Cara a cara
Lolo Vinos: “Me da pena que deje un legado en el Córdoba y no sepa si va a continuar”
Hay muchos tipos de entrenadores en las distintas disciplinas deportivas que existen, pero para manejar un vestuario, como mínimo, debe ser empático con los que rodean. Después puedes ser más o menos cercano, pero es cierto que los jugadores lo agradecen, más aún si se centra el foco en el fútbol sala. Un técnico que reúne todas estas características y que ha estado en el foco mediático en las últimas semanas es Lolo Vinos, que después de cerrar su etapa en el Córdoba Patrimonio de la Humanidad abrirá una nueva ilusionante en el Bujalance FS de Segunda División B. Con la energía y la alegría que transmite, el cordobés atendió a Cordópolis dispuesto a realizar un balance de su pasado y mira con optimismo a un futuro a corto plazo ligado al club rojillo.
PREGUNTA. Bueno Lolo, una entrevista un tanto especial. Después de lo que ha pasado en tu escuela y de terminar la temporada en el Córdoba Patrimonio B, esa nueva etapa en Bujalance, ¿cómo analizas un poquito la actualidad, antes de meternos de lleno en ella?
RESPUESTA. Bueno, la actualidad está marcada por lo que ha pasado en el Córdoba Patrimonio, en el que he estado las últimas seis temporadas. Bueno, pues está muy marcada por eso. Creo que la salida del club, pues bueno, creo que va a marcar un poco un antes y un después en mi etapa en el mundo del fútbol, porque, como te he comentado, son seis temporadas, y no ha sido la manera que yo hubiera querido. Que te digan que no puedes continuar en el club sin darte una opción o una explicación, bueno, al final es deporte y yo lo acepto, pero es una etapa complicada porque, al final, que el presidente, por ejemplo, diga en rueda de prensa que a mí se me ha dado otro rol y no lo acepto, es un poco duro, sobre todo para el que me conoce, porque yo soy una persona muy franca, muy clara, y acepto las decisiones. Cada uno es libre en estos deportes, y está marcado un poco por la salida del Córdoba. Creo que no se ha tratado bien la situación, y a partir de ahí empieza una nueva etapa, donde evidentemente voy a seguir vinculado al fútbol sala, ahora en un equipo de Segunda División B como Bujalance.
P. Ahora comienza una nueva etapa, pero imagino que habrás tenido muchas en tu vida. ¿Cuál fue la primera? ¿Cómo te vinculaste primero al fútbol sala?
R. Bueno, la primera fue al final por tradición familiar. Mi padre era entrenador, estuvo entrenando a mi hermano y demás en fútbol, y luego mi hermano, en un grupo de amigos que teníamos en el barrio, sacó un equipo de fútbol sala. Así es como empezamos a entrenar y jugar en campos de tierra. Fue una infancia plagada de entrenamientos y partidos, con una ilusión terrible. Mi etapa en el fútbol sala es envidiable porque tengo unos recuerdos de esa época que me han marcado mucho en mi vida a día de hoy.
P. ¿Qué preferías desde pequeño: fútbol once o fútbol sala?
R. Bueno, fútbol once tenía siempre, porque mi padre se dedicaba al fútbol también. Mi padre estuvo jugando a fútbol, y siempre lo que tenía era el fútbol. Es verdad que cuando empezó la moda del famoso fútbito, empecé con el fútbol sala. Estuve jugando las dos cosas hasta juveniles, pero le di prioridad al fútbol sala porque creo que era bastante más divertido. Los campos de fútbol antes eran de tierra y chinos. Si hubiera habido tantos césped como ahora, pues seguramente me hubiera costado más trabajo, pero es verdad que interactuar más con el balón me gustaba más, y en el fútbol once lo pasaba bastante mal cuando no cogíamos la pelota, así que me decanté más por el fútbol sala.
P. ¿Y qué tipo de jugador eras? ¿Eras más rápido? ¿Eras un pívot dominante?
R. Bueno, los que escuchen esto dirán que era malísimo, pero era un jugador de uno contra uno, y muy pesado. Defendía, corría, y bueno, creo que mi equipo se asemeja mucho a lo que yo era. Era un jugador muy intenso y muy pesado.
P. Vamos, muy pesado e incluso has dicho que a lo mejor te pueden decir malo, pero incluso tuviste la oportunidad de jugar en Segunda División, ¿no?
