 los profesionales de este mundillo, un 32,6% más que en 2007. En este mismo tiempo, las corridas han caído un 57,5% en España.

Para el candidato de Pacma en Córdoba, por encima de los números, la idea es que “si la tauromaquia genera un mínimo de empleo, ese empleo no justifica jamás el maltrato animal”. Luna asegura que se falsean muchos datos en relación con este sector, que “está totalmente subvencionado” y que no le parece ni siquiera rentable.

P. ¿Pero tenéis algún plan para que reconvertir el sector de alguna manera?

R. Es que no es un sector empleo que sea relevante. Es un empleo mínimo. Y son jornales muy puntuales. En Córdoba hubo el año pasado 22 festejos taurinos. ¿Qué empleo puede generar eso?

P. Y viendo cómo agonizan los toros, ¿no creéis que es mejor dejarlo morir que presionar para su abolición? No parece que tenga mucho futuro.

R. No podemos dejarlo morir, porque no sabemos cuánto tiempo va a durar y no podemos permitir que sigan muriendo los animales. Hay que afrontarlo porque no se puede permitir un acto cruel que no tiene sentido en la época actual. Es que debe estar prohibido. En otros países ni se lo plantearían.

Si se habla de la caza, todavía hay más oscurantismo, según el líder de Pacma en Córdoba. “La caza beneficia a unos pocos. A los dueños de los cotos de caza, que son quienes alquilan los puestos. Y luego, a una serie de empresas que desarrollan las monterías y que crían animales para soltarlos en el campo”, asegura. Según los datos del partido animalista, en Andalucía hay 102 granjas cinegéticas para volver a repoblar los animales que se han matado durante la temporada de caza, una acción que genera, según Luna, “unos cuantos jornales concretos entre septiembre y enero”. Un análisis que choca frontalmente con los datos de la Consejería de Medio ambiente, que regula esta actividad y que ha llegado a estimar en casi 50.000 empleos el impacto de la caza.

Para el líder provincial de Pacma, si la caza se mantiene es, de nuevo, por tradición. “Aunque la Diputación diga en Intercaza que sea deporte, lo cierto es que no puede ser ningún deporte matar animales”, zanja Luna, que también reparte sus dardos para la Junta de Andalucía, cuya presidenta se reunió el pasado viernes con Asociaciones de Cazadores. A nivel regional, advierte de que “los animales están muy olvidados en el Parlamento Andaluz” y de que lo primero que piensan proponer es una nueva ley de bienestar y de protección animal.

“El partido verde en España va a ser Pacma”

Con apenas 6.000 afiliados en todo el país y una cuota a libre elección, Pacma se muestra convencido de que no ha alcanzado su techo electoral. Y eso incluye a Andalucía, donde, según Luna, el movimiento animalista está subiendo más que en otras comunidades autónomas. “Casi al nivel que en Cataluña”, añade.

P. ¿Creéis que Pacma va a ser capaz de ofrecerse como la alternativa a los partidos populistas de derechas, como ha ocurrido en países de Centro Europa con los ecologistas?

R. La subida de Pacma va a ser importante. Hemos visto cómo solo cinco diputados del PNV han podido decidir los presupuestos y la moción de censura a Rajoy. De hecho, las encuestas para las Europeas, como no está la Ley D'Hont, nos otorgan representación. Eso será lo que nos ayudará a que, en las nacionales, podamos ser un partido bisagra.

¿Y cuál es su techo en Córdoba? El candidato de Pacma en Córdoba se muestra convencido de que van a doblar el número de votos y de que no van a sacar menos de 8.000 apoyos. “El partido verde en España va a ser Pacma”, concluye antes de seguir repartiendo octavillas en el centro de Córdoba.

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