Honor y frustración

La historia se repite. Muestra una magnífica imagen pero le es insuficiente para sumar. Así, cierra otro duro encuentro con honor y al tiempo con frustración. Porque después de merecer al menos un empate en la pista del Barça y caer (1-0), este domingo cede ante el Movistar Inter en un choque en que también hiciera un papel tal como obtener algún botín. El problema es que el Córdoba Patrimonio de la Humanidad no cuenta en determinados momentos con el acierto en ataque que sí tienen sus rivales. Sea como fuere, el cuadro califal continúa con su línea de juego para confiar en la permanencia en Primera de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS). La caída en esta ocasión se da, por cierto, por 3-1 en Torrejón de Ardoz. Un resultado éste que no se encarrilara hasta el último tramo del encuentro y, sobre todo, se dibujara durante la segunda parte tras llegarse al descanso con equilibrio a cero.

Como es norma desde hace unas semanas, el entrenador del Córdoba Patrimonio de la Humanidad apostó por un quinteto muy distinto al anterior. Es la filosofía que tantos buenos resultados le aportó en las últimas jornadas al conjunto blanquiverde. Porque Josan González opta por un cinco adecuado al rival y la situación. Más allá de dicha circunstancia, el encuentro arrancó de manera vibrante en el Jorge Garbajosa. En los primeros compases, el cuadro califal intervino con defensa a media pista, como suele hacer de un tiempo a esta parte, pero con una presión muy fuerte sobre el Movistar Inter. Mientras, el cuadro de Torrejón de Ardoz procuró advertir en ataque con cierta celeridad. De hecho, a los pocos segundos Cristian Ramos tapó bien la portería ante Pito. Precisamente el pívot gozó de la primera ocasión realmente clara, que por suerte terminó desviada en labor defensiva por el visitante.

Después de los primeros intentos del Movistar Inter llegaron las respuestas del cuadro califal. En ambas se encontraron los de Josan González con Jesús Herrero bajo palos. El guardameta repelió primero ante Caio César tras gran pase de Lucas Perin. Sólo unos segundos después cubrió a la perfección en un mano a mano de Alberto Saura. Con todo, el ritmo era elevado por parte de los locales y esto provocaba que atrás tuviera cierto padecimiento el Córdoba Patrimonio de la Humanidad. Así, Eric Martel envió un balón al palo y después contempló una magnífica intervención de Cristian Ramos. Con el paso de los minutos la sensación de superioridad de los interistas fue a más, de forma que acarició el gol en una acción de Bruno Iacovino que salvó el portero de la escuadra blanquiverde. El cancerbero visitante se tornó en protagonista con su cúmulo de paradas.

Si bien procuraban deshacerse de la grandísima presión ofensiva del adversario, los cordobeses no terminaban de calmar el choque. De ahí que, por ejemplo, a falta de más de ocho minutos para el descanso ya alcanzaran las cuatro faltas y tres tarjetas. A todo esto, Cristian Ramos volvió a despejar en una buena acción de estrategia en lanzamiento de falta del Movistar Inter. Fue a partir de ese momento cuando adelantó el Córdoba Patrimonio de la Humanidad su trabajo defensivo y aminoró el temporal. Y en este tramo pudo cobrar ventaja por mediación de Ricardo, pero lo impidió Jesús Herrero. Apareció el guardameta para cortar su pase con marchamo de gol. Casi acto seguido el portero blanquiverde respondió para salvar del 0-1 a su equipo. De hecho, por mucho que ya fuera excesivo el agobio al que era sometido, la escuadra madrileña insistía sobre meta contraria. Tanto es así que Boyis acarició la diana también en los segundos finales del primer acto. La madera lo evitó.

Tras sostenerse en pie durante la primera parte, en la reanudación el cuadro califal quiso salir enseguida a por la portería de Jesús Herrero. De esta forma, Boyos intentó el gol. Aunque el menciano no acertó a batir a Jesús Herrero. Lo cierto es que una vez sumado este disparo el Movistar Inter tomó de nuevo la iniciativa y Cristian Ramos, a reaparecer bajo palos para inmovilizar el tanteador. La alternativa la puso Alberto Saura, pero el cancerbero local contestó otra vez con una buena intervención. Sea como fuere, la contienda se equilibró en el segundo tiempo y cualquiera de los dos conjuntos tenía opción de obtener renta a su favor. Es verdad que los de Torrejón de Ardoz gozaban de mejores acercamientos. Así, sólo la fortuna imposibilitó el 1-0 de los locales en un gran chut de Dani Saldise, que se rozó el larguero.

Aun cuando el encuentro continuaba como un auténtico toma y daca seguía sin darse movimiento al marcador. De hecho, las aproximaciones se cerraban por parte de los dos equipos sin oportunidades realmente claras. Sí es cierto que los blanquiverdes se dejaron ver mucho más en torno al área local y obligaron a varios saques de esquina. La lata, como se suele decir, acabó por abrirla el Movistar Inter. Los de Tino Pérez se cobraron ventaja gracias a un magnífico disparo en libre directo de Eric Martel. Corría el minuto 32 y como problema añadido el Córdoba Patrimonio de la Humandiad llegó a su quinta falta. Pero la alegría del plantel de Torrejón de Ardoz duró poco. Menos de medio minuto, que fue el tiempo que tardó Pablo del Moral en igualar tan apasionante partido. El de Móstoles devolvió el equilibrio al electrónico con todo un golazo. Por si fuera poco, las dos escuadras se vieron en bonus pocos segundos después. El duelo era intenso al máximo, de forma que era previsible que no terminara tal y como se hallaba en este punto.

Y así sucedió pues en el 35 el Movistar Inter consiguió ponerse por encima otra vez. Fue en una jugada que culminó, además, un futbolista cordobés. En concreto, fue Cecilio quien remachó para establecer el 2-1. El encuentro entró en su fase final en un proceso alocado, dentro del cual cayó la sexta infracción del Córdoba Patrimonio y se dio un doble penalti para el Movistar Inter. Se encargó de ejecutar, y no falló, Eric Martel, que hacía ya más difícil la puntuación para los blanquiverdes. Faltaban poco más de dos minutos para la bocina. Ya en este instante decidió el técnico califal optar por el juego de cinco. Sin embargo, el planteamiento no funcionó y el cuadro califal cayó, al igual que hizo días antes en Barcelona, con honor pero con cierta frustración.