Los súper británicos plantean dejar de comprar aceite español por la cosecha nocturna que mata pájaros
Reacción en cadena. Varias cadenas de supermercados de Reino Unido se están planteando dejar de importar aceite de oliva de la Península Ibérica (se incluye a Portugal) después de que la revista científica Nature haya publicado un estudio que confirma lo ya adelantado por este periódico y denunciado por Ecologistas en Acción: la cosecha nocturna del olivar súper intensivo estaría acabando con la vida de millones de pájaros.
En noviembre del año pasado, este periódico publicó que la Junta de Andalucía tenía un informe en el que ya alertaba de lo que estaba pasando en los cultivos de olivar súper intensivo en toda la comunidad. A principios de mayo, Nature ha hecho su propio estudio, al que ha sumado también lo que ocurre en Portugal, donde hay también grandes extensiones de olivar súper intensivo. En total, la revista científica calcula que podrían estar muriendo 2,6 millones de pájaros durante la cosecha nocturna de este olivar.
Tanto la revista como el informe coinciden en el mismo problema. Los pájaros duermen por la noche en estos olivares a modo de seto. El sistema de la cosecha los acaba succionando junto a las aceitunas, y las aves acaban muriendo en masa. Tanto el informe como este estudio de Nature coinciden en el problema de las luces a pesar del ruido que hacen las máquinas. En Portugal, el informe señala que anualmente mueren unas 100.000 aves. El grueso estaría en España. Además, destaca que esta cosecha podría afectar de una manera fatal a la avifauna europea, ya que muchos de estos pájaros migran por todo el continente.
El periódico británico The Telegraph ha preguntado directamente a tres grandes cadenas alimentarias de Reino Unido: Waitrose, Tesco y Sainsbury. Las tres coinciden en revisar el origen del aceite de oliva que importan y pensarse seriamente dejar de hacerlo si proceden de cultivos súper intensivos.
No obstante, desde Reino Unido se traslada que la mayor parte del aceite que se importa procede de cooperativas de pequeños y medianos productores, que no tienen este tipo de explotaciones, más al servicio de otras grandes superficies.
Ante la crisis de precios, son precisamente estos sistemas de cultivo súper intensivo los que mejor están resistiendo. Su cosecha, muy mecanizada, es más barata, y los costes, por tanto, más bajos, lo que hace que su umbral de rentabilidad sea muy inferior al de los olivares de serranía, por ejemplo, que necesitan emplear a bastante más mano de obra.
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