Un festival vía Instagram para contagiarse del virus de la música

https://youtu. be/rf22-Q69xw0

Como el clima que nos envuelve, en el sur podemos presumir de tener una sangre caliente. Esa pasión que nos caracteriza puede complicar todavía más las horas de encierro en casa, sin actividades primaverales al calor de los amigos. Muy conscientes de ello, dos jóvenes músicos han creado una iniciativa para acortar la duración de las interminables, pero imprescindibles, tardes de quietud en las que estos días nuestro ánimo aún permanece imbatible.

Fran Martín, músico y doctorando en Biología y su compañero de acordes Gomichín, un joven arquitecto, llegaron a esta iniciativa de forma natural, en una charla cualquiera. “Nos pareció una idea interesante”, explica Fran, “queríamos entretenernos con lo que más nos gusta hacer, entretener a la gente y de paso conocer a personas con intereses afines.” Los directos de instagram fueron la vía elegida, por su inmediatez y popularidad.

Pronto reunieron a veinticuatro artistas, la mayoría cordobeses de distintas partes de la provincia, o residentes fuera de esta pero con una preocupación evidente por los amigos y familiares confinados a muchos kilómetros.

El resultado son cuatro artistas cada día, de disciplinas tan diversas como ukelele, guitarra o piano, ofreciendo pequeños conciertos de veinte minutos de duración, comenzando a las 18:30 y finalizando a las 19:30, momento oportuno para salir al balcón a dar el aplauso honorífico al personal sanitario.

Fran Martín se muestra complacido por la buena acogida de público que, hasta el momento, está teniendo el festival y no descarta ampliarlo a otras plataformas de alargarse el confinamiento y, con él, los adeptos al contagio del virus musical para el olvido de otro mucho más dañino.

La mejor parte, cuenta el músico, deviene de experimentar otro ejemplo de convivencia y ayuda mutua en momentos de crisis. Al final se trata de eso, de recordar que seguimos estando unidos dentro de estas celdas de hormigón, y para ello la música siempre es el mejor incentivo.