Los nuevos sonidos andaluces en La Corredera
Si el viernes fue la plaza del indie, el sábado La Corredera se convirtió en el escenario de una sucesión de nuevas músicas y propuestas andaluzas. Con un público más heterogéneo que el del viernes, con un ambiente más variado y un aforo similar, el festival Medina Sonora que ha organizado durante dos días Cervezas Alhambra en la plaza de La Corredera volvió a gozar de buena salud.
Extrañamente puntual, el Medina Sonora, un homenaje a Medina Azahara como patrimonio mundial, arrancó con los cordobeses The Wheel and the hammond, una de las propuestas más curiosas y ambiciosas que se han planteado en la ciudad de Córdoba. Tienen dos discos y mucha fuerza. Arrancaron los primeros, cuando el sol de octubre, extrañamente cálido, aún pegaba. Pero como en todos los festivales, sorprendieron a muchos que no se esperaban su potencia y su propuesta.
Álvaro Tarik les sucedió una hora después, pero convertido en Summer Spree, su última propuesta. El artista anteriormente conocido como Tarik y la Fábrica de colores o Rufus T se reencarnó de una manera onírica sobre la plaza de La Corredera, que vio una propuesta totalmente diferente, una nueva forma de hacer música en Córdoba y Andalucía.
Una hora después arrancaron Las Migas. Fuerza femenina de un cuarteto catalán que suena andaluz. Marta Robles, la guitarrista Alicia Grillo, la violinista Roser Loscos y la cantante Alba Carmona pusieron en pie la plaza con muchas de las canciones de su último disco, Vente conmigo.
Las Migas dejaron el terreno preparado para la revolución Vacas. Esta vez como DJ Vallellano, el músico y productor cordobés presentó a su orquesta real de gitanos con la que compone su ópera flamenca, en la que no faltaron artistas como La Negra o el Punky sobre el escenario de La Corredera.
Y en punto también la propuesta granadina de Soleá Morente y Napoleón Solo. Olelorelei es el título de la propuesta conjunta, de esa mezcla tan granadina del indie con el flamenco, que puso el colofón a este festival.
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