Primätah: “Puedes ser el más bueno del mundo, pero sin miles de seguidores no interesas”
Como se deduce rápidamente, Primätah viene de primate, y es el término que sus componentes utilizan para nombrar a este animal en todos los idiomas. Es un mamífero. Es nuestro origen. La esencia que nos une y nos aleja inevitablemente de todo lo mundano, de los artificios adquiridos para encajar en una sociedad. Primätah es fuego, aire y viento, la intensidad de unos brazos jóvenes agarrando las primeras guitarras en un local cualquiera, con la esperanza de llegar más allá, de ver algo diferente, de escapar aunque sea por momentos de lo establecido. Esas manos jóvenes son las de sus primeros fundadores, un Jordi Arranz (guitarra) y un Javier González (voz y letras) que, tras años participando en los proyectos de otros músicos, decidieron volver a encontrarse con la fuerza primigenia que les hizo adorar el rock.
Encontrarse de cerca con Jordi Arranz y Javier González supone una experiencia curiosa. Aparentando mucha menos edad de la que en realidad tienen, presentan ese brillo en los ojos, esa inquietud incontrolable, cuando hablan de sus inicios en la música. Porque parecen haberse quedado allí para siempre, en las noches de local rasgando guitarras y bebiendo litronas, como dice Javier, “aquellos tiempos en los que querías ser famoso”.
Los dos vienen de la generación del casette, de las grabaciones de cintas románticas y el descubrimiento de nueva música a través de amigos y vecinos. Arranz iba a estudiar bellas artes, pero se encontró colaborando en el disco en solitario de Manuel Martínez y acompañando a algunos artistas como Fuel Fandango, La Húngara, Fondo Flamenco, Fernando Vacas en Prim Lalá o Mario Díaz de Los Aslándticos. Javier no ha dejado de entonar las cuerdas vocales desde los quince años. Su voz y sus composiciones fueron determinante en el disco Black Moon de Paco Ventura.
PREGUNTA. Tenéis un sonido atípico para la escena nacional y sin embargo siempre habéis apostado por lo local, sin pretensiones de buscar reconocimiento fuera.
JAVI GONZÁLEZ. Si salen oportunidades fuera, evidentemente querremos aprovecharlas, pero creemos que en Córdoba hay muy buenos artistas y también queremos que ellos nos acompañen en esta aventura.
JORDI ARRANZ. Son gente muy talentosa a la que admiramos. No hace falta irse a Madrid.
JG. Muchas veces las gente piensa que va a encontrar más calidad musical en ciudades como Madrid o Barcelona, pero no tiene nada que ver. Al contrario, veo más calidad en Córdoba que en otras ciudades con mayor fama artística.
P. Lleváis mucho tiempo comiendo de la música, colaborando con muchos artistas. ¿Podría decirse que este es vuestro desahogo personal?
JA. Sí. Nos unimos sin pretensiones de seguir ninguna moda. Sabemos de muchos colegas que empiezan en la música y en seguida se unen a las corrientes que más se llevan. Todos queremos vivir de la música y es fácil sacrificar lo que realmente te gusta por un estilo que te haya llegar a más gente. Con este proyecto lo que queríamos era hacer lo que realmente nos gusta con las influencias que tenemos desde los veinte años, sin filtros y sin pensar en la gente. Lo importante era estar orgullosos de nuestro sonido. Mucha gente nos decía que por qué no cantábamos en español para llegar a más gente, pero por más que insistieran no lo veíamos.
JG. Eso no significa que nos cerremos en banda. Quién sabe si en un futuro nos apetecerá componer en español.
JA. Claro, pero para este proyecto teníamos muy claro el sonido que queríamos conseguir.
JG. Me han preguntado muchas veces por qué canto en inglés. Yo les pregunto a ellos si escuchan a Muse y a Coldplay. Cuando me dicen que sí, les digo que por qué no le hacen la misma pregunta a ellos. Porque al final se trata de sonar a la música que nos gusta y la mayoría de esa música es anglosajona.
P. Hablando del sonido, también noto en vuestras canciones matices de corrientes que están ahora mismo en alza, como el garage, algo de dance o teclados y ritmos a lo Mucho o Varry Brava.
JG. Claro, porque se han copiado ellos de nosotros (Risas).
JA. Es cierto que también tiramos mucho de ritmos ochenteros, del estilo dance, que ahora está a la orden del día, al igual que de baterías de esa época y de los sintetizadores. Es que todo vuelve. En ese sentido pues estamos contentos porque tampoco queremos sonar añejos. Nos gusta mucha de la música que se está haciendo ahora con esas influencias.
JG.No vamos a la moda al cien por cien, porque vamos a nuestro rollo, pero es imposible no influenciarte un poco de la forma de hacer música hoy en día.
P. Creo que incluso llegasteis a grabar la percusión con unas bandejas de horno.
JG. Sí, eso fue grabando nuestro primer disco con Manuel Cabezalí, que es asiduo a ese tipo de percusiones. Yo flipé cuando vi lo que tenía montado.
JA. Es un tipo con mucho talento. Siempre nos había gustado mucho su trabajo y el de los grupos que había producido. También nos ha gustado siempre su grupo, Havalina, el sonido de sus guitarras. Nos pusimos en contacto con él, le pedimos presupuesto y, con mucho esfuerzo, nos fuimos a Madrid para grabar parte del primer disco. La otra mitad se grabó en Córdoba. Nos quedamos muy contentos con el resultado.
P. ¿Y qué me decís de este nuevo disco que acabáis de sacar, Dancing on this Sun? ¿Cómo ha sido todo el proceso de producción?