R. Sí, bueno, estuve en varios equipos. Tuve una oferta en Andújar y jugué en Adecor. También, por ejemplo, en Muebles Andalucía, que era uno de los clubes más fuertes a nivel de Córdoba. Guardo muchísimos recuerdos y amigos de esa época. Mi última etapa la viví en Aquasierra, que fue un lujo poder acabar allí, y luego tener la oportunidad de ser capitán de un club como Aquasierra, y luego poder dirigirlo en Tercera División. Me siento muy afortunado por haber vivido esa etapa.
P. ¿Cómo fue esa transición de jugador del Aquasierra a entrenarlo en Tercera?
R. Muy fácil, porque como yo siempre estaba entrenando también, lo dejé ya, porque o me dedicaba a jugar o a entrenar. Decidí el último año jugar, y cuando dejé de jugar, David Gil, que es una de las mejores personas que me he encontrado en el mundo, no solo en el fútbol sala, me acompañó en el trabajo y me volvió a echar una mano para llevar el equipo. Claro, una vez que me meto en algo, me meto, y ya no he vuelto a parar. La verdad que fue fácil porque no me considero entrenador, me considero jugador, y a la hora de manejar un vestuario y demás, me siento en mi hábitat y me resulta más sencillo.
P. ¿Cómo ha sido tu vida, y el enfocarlo tanto al fútbol sala? Como tú has dicho, desde bien pequeño estabas con un balón entre los pies. Imagino que también ya es una forma de vida, ¿no?
R. Claro, al final lo que yo le digo a mis jugadores es que esto es para pasarlo bien. He tenido la suerte de tener jugadores desde pequeños, como Andresito, que ha sido internacional, Cristian, Carlos Barrón, y muchos más que han cumplido su sueño, pero se han quedado muchos por el camino que no lo han logrado. Para mí, el deporte, inculcado por mi padre, es una forma de vida. Te vas metiendo en esto, ayudas a personas, a niños, y vas disfrutando. Esto está para pasarlo bien, y ahora con tanta experiencia y conocimiento, tanto a nivel personal como deportivo, guardarlo en un cajón sería un desperdicio. Muchas veces piensas, ¿para qué le he dedicado tanto tiempo a esto? Quizás sea para esto, para llegar a esta etapa de tu vida donde te sientes pleno a nivel de madurez, y puedes ayudar a la gente y dejar un legado. La clave es disfrutar. Si no disfrutas, mejor vete porque al final vas a contagiar a la gente a tu alrededor. Mi hija pequeña juega al fútbol sala, mi mujer me acompaña siempre, y disfrutan mucho del deporte. Creo que al final la clave es esa.
P. El legado que le has transmitido también a tu hija y prácticamente a toda tu familia, se lo transmitiste al Córdoba Patrimonio desde la temporada 2019-2020, si no me equivoco, y llegó después de Villa del Río, donde también entrenaste en Segunda B. ¿Cómo fue llegar al club, que ahora es un referente en la ciudad?
R. Bueno, pues llegué porque Rafa García fue quien me llamó. José García, el presidente, me había ofrecido el club un par de veces antes, pero por circunstancias le dije que no. Luego al llegar al club, Rafa me lo puso muy fácil porque sabía el número de jugadores que había y qué tipo de jugadores eran. Creo que era una buena generación para poder trabajar, y ahí están los ascensos a partir de ese momento. Desde que llegamos, se ha hecho un trabajo en División de Honor y se han conseguido ascensos con el club, dejando el equipo asentado en la Segunda División B. El trabajo con la cantera ha sido constante, con una coordinación y una base de datos que creé para mí y que hemos ido ampliando con el trabajo de todos los entrenadores. Creo que se ha hecho un trabajo mejorable, como siempre, pero muy constante y con mucha ilusión. Ahora me da pena porque se deja un legado ahí, pero no sabemos cómo va a continuar.
P. Sobre todo la pena también de cómo se ha salido del club. Poco a poco parece que se está perdiendo esa esencia cordobesa del club.