JA. Normalmente, el proceso de producción lo hacemos a partir de un pequeño estudio que tengo en casa. Si se me ocurre alguna idea, algún riff de guitarra, se lo paso a Javi y así se van formando las canciones. De hecho, fue así como nació Primätah. Con este disco seguimos el mismo modo de desarrollo de ideas, pero puliendo las canciones cada vez más. Recuerdo un día en el estudio, con Nacho, el batería, en el que empezamos a hablar de la posibilidad de buscar producción externa, pero nos faltaban recursos, así que terminamos trabajando con lo que teníamos en un principio y puliendo los temas hasta estar contentos con el resultado.
P. Todo autoproducido.
JG. Sí, este disco es cien por cien Primätah.
P. ¿Podéis hablarme del tema que da nombre al disco?
JG. La letra de esta canción aborda la influencia que hoy en día ejerce todo para hacer todo. Todo está hecho para que las ovejitas vayamos hacia un lado u otro del redil. Los influencers de redes son un buen ejemplo de esto. Siempre que compongo lo hago desde una historia personal, pero parto de ahí para desarrollar un tema algo más general, de modo que cualquiera pueda darle su interpretación y llevarse la canción a su terreno.
P. Este es otro tema que me llama la atención, el contenido social de vuestras letras, desde la esperanza y la superación.
JG. Bueno, sí. Podría decirse que son letras positivas, aunque aborden algunos temas dolorosos. Lo importante es que siempre queremos contar desde la verdad. En el tema Pride in mind, del primer disco, por ejemplo, se aborda el bullying. En este último disco hay una canción, With You, que parece que está hablando de amor, pero realmente habla de la añoranza por la música, del amor a ella. Miss Terror toca el tema del miedo como modo de dominación social. Esa Miss Terror sería el ente presente en el mundo que amenaza a las personas y las domina. Son temas abstractos, reales, que son personales y a la vez globales.
P. ¿Cómo ha recibido todo esto el público que os ha escuchado?
JA. La verdad es que muy bien, pese a no habernos escuchado mucha gente. Tocamos poco y, al no tener apoyo de ninguna discográfica ni ninguna agencia de management, cada vez que hemos ido a un sitio a tocar o hemos salido fuera de Córdoba lo hemos movido por redes porque no teníamos ni para poner los carteles. Aunque el feedback de quienes nos han escuchado ha sido siempre super bueno.
JG. Ahora tenemos una manager que nos está llevando todo el tema del marketing, pero nosotros no estamos con un sello grande.
JA. Ni con un sello pequeño, porque al final esos sellos se vuelcan mucho con los pocos grupos con los que trabajan y funcionan muy bien. Pero ahora nosotros lo hacemos todo y es muy costoso. Supone mucho dinero y tiempo y todo el tema de la comunicación y el management se nos escapa porque somos músicos. Con Marta, la manager que nos está llevando todo ahora, estamos funcionando muy bien porque nos está consiguiendo muchos conciertos.
P. Me gustaría que me contáseis alguna experiencia significativa como grupo desde que se formó Primätah.
JG. Un chaval joven se me acercó en un concierto y me reconoció como el cantante de Primätah. Se me quedó mirando y me dijo que nuestro grupo es el que más influencia a su grupo de amigos a la hora de juntarse y hacer música. De hecho, me contó que muchas veces tocan temas nuestros en el local. Y bueno, se nos ha acercado mucha gente a decirnos que nunca habían visto un grupo con esta personalidad aquí en Córdoba. Se nos acercan diciendo que acaban de ver algo que en esta ciudad no se puede ver, pero ¿Por qué no?. Pero de groupies no iremos a hablar, ¿no? (Risas)
P. bueno, sí queréis sí. A mí me encanta el tema. Hablemos de groupies.
JA. No, no. Los dos tenemos familia, estamos casados.
JG. Sí, tenemos varias mujeres (Risas). No, pero en serio. Sí que estamos casados y con hijos.
P. Seguro que algunas de las lectoras les decepcionará saber esto. Pero tengo que pediros que me digáis qué grupos actuales o emergentes del panorama nacional os gustan.
JG. Havalina, el grupo de Manuel Cabezalí, nos gusta mucho.
JA. Tulsa me gusta mucho y Tundra.
JG. La verdad es que música española escuchamos poca.
P. ¿Y una sala en la que os gustaría tocar?
JG. El Hangar (Risas). Sí, es de las mejores salas de aquí, un sitio de referencia.
JA. Pero es cierto, el Hangar nos gusta mucho. Es como tocar en casa. Claro que también nos gustaria mucho ir a La Riviera o sala El Sol. Sería un punto.
P. Es complicado abrirse camino con proyectos como éste.
JA. Lo es. Cuando ganamos el concurso de Música Propia de la Ser fue un subidón que nos motivó mucho a seguir con el grupo. Porque económicamente también nos vino muy bien, porque todo esto nos lo autofinanciamos nosotros y es un esfuerzo tremendo. Lo hacemos porque tenemos otro trabajo y podemos arrimar de ahí. Si tuviéramos veinte años no podríamos hacer esto. Antes las discográficas apostaban más por la cultura, por sacar adelante grupos que creían que eran buenos aunque en un principio no tuvieran muchos seguidores. Eran los productores los que se encargaban de hacer grandes a estos grupos. Ahora puedes ser el más bueno del mundo que si no tienes miles de seguidores no interesas. De hecho, la mayoría de los concursos de grupos actuales son así. Nosotros no podemos competir con eso. Pero bueno, nosotros no lo hacemos por triunfar y tampoco es algo que nos obsesione. Tenemos la suerte de poder hacer nuestro propio disco sin ayuda de nadie, en nuestras casa y en nuestro estudio. Yo ya estoy deseando hacer el tercero.
JG. la persistencia, el trabajo y el creer en nosotros siempre traerá cosas buenas.
0