R. Aquí soy muy crítico pero también muy realista. Evidentemente, no podemos pretender que una generación de jugadores que fueron cumpliendo años puedan estar en la primera plantilla en Primera División, y se fueron cayendo de la lista o bien porque no daban el nivel o bien porque el club no contaba con ellos. Eso al final es deporte. Pero llevo viendo el talento desde hace muchísimos años y sé que hay jugadores aquí en Córdoba en la base que deberían haberse ido incorporando, y creo que el club ha perdido un poco la identidad en eso. Muy respetable, pero ya después de lo de este año, donde del equipo que quedó cuarto o quinto empatado a puntos con Bujalance para jugar play off, un equipo recién ascendido, se pierden ocho futbolistas y se podría haber hecho un esfuerzo para que se quedaran. Después de esto también quedamos octavos y no se le da continuidad al proyecto, no contando con el entrenador que ha manejado desde el División de Honor, con la coordinación del División de Honor y filial todos estos años y con una coordinación ayudando al primer equipo en una innumerable cantidad de ocasiones. Creo que para mí es un error. Respeto, pero como te he comentado antes, lo más injusto es que se falta a la verdad en el sentido de decir que se ha intentado dar otro rol y no hemos aceptado. No he tenido ningún tipo de propuesta. Al final tengo una oferta de Bujalance que he aceptado, y también la he tenido muchos años en los de Bujalance, en muchos clubes, y he decidido otras veces que no. Ahora, sabiendo que no puedo entrenar aquí en el club, acepto el reto de Bujalance. A la vista está que cinco futbolistas se vienen conmigo y dicen que no a un proyecto donde hay un equipo de Primera edición, y tienen que montarse en un coche para ir a jugar a Bujalance. Creo que el cambio de rumbo que ha dado el club en algún aspecto lo comprendo, pero en otros creo que se ha cogido el camino fácil en vez de lo que se ha ido predicando de apostar por el talento cordobés. Este año ni siquiera el entrenador de Segunda División es de Córdoba. Creo que si no soy yo, también hay muchísimos entrenadores en Córdoba. No será un tema económico porque creo que una persona que venga de fuera va a costar más que una persona de aquí de Córdoba. Es una opinión personal mía, y respeto todas las opiniones, pero conociendo el fútbol cordobés creo que se podría haber apostado un poco más.
P. Cuando se cierra una puerta se abre una ventana, y Bujalance ahora es tu destino. ¿Cómo ves esta temporada en Segunda División B?
R. Muy dura, porque ahora Pinatar y Jerez, ojalá suban. Primero por ellos, porque se lo merecen y nos representan a todos. Luego porque evidentemente nos quitamos dos equipos durísimos de las opciones de play off. Nosotros vamos a ser un equipo competitivo. Este año en el Córdoba no daba nadie un duro por nosotros. Jugadores que dentro del club no se contaba con ellos, al final han dado un nivel increíble. Hemos sido el equipo de categoría nacional del club mejor posicionado con 42 puntos en octava posición, creo que por encima del Primera División y del División de Honor. Se merecían otro trato y haber apostado más por ellos. Si me caracterizo por algo, es porque mis equipos compiten del minuto 1 al 40 y durante toda la competición desde que empieza la liga hasta que acaba. Entonces, nos vamos a encontrar con un Bujalance repleto de ilusión. Lo que me transmiten los aficionados y el club, me consta que para el club era una apuesta importante desde hace años porque siempre me lo han hecho saber. Estoy muy ilusionado y, aunque lo tengamos complicado con una Segunda División B difícil, creo que Bujalance va a ser un referente a nivel del Grupo V de Segunda División B.
P. Y ya la última, Lolo, para un poquito también cerrar el círculo. ¿Dónde te ves tú dentro de cinco años a nivel tanto personal como deportivo?
R. Pues, si te digo la verdad, los que me conocen saben que no sé lo que voy a hacer mañana. Tengo una filosofía de vida de vivir el día a día, no pensar más allá. A nivel deportivo, de un año en un año. Seguro que si la vida me lo permite, seguiré vinculado al fútbol sala. Lo que sí tengo claro es que el trabajo que he hecho en mi escuela, que ahora también rompemos con el Córdoba, es un trabajo que llevo haciendo durante seis temporadas. Una escuela que he creado desde la nada y que hemos visto crecer con grandísimos deportistas y compañeros que me han ayudado a levantarla. No sé dónde estaré, pero lo que está claro es que el año que viene, desde infantiles hasta pre-benjamines y bebés, seguiré trabajando con la base. No sé dónde estaré, pero sí que estaré vinculado a la base porque me da muchísimo y me hace sentir mejor persona. Al final, creo que eso es lo más importante que te puede dar el deporte.
P. Como hemos dicho también antes de la entrevista, a veces no es dónde entrenas sino con quién entrenas, y yo creo que la cantera, en tu caso en tu escuela, así lo refrenda.
R. Sí, el apoyo que he tenido por parte de padres y deportistas es algo que ya sabía, pero siempre te sorprende. Te sorprende que puedas llegar a ser tú mismo, sin vender algo que no eres, y cómo puedes llegar a conseguir entrar dentro de la gente y generar un sentimiento de identidad tan fuerte por unos valores y una filosofía de vida. Creo que eso es de lo más orgulloso que estoy en mi carrera profesional vinculada al deporte. Montar la escuela era una ilusión y a día de hoy no pensaba que lo podía hacer tan bien. Eso me da muchas más fuerzas para seguir trabajando.
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